viernes, 31 de diciembre de 2010

Gran Poder de nuestras vidas


Un año más la lluvia nos ha acompañado en este último día del año, pero no por ello hemos desistido de llegar ante Ti; por primera vez, hemos ido juntos, en familia, como cualquier otro viernes del año, llevando de la mano a quien está llamada a heredar el legado que nuestros padres recibieron de nuestros abuelos, y que un día depositaron en nosotros, para que desde su pequeña inconsciencia vaya llenándose de esa fe que se transmite por generaciones.
Porque se va este año de alegrías, sabor  agridulce en reencuentros de guardilla y amargos sinsabores de cardos, en que al igual que se fueron para siempre momentos inolvidables de nuestras vidas;  el morado Gran Poder supo aliviar las nuevas ausencias en aquellos días en que entendimos realmente  la ternura de tu mirada.
Por eso este año hemos vuelto a cumplir el viejo rito que se pierde en el tiempo, como no cayeron en saco roto las pisadas de nuestros antecesores sobre el viejo mármol de la secreta Capilla de Alonso Fernández de Treviño, protestaciones de fe que se traspasaron con la sangre, -Corazones Traspasados siempre presente en nuestras vidas-,  de padres a hijos, de la parroquia al templo, de abuelos a nietos,  más tarde Basílica, igual que nos acercaremos el seís de enero a poner la mano sobre el Evangelio y besar el Libro de Reglas.
Así Señor te hemos contemplado, en el frío de la lluviosa mañana, revestido de Epifanía, Persia en San Lorenzo, realeza y majestad de tu Gran Poder que en estas fechas se manifiesta en el Alfa y Omega de esa túnica que encierra la teología de un pueblo, que siempre se pone en tus manos, porque en ella está su verdad, porque la vida pasa, pero Tú Señor, siempre permaneces.
Y es que en tus manos, Señor, Gran Poder de nuestras vidas, se sostiene el fin y el principio de nuestra propia existencia.

martes, 28 de diciembre de 2010

Curro Molina

 
Confieso, y para ser sincero, que no pocas veces la verdad, he ido a los toros no por los cabezas de cartel que se anunciaban con grandes letras, sino para admirar la torería de la gente de plata, de esos peones capaces de descubrir a su matador las bondades o cualidades de un toro por uno u otro pitón, mientras que su jefe de filas, hasta ese momento, aunque lo negaran después, no le veían a su enemigo más allá que las intenciones.
Hay toreros de plata que han sido de nuestra total predilección y que por el sólo hecho de ir con tal o cual matador ha permitido que a diferencia de otros, que pasaban totalmente desapercibidos, esperáramos de estos matadores mucho más que lo que realmente en principio podríamos esperar. Y es que el valor seguro de llevar un buen peón, en muchas ocasiones nos aseguraba que al menos esa tarde veríamos lo que en estos tiempos es tan dificil, una brega bien hecha o un perfecto par de banderillas.
Recordamos a grandes peones, pero sin duda Curro Molina era y es uno de nuestros preferidos, sin detrimento de sus jefes de filas (Finito y Castella en los últimos años) y aún lo recordamos con aquel traje verde botella y plata un día del Corpus de hace ya un montón de años, o aquella tarde en que el olé más rotundo en la Maestranza se lo llevó este figurón del toreo, que para ser figura no hace falta ir vestido de oro, mietras rompía a sonar la música en la Maestranza tras un capotazo por bajo que se llevaba al toro suavemente embebido en el vuelo de su capote camino del burladero.
Por no olvidar aquellos pares de banderillas en todo lo alto, impresionantes, que lo hicieron triunfar hasta hace bien poco en todas  las grandes ferias de las Españas.
Hace unos días nos enteramos de que Curro Molina, por una lesión que no termina de curar, decía adiós al traje de luces y con él a la brega con la suavidad de la seda y a los pares de banderillas cargados de torería y empaque.
Duele, que una lesión aparte así a un torero que hasta hace bien poco estaba en lo mejor de su carrera, sin ir más lejos pudimos difrutarlo esta pasada feria de Abril, pero queremos hacer patente nuestra admiración para una figura con mayúsculas, porque cuando se habla de profesionales no se entiende de estamentos ni  de escalafones y sí de figuras del toreo, y Curro Molina era, y es, una autentica figura de nuestro tiempo.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Saudade


Pasaron por el dietario de nuestras vidas  los días, las semanas, los meses e incluso los años intentando llenar el vacío de vuestras cosas, de vuestras ocurrencias y de vuestras historias con chispazos, retales o incluso retablillos que hacían tener el recuerdo de la nostalgia siempre encendido…
Sí, ya se que es ley de vida, y más en estas fechas cuando vuestro vacío se nota en nuestras mesas, aunque sin quererlo unos vamos tomando el lugar que un día ocupasteis y quienes sólo os conocerán por nuestros recuerdos se sentaran en aquellos lugares que nosotros ocupábamos entonces.
La vida pasa, pero el perfume de la flor de ausencia permanece, en quienes no sólo hoy os recordamos, a pesar de los días de luces que nos llenan de nostalgia y que nos traen el triste trino de los pájaros como dulce música de vuestra marcha.
En esta tarde fría nos hemos llenado de melancolía y hemos buscado en el solitario banco de la plaza eso que en Portugal (Estoril siempre de nuestras vidas...) definen como Saudade.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Las luces de la Navidad


Llevamos varios días queriendo escribir sobre la -un año más- desafortunada iluminación navideña de nuestra ciudad, carente del sentido propio de estas fechas a las que algunos se empeñan ya en llamar del solsiticio de invierno por pura provocación y de como por contra nos encontramos cada vez  más en los balcones las colgaduras anunciando la venida del Niño Dios.
Así andábamos hasta que ayer nos reencontramos con la Luz de la Navidad, esa que vive en la sonrisa de los niños hospitalizados en el Virgen del Rocío, que ayer recibieron la visita del Cartero, este año Cartera, Real.
Allí, en un recorrido por el Infantil, mientras la televisión reproducía el soniquete que repartían los niños de San Ildefonso con sus premios de pedreas y gordos, nosotros repartíamos caramelos y la mejor de nuestras sonrisas para esos otros niños, mientras que mirábamos a los ojos de esos padres y de esos abuelos tratando de aunque fuera por un minuto poder compartir esa procesión que sólo ellos llevan por dentro, buscando escuchar en esos momentos el premio gordo de una curación general que dejara solas para siempre aquellas salas...
Y allí, entre las cabeceras de las camas, nos encontramos con las manos del Cisquero, con la mirada de la Virgen de la Esperanza, con la alegría trianera de nuestra Virgen Chiquita, clavos ardiendo a los que aferrarse cuando la ciencia en muchos casos no da para remediar sus vidas...
Allí estaban las luces de la navidad que no encontrabamos en nuestras calles, la sonrisa de aquellos niños que demandan salud y la mirada de aquellos padres peticionarios de esperanza, las luces que no se apagan durante todo el año porque la enfermedad castiga siempre, sin entender de edades ni de clases...
Y así, cuando llegamos a casa, encendimos el Nacimiento, abrazamos a María y suspiramos porque un año más no nos había tocado nada en la loteria... porque para que queremos mejor premio, si esta noche podremos quedarnos mansamente dormidos con la tranquilidad de que los nuestros tienen ese gordo que se llama la salud.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Prendido de su Arrogancia


Fue aquel día lluvia de Cuaresma, en que al ir al resguardarse del fuerte aguacero que en esos momentos caía en Pureza, se encontró con Ella y desde entonces se quedó prendado completamente de su presencia, de esa excelsa belleza trianera que todo lo llena con la bendita hermosura de su Esperanza.
Desde entonces no hay semana que no vaya a visitarla varias veces en su capilla, y así completamente enamorado, vive día y noche pensando en lo que para él ya es sólo su vida entera, la luz que busca en los viejos retablos de las casas de vecinos del arrabal, la perfección de los ceramistas del barrio, la gracia que sueña cada día con el reencuentro apasionado entre un mar de capirotes verdes al cruzar por el Postigo para llenar el Arenal con su Esperanza…
Y así muchas veces, ni él mismo sabe explicar con palabras lo que siente al ver a la Esperanza, porque se le nubla la mirada y se le cuajan los ojos de lágrimas con sólo citarla, ¿será la llamada del corazón?, ¿será que Ella los cautiva y los arrebata?, ¿será que Ella los retiene con un nudo marinero del que no hay forma humana que los desamarre?, ¿será que Ella los elige para que se queden prendidos de su arrogancia? No hay respuesta para tantas preguntas o quizás sí, pero las respuestas las guarda celosa, la Bendita Capitana…
Cómo es posible, si él no es del barrio, cómo puede ocurrir si hasta entonces él huía de todo aquello que olía a Triana...
Hay razones que la cabeza no entiende porque sólo son comprensibles cuando se miran con los ojos del alma. La vida tiene estas cosas que se escriben con el verde de la Esperanza.
No le escuchareis jamás presumir de trianero, él sólo presume de su Esperanza, de la que quedó enganchado aquella mañana lluviosa de Cuaresma en que se encontró con Ella, aunque quizás fue Ella realmente quien la tomó para sí, que así siempre fue la Esperanza, y lo enredó para siempre en las redes, de su bendita Arrogancia.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Gordillo



Para quienes ya vamos teniendo una edad, su nombre nos trae los recuerdos de una camiseta rayada con un número 3, que es ya leyenda del balompié corriendo pegadita a la cal, en puro cante  grande de quejío y quiebro;  es la ilusión de una mañana de reyes esperando la vieja equitación de Meyba para correr con las medias bajas, -aunque nuestra camiseta, cosas de mi padre, llevara el 10 del Flaco Cardeñosa- como aquel nuestro ídolo de  la niñez, sobre el albero del campo de fútbol de nuestro colegio… aquel mismo lugar, donde una tarde nos firmó un autógrafo que guardamos casi como una reliquia sagrada de nuestro beticismo.
Él, superaba incluso a la eterna rivalidad de esta ciudad, pues en aquellos días no era raro ver a chiquillos corriendo detrás de un balón con la camiseta blanca del otro equipo pero con las medias bajas, signo eterno de la admiración de quienes imitaban a aquel futbolista sin importarles su perteneciera al otro conjunto, pues  por su forma de ser, sobrepasaba las rivalidades eternas que iban más allá del balón.
Hoy, aquel futbolista, que era espejo por su forma de ser de aquellas generaciones, es quien ha de presidir la institución histórica y centenaria del Real Betis Balompié, una institución maltratada por quienes presumían de su beticismo pero que tras la careta que ocultaba el dinero, jugaban con unos sentimientos que iban mucho más allá de las orillas de ese río del que un día tomó el nombre.
Hoy ese hombre admirado es quien tiene en su mano, el llevar al Betis y a los béticos hacia una libertad que no entiende de dueños y sí de sentimientos, hoy aquel futbolista de nuestra niñez es quien dirigirá sus destinos y como bético nos sentimos tranquilos porque en las manos de D. Rafael Gordillo y en las de su consejo de administración, gracias a la Jueza Mercedes Alaya, sólo podemos esperar beticismo.
Sabemos que vendrán zancadillas de todo tipo, pero estamos seguros, que saldrá airoso de todas ellas, como aquellas tardes en que de la grada salía, aquel grito unisono de:

...y no pueden con él, y no pueden con él!!!

lunes, 13 de diciembre de 2010

El clavo ardiendo


La noticia parece que es cierta, y quienes hablan de ella ya nos hace pensar que la lógica se ha impuesto a la cerrazón y la ganadería de Núñez del Cuvillo volverá a lidiar en la Maestranza, tras una ausencia tan prolongada como incompredinda por parte de los aficionados, pues no en vano, la última vez que los toros que pastan en El Grullo se lidiaron en el coso del Baratillo se cortaron cinco orejas, en aquella tarde inolvidable de Morante y  Talavante en que el segundo salió (o le regalaron) la del Principe y Morante, falto de cariño y dolido en su amor propio, le cortó dos orejas, (en nuestra opinión debía de haber sido sólo una), tras haberse ido a portagayola y haber hecho una de esas faenas inolvidables que no rubricó con la espada... 
Pero aún así, desde aquel lejano lunes del alumbrado de 2007, es muy injusto, razones aparte, que la ganadería que más y mejor ha lidiado en las últimas temporadas no viniera a Sevilla.
Aunque como no es la primera vez que nos dejan con la miel en los labios, quizás sería conveniente poner una vez más pondremos esta noticia en cuarentena...
O quizás no, porque puede que esto de Cuvillo, como hace algunas fechas fue el anuncio de Dolores Aguirre, es el clavo ardiendo que nos quiere mostrar la empresa Pagés para quemar el cartucho de la credibilidad y demostrar que aunque muchos podamos pensar lo contrario, en Sevilla, cuando se quiere,  también  se pueden hacer las cosas bien, y quien sabe si  junto con el anuncio de la ganadería de Vejer no vendría acompañada de la vuelta a la Maestranza de José Tomás... 
Un sueño, o quizás una realidad, porque podrá parecer una quimera, pero la fiesta en estos momentos necesita de ilusiones, y ver en un cartel unidos a José Tomás, Morante y el Juli, podría ser un revulsivo para una afición a la que aún le duelen las heridas del pasado San Miguel. 

martes, 7 de diciembre de 2010

Inmaculada antigua


Esta noche, que tendrá por las propias ciscunstancias meteorológicas, sabor de Inmacualda antigua, sin luces, sin micrófonos, sin apenas gente, traeran lo recuerdos de aquellas otra madrugadas, en que sin mediar palabra y casi sin proponerlo, en un día cualquiera de un mes cualquiera, con sólo una mirada y tres golpes de pandereta nos encaminábamos a los pies de la escalinata de mármol donde se posa la Virgen Blanca, o como aquella otra madrugada en que metida en agua, alguien sugirió ir a cantar bajo el Póstigo a la Pura y Limpia.
Recuerdo como aquella noche, casi sin plantearlo alguien entonó aquella copla de Miguel del Cid de Todo el Mundo en General, y como tras ello cantamos canciones de tuna, de esas que desgraciadamente ya sólo suenan hoy, cuando alguna de las becas verdemar que nos preceden toman una guitarra y entonan aquellas canciones que ya sólo suenan año tras año de Inmaculada en Inmaculada.
Canciones de tuna de ayer y hoy, canciones como En mi capa y cintas, la Estupida o Nube Gris, requiebros tunantescos al volver a escuchar en sus voces La Hiedra o Las Plazas y un repeluco que nos corre por el cuerpo al alzar las copas y recordar a quien ya no está o a quienes esta noche por circunstancias de la vida no nos acompañan mientras suenan lejanos los compases de Imágenes de Ayer.
Esta madrugada, cuando no haya nada ni nadie en las calles, apunto de retirarnos, buscaremos la capillita del Póstigo para dar gracias un año más, por volver a vestirnos de negro con la beca verdemar y convertirnos, aunque ya sólo sea por un rato, en aquel rondador que fuimos otros tiempos.

(Fotografía Antonio Sánchez)

viernes, 3 de diciembre de 2010

La beca olvidada


En estos días de vísperas concepcionistas, ya se ha sacado del armario el traje escolar que hace tiempo sustituyó a aquel, ya pardo que no negro, casi raído y sin terciopelo que aún hoy, de vez en cuando, sale a la calle, cuando algún nuevo lo necesita para volver a estrenar la ilusión, como aquella primera vez de medias verdes en aquel día que, paradojas de la vida, fue  uno de los más triste de nuestra experiencia tunantesca.
Junto al traje, ha vuelto a salir aquella vieja beca verdemar, que un día nos impusieron tras salir de las aguas de Mercurio y casi sin quererlo ha rodado el único vestigio que nos queda de una ilusión de estudiantina, la olvidada beca de fieltro azul cielo y gris perla, recuerdo de juventud, de cuando teníamos veinte años y nos poníamos el mundo, y otras tantas cosas más, por montera.
Quince años de aquella ilusión de tunería del viejo caserón de Gonzalo Bilbao, de cantar un pasodoble español para entremeter el nombre de aquella facultad, que se suponía imposible, de los imborrables recuerdos de aquella voz cantando Contigo Aprendí, de aquellos parches multitudinarios para sufragar un contrabajo o una bandera, de aquellos viajes a la provincia de Córdoba, con especial cariño a Cabra, a Lisboa o a Pontevedra donde acabamos metidos junto a una peña taurina en  un tendido de sol de una corrida de toros...  y de olvidar para siempre los artículos de plumillas que atacaban a una de las más nobles tradiciones universitarias en nombre de una falsa progresía que llegaban a cuestionar la independencia de tantas cosas.
Quince años de aquellas becas al cinto, bajo el amparo de Magisterio, cargadas de ilusión y desengaños, formas tan distintas de aquellas amamantadas en la Escuela verdemar, a la que un día por fuerza tendríamos que regresar, pero no por ello menos respetables y respetuosas a pesar de tantas diferencias.
De aquellos días, mantenemos amigos, profesionales de la información, que siempre estuvieron cada vez que les pedimos un favor, gente que apareció para darnos apoyo cuando más lo necesitábamos y menos lo pedíamos.
Hoy cuando todo se prepara para la gran noche, aquella beca permanece dormida y olvidada en el cajón de las ilusiones muertas, ese donde también duermen tantas cosas que la vida se llevó y que por algún tiempo fueron proyectos casi de vital importancia para quienes creímos en ellos, pero que siempre cuando llega Diciembre, vuelven a revolotear por nuestra cabeza y nos pellizcan el alma. 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diciembre


Con lluvia, con frío, con granizo, con el aroma del pan nuevo de cada día y la humedad que se mete por los agrietados muros, ha llegado una vez más Diciembre, deshojando de nuevo el calendario de este otoño del que dicen que algunos esperaban cambios y que hoy, desesperanzados y descabezados, sólo se esconden tras las máscaras trasnochadas de un carnaval que no llega. Mucho nos tememos, tras escuchar las noticias de hoy, que el invierno será aún más duro y veremos a ver como llegan o llegamos, que la crisis va mucho más allá, a la primavera.
Pero con Diciembre llegaran tantos ritos, desde volver a buscar esa obra de aquel poeta maldito en la feria del libro viejo, a buscar en lo más alto del cielo una bandera que siempre fue divisa de esta tierra, o a subir a la terraza para buscar ese musgo que se convertirá en yerba fresca que adornará el Nacimiento… 
Diciembre y sus cosas, Diciembre y sus ritos, Diciembre que siempre llega, Diciembre que siempre vuelve.
Y volveremos a cantar, porque que sería de Diciembre sin sus sonidos, canciones de ayer, trovas de seise azul, campanilleros de siempre por Sierpes o Cerrajeria, tres golpes de panderetas a los pies de la Pura y Limpia y el trinar de un laúd verdemar entre flores frescas y velas… Suenan coplas de Miguel del Cid y en las piedras milenarias aún resuenan los sones del Magnificat en las voces de las agustinas en la novena, Diciembre que también calla, que el silencio fue también musica callada de Caridad a manos llenas...
Y es que con el sabor del ajonjolí y el aroma de la alhucema quemada, con unos bollos de Santa Inés de sobremesa, mientras tras los cristales mas que llover, diluvia, nos ha llegado Diciembre, el mes que aguarda de principio a fin; entre gozos y una dulce espera; el mes que revive eterno siempre en unas manos que se ofrecen y en las coronas bordadas, majestad del Poder, de una túnica persa.
Fotografia: Antonio Sanchez

domingo, 28 de noviembre de 2010

El cartel


Un año más, la polémica está servida, los maestrantes han presentado el cartel que anunciará la temporada en la plaza de toros de Sevilla, que este año venía hasta bendecida nada menos que por S.M. el Rey, obra de José María Sicilia que según cuentan, quienes saben de arte contemporáneo, es una referencia en las vanguardias. 
El cartel de marras de este año, no es una excepción y como casi siempre, desde que la Real Corporación hizo buena la idea de Juan Maestre de dar cabida en los carteles de cada temporada al arte contemporáneo, las críticas del personal no son precisamente las más favorecedoras, quizás porque quizás las vanguardias son complicadas para que sean comprendidas por el gran público.
Es cierto, que para muchos, entre los que nos incluimos, el hecho de ser una fotografía tratada informáticamente nos ha defraudado en parte, a lo que sumamos que con los años que lleva Juan Pedro y sus satélites (lease con Z de Zalduendo) en Sevilla lidiando el medio-torito artista ponen el chiste fácil al saber la procedencia del animal retratado, pero puestos a llevar la contraria al mundo entero, como a veces parece ser nuestro sino, vamos a romper una lanza por este cartel y por la idea de los maestrantes, pues sinceramente, y a pesar de ser una fotografía, el cartel en su concepción no nos disgusta, y creemos que la función para la que ha sido creada esta obra la cumplirá con creces.
Estamos seguros, que como siempre la polémica de estos días, darán mucho juego  (ya  hay quien lo llaman el cartel  de las perchas o en palabras del amigo Javier Concu,  hasta  puede servir para felicitar a tus amigos esta Navidad poniéndole bien tu cara, la de tu jefe o la de ZP...) pero pasarán a un segundo plano cuando la empresa presente los carteles y los precios de los abonos, este año con tres festejos menos por el capricho de la luna de Parasceve, y quien sabe si la ausencia segura de alguna que otra figura o  la inclusión o la falta , en ambos casos un año más, de algunas ganaderías en las que todos estamos pensando.
Según hemos leído en la prensa, el autor comentó durante la presentación, un cartel es una puerta que abre. Y en este caso es una puerta al misterio del toro. Un cartel es un instante, que no vuelve más; una puerta para que se abra y se entre. Pero, en definitiva, una puerta al misterio.
Pues bien, para nosotros lo que mejor define estos carteles es el caso de un buen amigo, que no es precisamente taurino y que colgó en el salón de su casa un cartel de toros, el de Barceló, de los más polémicos de los últimos años.
Quizás ahí radica la gracia o quizás el misterio de estos carteles, que al principio resultan antipáticos y provocadores y que a fuerza de verlos terminan pasando desapercibidos para el aficionado pero que acercan y de que manera, el mundo de la tauromaquia a gente que está alejada de ella, empezando incluso por los propios autores. 
Quizás sólo por ello, en estos tiempos que corren para la fiesta, abrir estas nuevas puertas merecen la pena.
Y el que quiera ver carteles de Escacena, pues ya sabe, quizás tendrá que irse- siempre cariñosamente hablando- a otras plazas.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Reencuentro


Tienen estos días de noviembre una luz agria que nos conmueve, por ello cuando llevado por la rutina diaria, las prisas cotidianas y las querencias propias de cada jornada, sin yo quererlo me reencontré Contigo, volvímos por escasos minutos a los veinte años, aquellos días de ilusiones en los que poníamos las pasiones en todo aquello que hacíamos, sin importante para nada el que dirán ni el porque de tantas cosas…
Me reencontré Contigo y volvieron los recuerdos de aquellos amores, las añoranzas de aquellos días de biblioteca en Manuales, el aroma del café de aquella cafetería del pasillo de Elaborados, la niebla de aquellas mañanas en el foso, humedad del Tagarete y tu Eterna espera, siempre esperando…
Días de ilusiones pasajeras, que el tiempo enfrió como si les cayeran el agua torrencial de un día lluvioso de otoño, días de amistades verdaderas que quedaron para siempre, amistades sinceras que están cuando tiene que estar…y de aquellas que ay, es mejor no acordarse...
Todo ello lo revivimos en un instante, el instante único e irrepetible de sentir Tú llamada, de cruzar la Lonja y reencontrarte allí, donde muy bien yo se que Tú siempre estas esperándome.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Veintiuno de noviembre



Tiene este día en nuestras vidas, mucho de rito instaurado, rito aprendido año tras año, desde aquellos lejanos días de ir de tu mano mientras saboreabamos una piruleta recien comprada en el quiosco de la plaza más bonita del universo.
Mucho de ceremonial secreto y establecido, cuando aquella mano primero se sustituía por la de nuestros padres; un día como hoy sin ir más lejos tuvimos la dicha de subir por primera vez a tu cielo; de bronce y campanas; y andando el tiempo por aquella otra de adolescente con la que ibamos buscando por las (tus) calles de  nuestra  (la) vida, aquellos besos robados de juventud -que después se convirtieron en amargos y que hoy con la distancia no son más afortunadamente que surcos en el aire y de cuando en cuando amistad confindente-, y en fecha como hoy, eran bendita excusa en días colegiales para dejar el beso al aire, como de una caricia al viento de aquella estancia de presbiterio.
Tiene como siempre este día, de la festividad de la Presentación, un recuerdo para aquel de quien tanto aprendimos y que cada día que pasa comprendemos mejor sus palabras, recuerdos imborrables de quien nos enseñó a disfrutar de la mañana de un Domingo de Ramos o un Jueves Santo, el sabor de una manzanilla sanluqueña de una mañana de feria o un atardecer sanluqueño.
Hoy como ayer y como entonces, volvemos a buscar en el aire el chasquido inocente de aquellos besos que un día dejamos, con la esperanza de volver a sentir en aquel mismo presbiterio el suspiro que nos consuele, volver a recuperar a aquel niño, a aquel adolescente y aquella mano, que un día se fue  para siempre, llenando nuestra vida de amargura.
Pero la vida guarda secretas sensaciones, y aquello que un día descubrimos y que de no verlo dábamos por perdido, ha vuelto a resurgir con un nuevo encuentro, ese encuentro inesperado torpemente para nosotros, pero que se sabía se podía dar un día como hoy, veintiuno de noviembre y así entre las esquinas angostas por la que transcurre la vida, volvimos a reencontrarnos con el rito y lo descubrimos por primera vez a quien un día tendrá la dicha de tener en sus manos el legado de lo vivido.

(Fotografía: Alvaro Pastor)

domingo, 14 de noviembre de 2010

Llueve sobre la vieja dama


La mañana de este domingo de noviembre se ha metido en agua, poniendo quizás los tonos de otoño sobre la paleta de colores de la ciudad. 
Llueve sobre la plaza hermosamente sucia en la que suenan los latines de Eslava que salen del interior del templo, donde es cierto que somos pocos, hoy curiosamente justo un año después, pero más vale así porque quienes están, lo hacemos porque lo queremos y lo sentimos y no por que nos sintamos  obligados a estar;  con diferencia de quienes estén o no; tristeza de cuando en esta vida lo sagrado se confunde con lo mundano y viceversa; que para lo contrario siempre quedará permanecer sentado en la esquina, dándole eternas vueltas de cucharilla al mareado café helado, que en esta desapacible mañana de lluvia, curiosamente no se ha servido. La vida pasa, y aunque algunos quisieran ser eternos, desgraciadamente lo hace para todo el mundo y al final memento mori que diría el clásico.
Llueve sobre la vieja dama, poniendo en sus cales el recuerdo de esa vieja  Roma andaluza que la circunda, luz moteada que se refleja en los charcos y que en la Costanilla busca las romanas maneras que se ocultan en San Alberto; mediodía de puesto, escopeta y perro, quizás hora de estrenar la botella de mosto del Aljarafe y las aceitunas gordales del verdeo del primer aliño; y hasta parece que la lluvia parece invitar a encender el primer brasero tras las cales de los muros, aroma de primera alhucema quemada y mesa de camilla que invita a estrenar la primera cabezada plenamente otoñal en la sobremesa.
Hoy, como hace un año, la vida pasa y no te enteras, pero a diferencia de entonces, por el Museo no habrá esta tarde sones de Mater Mea, que el agua impedirá la salida de la Madona del Corazón Alado... Todo pasa y todo llega, in ictu oculi.
Ya es media tarde, las gotas de la lluvia resbalan por los cristales y de la cocina sale un aroma de cafetera caliente y el sabor de un bizcocho recién horneado, María hace sus monerías de 13 meses, y se nos viene a la memoria aquella palma de los días azules que adorna un balcón cerrado que esta tarde, un año más, se quedará aguardando como en tiempos mejores y es que la vida es mucho más que esperar, aunque sea sentado a que todo cambie, tomando siempre, el mismo café envenenado.

(Fotografía: Juan Guerrero)

jueves, 4 de noviembre de 2010

Atardecer marismeño


Tiene la vuelta del Rosario desde la ermita, con la luz del primer atardecer de noviembre, aromas de romería antigua en que por unos minutos, el tiempo justo que separa el Santuario del Real, vuelve el color de lo añejo reflejado en los antiguos bordados y en el verde gastado del Simpecado trianero de nuestros mayores, que trae prendidos, como exvotos, los recuerdos de otros tiempos, sin masificaciones, sin prisas, sólo con esta  misma luz de la marisma, que imaginamos en  aquellas viejas fotografías en que quedaron inmortalizados para siempre los pasajes de aquellos rocíos del ayer, cuando, Triana se encaminaba a lo que entonces se denominaba el rodeo, y  que hoy con los tiempos, ha pasado a llamarse la presentación.
La luz  del día de Todos los Santos, nos ha traído los recuerdos olvidados de tantas cosas, de tantas ilusiones cumplidas, de tantos sueños que aún están por realizar, de tanta vida como, si Dios quiere, nos quedará por vivir, de dar gracias por tantas cosas que disfrutamos día a día, el sueño de lo cotidiano, rutina dichosa a la que en días como hoy nos aferramos; Regina Roris, Ora pro nobis; y hace que  nos deleitemos y de que manera, de este atardecer marismeño, cuando el viejo Simpecado ya se acerca a su Capilla y suena la campana, el sol brilla en el lienzo decimonónico mientras se canta una salve, (luz de Triana, Blanca Paloma...) y se gritan unos vivas, y vuelves la vista atrás y contemplas, el azul del cielo y el resplandor luminoso de la atardecida, de este primer día de noviembre, al que te aferras como si fuera la primera vez.  

(Fotografía:  Fidel Roca)

domingo, 31 de octubre de 2010

En sus manos


Hay días en los que como hoy, sólo nos queda aferrarnos a las manos del Señor, porque sólo Él sabe, el porque de los designios de esta vida.

viernes, 29 de octubre de 2010

Romero de nostalgia



Han pasado ya diez años de aquel adiós en silencio, diez años de aquella mañana de romero en las solapas, en aquel festival en la modesta plaza de Carros de La Algaba. Plaza modesta, pero no por ello menos grande, que aquellas otras plazas de primera, donde se forjó la leyenda de un torero que sobrepasó a generaciones. 
Diez años del adiós de un torero distinto, diferente, quizás único e irrepetible, al que muchos quisieron imitar mas ninguno supo igualar y que aún hoy, es referente para tantos torerillos que empiezan en  nuestro mediodía español.
Diez años de aquella mañana, en que exiliados de la Maestranza, ante los desacuerdos con la empresa; con aquel San Miguel de caídas de carteles y partes facultativos frescos en la memoria; y con el beneficio de ANDEX, rompieron el paseillo en aquella plaza de carros, que tanto sabor tenía aquel día de Estoril taurino, Curro y Morante, genial mano a mano entre el eterno torero de Sevilla y el joven en quien se depositaban las eternas ilusiones de quien debía de asumir el cetro taurino de la ciudad de la gracia.
Nada más hubiera pasado, de no ser, cuando con la tarde ya vencida, sonó rotunda en Radio Nacional de España la voz del Faraón que anunciaba que se acababa de retirar de los ruedos.
Así, sin más, casi sin inmutarse, se iba una leyenda eterna del toreo, y se llevaba con sus palabras para siempre a su gente esperándolo en el callejón del Iris, las matitas de romero en la solapa, el respeto de verlo liarse el capotillo de paseo, el paseillo con su montera calada con esos sus andares tan característicos, el saludo al usía, el verlo cambiar la seda por el capote de percal, y así tantas cosas únicas incluso hasta cuando la montera decía no...
Todo era ya distinto para quienes lo seguían, con independencia de su cuna, porque el arte no entiende de latitudes y sí de sentimientos, si bien Sevilla y Romero se compenetraban ,una con el otro y así, bien pareciera, que un recibo a la verónica era la carta de amor de un enamorado que se remataba con el beso de una media verónica.
Pero una vez retirado el mito, todo era ya distinto, y así la ciudad huerfana de su amor sentía el dolor de lo que había perdido y en pleno corazón de Sevilla, en la plaza de Santa Cruz, empezaron a sonar los sones eternos de Amarguras interpretados por la banda de Tejera.
La razón no era otra que Pepín Tristán, que en ese instante acompañaba al paso de gloria de la Virgen de las Nieves, al enterarse de la noticia, mandó cambiar a los músicos la partitura prevista y ordenó que sonaran los sones de esa música que mejor simboliza lo que un sevillano y un currista de pro, como lo era el propio Tristán, podría sentir en ese momento.
Hoy diez años después, Sevilla sigue echando de menos a su torero, quien bien parecía, que vencía al tiempo y a la vida, quien transmitía el sentimiento de saberse y quererse currista entre generaciones que entroncaban abuelos, padre y nietos.
Y así, ungida por la nostalgia, como volviendo a escuchar los sones de Tejera en aquella noche de otoño,  la ciudad en silencio, ha vuelto a colocarse una matita de romero en la solapa; nada es ya como antes, y sabe que con aquel adiós por las ondas, aquel vencedor del tiempo se fue pleno de gloria sin la necesidad de tener, como otros, que arrastrar su adiós por las disintas plazas de toros de las Españas para reverdecer los secos laureles de otros tiempos.
La hermosura, como dijo el poeta, pasa en un instante pero permanece eternamente en el recuerdo, y así  Romero permanece eterno en la memoria de quienes un día lo vieron torear parando los relojes de la vida.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Tañidos de laúd


Para Juan Antonio
Desde su raída funda, el viejo laúd en silencio nos ha recordado la fecha, esa misma que coincide en el calendario con la primera vez que cruzamos un sábado el umbral de la vieja Escuela para una aventura desconocida que se nos abría ante nosotros.
El viejo laúd sabe perfectamente que, cuando octubre busca las tablas para buscar una noche de muertos y tenorios, su caja guarda resonancias de ese pasado que nunca olvida de aquellas madrugadas tan hermosas, tañendo; bajo un bacón perdido en cualquier callejuela del brujo Barrio; aquellas melodías tantas veces machacadas, en la oscuridad de aquella habitación con aquel viejo escritorio en el que se depositaron por entonces, aquellos primeros apuntes subrayados.
Como cada octubre, por las mismas fechas, el viejo traje escolar que antes salía casi semanalmente, aguarda las fechas de los gozos de diciembre para volver a salir, sin dejar de olvidar aquellos días en que el verdemar era casi una ilusión inalcanzable que dormitaba en las aguas de Mercurio e incluso aquel traje una quimera de medias verdes al que sustituía un disfraz o aquella bata blanca de urgencias en aquel viaje de la vida tunantesca.
La vida pasa y hoy, cuando la oscuridad del otoño nos cobija, vuelve a renacer la ilusión como aquel primer día, en que sin ser nada ya lo éramos todo, un sueño de juventud, una fantasía, una canción, una cinta bordada al viento, tres golpes de pandereta o el bordoneo de una guitarra…
Sí, ya se que cada día soy más viejo, y que ya peino algunas canas (aunque siempre me queda el consuelo de que otros ya apenas peinan nada), pero no puedo ni quiero olvidar aquella primera vez que cobije mi amor bajo una capa, y por eso hoy, sentado en este viejo sillón ante el que la vida pasa, he sacado el viejo laúd de su funda deshilachada y he tocado aquellas primera notas, melodía con sentido, que aprendí una lejana tarde de otoño de un día como hoy, en el que realmente, quizás ahora como entonces, no era absolutamente nada.

sábado, 23 de octubre de 2010

Luna de otoño


Tienen estas noches tibias de octubre, aires de primavera, como de cuaresma adelantada, sólo que en vez de traernos la luz de pascua florida, esta espera se romperá con los fríos que irán anunciando los gozos de diciembre, pero mientras esperamos el aroma del primer brasero, el aroma del café de una tarde de domingo entre delicias de convento; bollitos, yemas o tortas de polvorón; nos han llegado como cada octubre los sones de quienes rezan por sevillanas ante la Virgen Chiquita, aires trianeros por el mes del rosario, recuerdos antiguos de San Jacinto nostalgia aprendida que ya empezamos a legar a quienes hoy estrenan por primera vez una cinta verde de la que pende una pequeña medalla...

Y a la vuelta del barrio, tras santiguarnos en la capillita del Carmen en nuestro regreso a Sevilla, con la espera de volver siempre al barrio de nuestra vida, vimos por los ojos del puente como la luna llena de otoño se reflejaba en el río, con el plenilunio de octubre sentimos la brisa fresca que subía desde Sanlúcar y al volver la vista atrás, vimos el barrio iluminado con en el resplandor del recuerdo de tantas cosas que ya se fueron y que sólo la vida sabe si un día volverán.

lunes, 18 de octubre de 2010

Un sueño cumplido


No tenemos noción de la primera vez que entramos en aquel Colegio de la calle San Vicente, pero si tenemos claro que quizás nuestros primeros recuerdos, los más tiernos e inocentes, tienen mucho que ver con aquel Colegio de las Madres Mercedarias de la Asunción.
Pero entre tantas memorias mezcladas con el olor de la plastilina y de los lápices de cera , el baby verde, las meriendas bajo la ojiva escondida, las hojas de la adelfa que servían de cuchillos de piratas en juegos pueriles, la clase de la Madre Mercedes con su eterno acento galleguiño, la seriedad de la Madre Mariluz, el terremoto de la Madre Maria Luisa o la disciplina de la Madre Trinidad siempre endulzada con un caramelo en el momento oportuno, han hecho que a pesar de los años que han transcurrido desde entonces, siempre que volvíamos a pasar por la puerta nos vinieran aquellos recuerdos más tiernos vividos en aquel nuestro Colegio de las Mercedarias.
Por eso, cuando nos enteramos de que la imagen fernandina de la Virgen de la Merced iba a salir a la calle con motivo del cincuentenario del Colegio, de nuestro Colegio, no lo dudamos un instante y buscamos por el soberao el viejo costal y la faja de costalero y nos decidimos a hacer realidad aquel sueño de niño de tardes de mayo con flores a María, de ver en un paso a aquella Virgen tan alta a la que depositábamos aquella nuestra ofrenda de claves 'rosa dulcenombre'.  
Cuando se habla de devociones, no atendemos a polémicas ni a formalismos y como todo en esta vida puede ser mejorable, pero a lo hecho, como dice el refrán, pecho y la frente bien alta.
Por ello sólo nos quedamos con la realidad vivida, sesenta y dos años después de aquella vez que le dio el sol a la imagen fernandina, la misma imagen a la que hace más de treinta años musitábamos nuestras primeras oraciones y que hizo realidad la fantasía de aquel niño de uniforme, pantalón y jersey azul, camisa blanca y corbata escocesa, y que hoy, ya un hombre, padre de familia, cumplió aquel sueño de ser su costalero.
Pero no sólo queda ahí esta historia, nos quedamos  con las sonrisas de nuestras madres, esas que lo vivieron in situ, y aquellas otras que sabemos que lo vivieron desde el cielo junto a su Comendadora, pues sólo allí es donde pueden estar aquellas con las que un día, empezamos a aprender, ese juego maravilloso de la vida.

domingo, 3 de octubre de 2010

Martillos de luto

Para quienes durante años hemos formado parte del cortejo del palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, la madrugada está llena de sonidos propios de esa noche, que mezclados con el silencio respetuoso de quienes ven pasar la cofradía conforman esa otra banda sonora de la Semana Santa sevillana, que no tiene porque ser siempre el del bullicio del gentío o el dulce redoblar de los tambores o la fuerza suave del trío de una marcha en una esquina.
Así a los sonidos íntimos de nuestra madrugada, esos que conforman los golpes secos de las canastillas, el pisar del pie desnudo del nazareno, el crujido silente de las cruces de los penitentes tras su paso, el roce de las bambalinas del palio de cajón con los varales o la voz de la saeta que canta rompiéndose la garganta por una promesa, se une aquella voz  de mando de sus capataces, sobre todo en aquellos lugares donde su buen hacer se demuestra por la veteranía y la destreza de la sabiduría que se traspasa por generaciones, de padres a hijos, de abuelos a nietos sabiéndose imponer, sin una voz de más y sin un mal gesto, al buen discurrir de la cofradía en los momentos más esperados y más dificultosos. Y aunque esa voz magistral hace algunos años que no nos acompañaba, no por ello había dejado de formar parte de nuestros recuerdos.
Siempre hemos escuchado en casa hablar con admiración y respeto de la familia Ariza, y quizás por ese magisterio aprendimos a venerar esas formas, que desgraciadamente no pudimos vivir con ellos bajo los pasos, y que ya hicimos tangente en este Soberao cuando Pepe Ariza anunció su retirada de los martillos.
Por eso hoy, cuando se hace ausencia para siempre la voz de Rafael, decano y maestro de capataces, persona buena donde las haya con quien compartimos más de una vez conversación, y cuando lo lloran en silencio sus gentes de abajo, nos acordamos y de que manera de sus formas en estos últimos años en la Hiniesta, San Esteban, la Soledad y especialmente ante el palio de su Virgen de la O.
Hoy cuando su voz de mando se ha apagado, y los martillos se visten con el luto de los ternos y las corbatas negras de quienes se ponen delante, sabemos que su magisterio no se habrá perdido, pues permanecerá para siempre vivo en las voces de sus hijos, herederos de unas formas y un estilo que se ha transmitido de generación en generación desde el Viejo hasta el último de quienes tienen la estirpe de este apellido que lo es todo en nuestras cofradías.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un añito en nuestras vidas



Hace un añito que estás con nosotros, para ti toda una vida y para nosotros, la vida misma, esa que ya no tiene sentido sin darte un beso de buenas noches o el que cada mañana se despierta cuando tus ojitos rajados vuelven a abrirse y nos regalas la mejor de tus sonrisas.
Hoy hace un añito, que Coronación de la Macaena forma parte de nuestro repertorio musical de cada día, que no hay manera más triunfal de sumergirte en los sueños, esos que estoy seguro que no conocen las pesadillas que da el día a día.
Hoy hace un añito y desde entonces todo es distinto, tanto que no nos imaginamos un día sin ti, porque igual que somos parte de tu vida,  tú lo eres de las nuestras, un añito, mi vida, desde que te acunamos entre nuestros brazos por primera vez, un añito viviendo al compás de los latidos que marcan tu existencia, un año lleno de emociones en el que te hemos visto crecer día tras día, un añito desde aquel momento maravillos en  que nos regalastes ese don maravilloso que se llama ser tus padres.

martes, 28 de septiembre de 2010

Petardo


Así sin más es la mejor manera de definir la Feria de San Miguel que hemos vivido, que si empezó mal con la novillada de Toros de la Plata, fue a peor con la corrida de Alcurrucen en el descafeinado mano a mano que la empresa nos sirvió el sábado con El Cid y Daniel Luque y terminó con el desastre de la corrida de Zalduendo.
Recuerdo que al salir de la plaza el sábado y mientras tomábamos una cerveza en Ventura alguién comentó que el Juli había estado cumbre en Pozoblanco y que a  Morante  en esos momentos lo llevaban a hombros por las calles de Barcelona después de una faena que convirtió la Monumental en un manicomio...
Y ya nos temimos lo peor, un petardo de los gordos, de esos que parece mentira se den en ésta ,que algunos gustan de llamar el templo sagrado de la tauromaquia, y lo peor de todo, es que no nos equivocamos.
Toda la tarde escuchábamos a nuestro vecino de localidad, la misma queja, la misma sentencia, que es una verdad que bien podría ser esculpida en mármol, "esto (la fiesta) se la están cargando quienes más deberían de respetarla".
Duele, y de que forma que estas situaciones se den precisamente aquí, y no en una tarde cualquiera, sino en una tarde que muchos tenían señaladas en sus calendarios desde que salieron los carteles anunciando a los toreros, pero también a los toros de Zalduendo, desde el ya lejano mes de febrero, donde conseguir una entrada en estos días previos era casi imposible y en el que a pesar de la baja de Manzanares y de la inclusión de Oliva Soto, apenas sí hubo devoluciones.
Por eso duele aún más la limpieza de corrales, y quien sabe si de dehesas, que ayer sufrimos en la Maestranza, porque no hay que ser excesivamente aficionado para saber que el año de Zalduendo no está precisamente siendo deslumbrante, y que aunque algunos, entre ellos Morante y El Juli, han matado casi toda la camada de Fernando Domecq, no podemos olvidar que lo han hecho aún con polémica y baste recordar lo ocurrido en la famosa corrida del Puerto de este verano.
Indignación y cara de tonto se le queda a uno cuando sale una tarde así de una plaza de toros, a la que entró con un atisbo de esperanza de ver algo distinto, y salió palpándose el bolsillo por si acaso no le hubieran también birlado la cartera.
Morante y El Juli fueron silenciados,si bien a lo mejor deberían de haber sido abroncados junto a sus respectivos apoderados por la infumable corrida que eligieron, al igual que la empresa que encima lo remendó con lo de Hermanos Sampedro, que al igual que el titular de Zalduendo que se lidió, que no se sostenían y el equipo presidencial que tiró para alante con lo que había en los corrales.
En fin, para que seguir, la tarde dió para poco más, y encima creemos que de poco le ha servido a quien más falta realmente le hacía, que no era otro que Alfonso Oliva Soto.
Así está la fiesta y encima está claro que los que deben de velar por ella, son los que menos interes tienen.
Y mientras tantos los aficionados y el público en general aguantando el petardo.
(Fotografía:Manuel Gómez/ Diario de Sevilla)

martes, 21 de septiembre de 2010

Corinto y azabache


 Yo te sueño torero, vestido de corinto y azabache, con la montera calada, liado en el capotillo de paseo, la coletilla gitana, y con ese andar distraido, tan tuyo, mientras recorres el albero y por algún tendido alguien te musita versos.
Yo te sueño torero, corinto y azabache tu vestido, capote de brega entre las manos, las vueltas añiles y las muñecas suaves, casi dormidas, que citan con gracia y esperan, porque los duendes raros de la inspiración han dicho de salir para cantarle al mundo su gracia toreadora, -cante grande es el toreo-, y llegan aromas de Jérez, y suenan ya palmas por bulerías, que el genio ha salido para cantarle al mundo su esencia...
Así te sueño yo, de corinto y azabache, verdes los cabos de tu vestido y las manos bajas, con la muletilla  y el estoque de fragua, tan torero y tan flamenco, tan artista y tan gitano, llenando de torería el sueño del toreo, que pasa como la vida en un instante y se queda para siempre, eterno en el recuerdo...
Así sueño yo a Rafael Soto Moreno, jerezano de la calle Cantería, Rafael de Paula en los carteles, corinto y azabache, la música callada del toreo... pero nos quedaremos siempre con aquella tarde, su última tarde en su Jerez, cuando en un golpe de torería, sabedor de que el cristal de sus rodillas no podían responder a lo que sus muñecas querían, después de hacernos soñar el toreo, el hombre que vestía de corinto y azabache, nos despertó a todos con la rabia de su eterna torería.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Ilusión en verdiblanco

Ilusionados, es la mejor palabra que define a quienes sentimos los centenarios sentimientos del Real Betis Balompie, que hoy 12 de septiembre precisamente cumple 103 años de vida, porque en medio de esta vorágine de mandamases sin acciones pero que supuestamente mandan, de la jueza Mercedes Alaya y de Don Rafael Gordilllo, hay un equipo que nos ha vuelto a hacer sentir esa ilsuión por las trece barras. 
Cierto es que Pepe Mel , tiene mucha culpa con su apoyo total hacia quienes en los escalafones inferiores defienden la camiseta verdiblanca, porque el mismo sabe lo que es enfundarse esa misma camiseta... (inolvidable aquel lema de No diga gol, diga Mel)
Es hora de soñar con ese Betis grande que quiere soñar con volver a ser lo que fue, y es que no hay mejor manera de hacerlo con aquellos que han defendido desde pequeñitos las trece barras verdiblancas con la ilusión un día de debutar con el primer equipo, aquellos que llevan el sentimiento de amor por unos colores desde la primera vez que se enfundaron una camiseta de un equipo de fútbol. Esto es sólo el aranque, pero de continuar con esta progresión se podrá llegar al objetivo.

En sus manos está saber devolver al club cenetenario al lugar que por categoría y afición se merecen.
Y siempre nos queda una duda, una pregunta sin respuesta, que no es otra que en donde estaban estos jugadores el año pasado, cuando tanta falta nos hacían.

El Dulce Nombre de nuestras vidas.


Tú, siempre Tú, el verbo que conjuga la ilusión de nuestras vidas, el nombre que entronca a generaciones que son prisioneras de tu graciosa belleza, a las que ya se unen esos nuevos eslabones de esa cadena de quienes responden por tu Dulce Nombre.
Tú siempre Tú, el hechizo moreno por el que suspira nuestra existencia, el resplandor de unos ojos a la luz de una candelería cuando viene de vuelta a su barrio un día santo de madrugada, la Gracia que da sentido a nuestras vidas...
Alabado sea tu nombre, por siempre, tu Dulce Nombre, ese con el que despertamos soñando y con el que nos dormimos pensando cada día de nuestra existencia. Siempre la misma jaculatoria tras presignarnos, Dulce Nombre de María, se la salvación mía...
Tú siempre, Tú, nuestra Madre, nuestro consuelo, nuestro amparo, siempre el Dulce Nombre de nuestras vidas, consuelo y alivio de nuestras penas, causa eterna de nuestras alegrías.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Huellas en la bajamar



El sol buscaba ocultarse tras la franja anaranjada el horizonte, mientras nuestra mirada parecía no querer despedirse del verano más hermoso, el verano en que empezastes a caminar por la arena fresca de la playa, allí donde para siempre quedaron tus pequeñas huellas marcando timidamente, casi rozándola la dorada tierra que el agua al irse llenaba de sargazo.
Nuestra mirada parecía clavarse en el sol como queriendo que la luz no se marchara para que este verano no se fuera...
Lástima que el sol se escondió tras el horizonte que tornaba del anaranjado al malva y que tus pequeñas huellas se las llevó la marea. Pero no te preocupes, mi vida, que pronto volveran a florecer tus huellas en la bajamar.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Ya sólo quedan dos



Han pasado los años, cinco ya desde aquella madrugada en que te acompañamos por los caminos polvorientos, cinco ya de la visión de aquellos lazos verde esperanza que te colgaban por la espalda, de tu carita de nácar y de los tirabuzones que asomabas bajo el sombrero, cinco años desde que te quitaron la corona y te pusieron un sombrero, cuando recorrías la aldea, entre salvas de las viejas escopetas y la de esos trabucos que salen cada siete años y que retumbaban nuestros oidos, ¿te acuerdas…?
Por eso, si Tú quieres Pastora, allí estaremos ese día, formando parte de tu rebaño, entre vivas y salves, entre salvas de escopetas y lágrimas, entre el polvo y el gentío, hasta llegar a Almonte desde la Aldea por los caminos.
Los años pasan, y como quien dice los siete años de la sevillana van pasando, han pasado cinco desde entonces y ya sólo quedan dos para volverte a ver como aquel día, Pastora de nuestras vidas.

martes, 17 de agosto de 2010

Mariscal, verdad y grandeza de la fiesta


 
En este verano en que la figura agigantada de Sanchez Mejías nos acompaña en los momentos de asueto y lectura, llegó a mis manos por casualidad la revista Leer que en su número de Julio-Agosto dedicado a la tauromaquia hay una supuesta entrevista de Victor Márquez Reviriego al torero protagonista del Llanto de Lorca.
Igualmente en la revista encontramos algunos interesantes artículos de otros autores, pero sin duda quedámos muy sorprendidos al leer el artículo del profesor de Filosofía  Jesús Mosterín, Farsa y mitos de la tauromaquia, en el que este señor demuestra tener un absoluto desconocimiento del toro bravo defendiendo unas teorias completamente inverosimiles sobre la docilidad del toro, lanzando gran cantidad de falacias, que han tenido respuesta y de que manera,por parte del escritor y matador de toros onubense Santi Ortiz quien ha retado publicamente al profesor Mosterín para demostrar sus teorias en el campo y ante un burel.
Viene esto a colación, cuando la sangre aún caliente de Luis Mariscal sigue empapando el dorado albero maestrante, en la cogida más importante de este año, y de los últimos años en nuestra plaza, que supera en gravedad a la sufrida en Aguascalientes por el semi-dios José Tomás.
Y es que aunque el señor filósofo quiera negarlo, los dóciles toros del señor Mosterín cogen a quienes les plantan cara, frente a frente, en una plaza de toros como en el caso del torero sevillano con el sólo engaño de unos rehiletes y el valor seguro de si mismo. 
En la cogida de Mariscal está la verdad y la grandeza de la fiesta, la realidad que algún filósofo no querrá ver porque se negará a la evidencia de que la tauromaquia está cargada de razón e inteligencia.
La sangre de Luis Mariscal, sangre de torero de dinastía sobre el dorado albero es la mejor respuesta para este señor y sus ilógicas teorías y el mejor recordatorio de que los toros hieren, porque nunca fueron dóciles, sino bravos, y su fiereza sometida por el hombre quien desde su inteligencia crea el arte de la belleza de ver su codicia y entrega al seguir los engaños. Y para el que no lo quiera creer, ahí están las dos cornadas y las cinco trayectorias en el muslo partido en dos de Luis Mariscal. 
Hoy nos gustaría haber contado de los olvidados 70 años de la alternativa de Pepe Luis vestido de purísima y oro cual seise de la Patrona, de la oreja de Vilches en el silencio de la noche maestrante y de la arrancada por Salvador Cortés, una más para seguir callando bocas, del muy serio encierro de Peñajara, en estos 15 de agosto de corridas duras que parece que estamos en otros sitios... pero todo queda eclipsado por la terrible cogida del hoy banderillero y ayer novillero de postín y matador de toros, que nunca volvía la cara y que tuvo la gloria de cruzar la Puerta del Príncipe.
Esperamos, que pronto Luis Mariscal, vuelva a pisar el albero de la Maestranza y a poner unos de esos pares que ponen a toda la plaza en pie mientras la banda de música rompe a tocar en su honor un pasodoble de ensueño.
Mientras tanto, mucho ánimo, Luis, mucho ánimo torero.    

miércoles, 11 de agosto de 2010

Madrugada en San Lorenzo


 La parrilla de la veleta apenas gira por la brisa caliente que busca sus alturas, el barrio de madrugada descansa plácidamente perfumado por los jazmines del Palacio de los Santacoloma mientras que el reloj de la torre deja caer solemnes sus campanadas cada hora.
La plaza duerme en sus bancos de piedra, ligeramente refrescados por los barrenderos que hace ya algunas horas la baldearon, mientras desde su hornacina de piedra, San Lorenzo vela con su parrilla el silencio de su plaza que en estas horas pero en otras fechas, son el clamor de los silencios rotos por la voz de una saeta que desafía al aire, como queriéndose bordar de oro fino en una túnica morada.
El barrio a estas horas de la madrugada, parece tomado por la gracia de quienes un día la habitaron y bien pareciera que alguna leyenda de Bécquer fuera a revivir por la cruz de alguna calleja de esas que conforman este damero que son las calles del viejo barrio, mientras algún grillo nos recuerda a Rafael Laffón y  con su canto desvela a algún pequeño, con el llanto de los nacidos que rompen la quietud de la noche.
San Lorenzo duerme esta madrugada de agosto, mientras lloran las estrellas a su paso, noche de perseidas, calor entre las cales, aromas de damas de noche... 

Y en los plataneros cantan ya los vencejos, sabedores de que ha llegado la hora, esa misma hora en que con la llegada el alba, de una amanecida que no es la de hoy, volverá la Dama Traspasada, mientras hoy sólo se escucha el silencio, el del callado llanto del barrio que un día pudo ser el mio.

martes, 10 de agosto de 2010

Torería

  
Pasan los minutos, las horas, los días y no conseguimos olvidar todo lo vivido la otra tarde en El Puerto, porque olvidar las obras de arte que sobre el albero de la Plaza Real realizó Morante de la Puebla ante sus dos oponentes no se pueden contar con palabras, y por eso por más que intentas buscar en las crónicas y en los vídeos todo lo que sentimos quienes allí estuvimos, no lo encontramos por ningún lado.
Podría contar de las tres verónicas cadenciosas y de las medias de ensueño del quite en su primero, podría hablar de la faena ante este toro, cargada de naturalidad en su toreo con la mano izquierda que aún fue más despacio cuando tomó la franela con la mano derecha y cuando con la insuficiente media estocada aún siguió toreando...
Podríamos comentar de la faena al segundo, del inicio al hilo de las tablas con la montera calada, del desplante eterno y del brindis al público a la antigua usanza, mientras la plaza rugía puesta en pie y sonaban palmas por bulerías... y dos matitas de romero caían a escasos centímetros de las zapatillas del torero. 
Podría hablar de todo aquello que vi y que aun fluye por mi cabeza, cuando en la faena al segundo empezó a torear de frente por naturales y sobre el albero derrochó todo el toreo barroco que soñarse pudiera.
Lástima que fallara la espada en ambos toros, porque posiblemente estaríamos hablando de una tarde histórica en El Puerto, y aunque salimos toreando de la plaza es imposible olvidar aquello que desplegó Morante en esta tarde veraniega, y eso no es otra cosa que torería, la palabra que realmente define aquello que vivimos la otra tarde en el Puerto de Santa María.

Fotografía: Antonio Flores/ Desde el Callejón

domingo, 8 de agosto de 2010

Su Majestad y la fiesta



Tras la tempestad de "agradaores" que en nombre de la libertad y con motivo de la prohibición catalana de las corridas de toros han salido en defensa de la fiesta, si bien muchos de ellos la detestan desde lo más hondo de su ser y en su ignorancia hasta alguno han descubierto en estos días que casi todas las plazas de toros son redondas y que muchos de  los toros tienen cuernos de verdad.
Es por ello que ha sorprendido y mucho las declaraciones de tres matadores de toros retirados; Camino, Capea y José Miguel Arroyo; quienes con mejores o peores formas han reclamado el apoyo de la Casa Real en defensa de la fiesta. 
Sorprende y mucho estas reclamaciones, con algunos argumentos en cierto modo subidos de tono como los del Niño Sabio de Camas, cuando los gestos tanto de Su Majestad el Rey, como de la infanta Doña Elena en defensa de la tauromaquia, no han sido precisamente disimulados. 
Y así, sin ir más lejos, el pasado mes de marzo, y sobre el propio albero de la Maestranza, el Monarca mostró su apoyo expreso a la fiesta de los toros, cuando se entregaron los premios universitarios y de triunfadores de la temporada taurina sevillana de 2009 y días más tarde la infanta Elena presenció una corrida de toros desde el Palco del Príncipe.
Desgraciadamente, los taurinos ahora piden reuniones con el Ministerio de Cultura y más de uno nos preguntamos donde han estado algunos durante tanto tiempo "calladitos" sin salir en defensa de esa fiesta a la que tanto les deben.

lunes, 2 de agosto de 2010

Una ovación y una media


Volver a Huelva, una ciudad por la que sentimos algo especial, siempre es un placer, y más para ver toros en la Merced, con un cartel de autentico lujo, quizás el más rematado de estas Fiestas Colombinas,con Morante, Juli y Perera.
Mucho podríamos contar de lo vivido y disfrutado en esta tarde de toros junto a la ría, desde el ambiente rodeado de buenos aficionados,  mucha gente de Sevilla en los tendidos, muchos aficionados portugueses,y extremeños y por supuesto gente de Huelva, una tarde de toros de las que sirven para fomentar y acrecentar la afición.
La corrida fue de más a menos, y podemos destacar la faena salpicada de detalles de Morante en su primero y la inolvidable media verónica del cigarrero, soberbio cartel de toros al cuarto que  justificó con creces el pago de la entrada y el viaje hasta la vieja Onuba.
Si bien, en nuestra opinión el autentico triunfador de la tarde fue  El Juli , tras la  sencillamente soberbia faena a su primero, en una faena que fue de menos a más, con un gran toreo al natural y una estocada que puede ser la estocada de la feria onubense.
Perera, que al igual que el Juli cortaría dos orejas a su primer oponente, tuvo en nuestra opinión un premio excesivo, por una faena fiel a su estilo, que culminó con un recuerdo a ese espejo en que parece mirarse el torero pacense y que no es otro que Paco Ojeda.
Pero independientemente de lo anterior, el detalle de la corrida fue cuando a mitad del paseillo, las cuadrillas pararon y Carlos Herrera empezó a leer el Manifiesto en defensa de la Fiesta Nacional y en contra de la prohibición de los toros en Cataluña, que se leyó en todas las plazas. 
Fue justo en el momento de recordar la prohibición del parlamento catalán, cuando el periodista fue interrumpido por una fortísima ovación con la plaza entera puesta en pie que duró más de dos minutos y que estuvo cargado de sensibilidad.

domingo, 25 de julio de 2010

Mucho más que seis letras


Porque eres mucho más que una cucaña o un puesto de avellanas verdes en los días señalaitos de la Velá de Santa'na, porque eres mucho más que un sólo de corneta, muchos más que un paso que anda picando el izquierdo, mucho más que la Boca del León o que una media abelmontada.
Porque eres mucho más que el humo perdido de tus tejares, el barro alfarero de tus cacharros, los sones de tus cantes; toná, debla, martinete, soleá...; que van mucho más allá del repique de las campanas de los cuatro puntales finos, cardinales del arte, que te sostienen.
Por que eres mucho más que una cinta verde en mi sombrero con las seis letras de tu nombre, en esos días en que presumimos al mundo entero cuanto es nuestro orgullo al ser de ti, porque eres mucho más, que un puesto de carne en la Plaza de San Gonzalo, un puesto de frutas  en la Plaza de Triana o un cartucho de 'pescao frito' de San Jacinto, una partida de dominó en la Peña Trianera o una cerveza helada en el Sol y Sombra saboreando en el alma aquellas gambas al ajillo que en cazuelas de barro ponían en la antigua bodeguita del Patrocinio.
Por que eres mucho más que la tierra de Justa y Rufina, mucho más que las seis letras con la que los ceramistas remataban sus obras, que el trabajo de fragua que hacen balcones para que lleguen tus orfebres y dibujen coronas para la Esperanza, porque eres mucho más que un nombre en la historia e incluso vas más allá de una forma de ser, porque estas sin decir nada y diciendolo todo en la gracia florecida de las gitanillas de tus balcones, en las pilistras de tus patios, en las macetas de albahacas, en las moñas de jazmines que adornan a tus muchachas y en el aroma de la dama de noche que impregna la brisa de tus madrugadas.
Porque fue tu luz, la primera que vieron nuestros ojos, tu aire, el primero que respiramos y nuestra vida siempre suspira por perderse una vez más en tus callejuelas, ya sean las de siempre, las que están cargadas de historia como por esas otras, calles nuevas que están cargadas de esa otra intrahistoria de quienes forjan tu leyenda día tras día...
Por que eres mucho más que las seis letras de un Viernes Santo, de un Corpus Chico o de ese jueves  al anochecer en que vuelve al barrio en su carreta de plata la Estrella más pura de tu cielo... y que ha sido la inspiración artística de tantos, el mejor cartel en la mejor esquina del mundo.
Porque eres mucho más que las seis letras que todo esto han inspirado e incluso que estas palabras que hoy te digo y que salen de lo más hondo de mis sentidos, cuando lejos de ti ,te echo de menos y quisiera mirame en el espejo de tu río y decirte al oido con tres palabras, lo mucho que te quiero, TRIANA.