sábado, 27 de junio de 2009

La sal de la O



Como está escrito en el calendario de nuestra memoria, en estas noches de junio hemos vuelto a la Tómbola, esa tómbola que desparrama gracia y trianería, que no hay nada más trianeramente auténtico que esa tómbola de la O de la Archicofradía más trianera del barrio a la que nunca le hace falta alardear de ello, ayer en aquel patio con limonero y hoy junto a la orilla de río.
Noche de cervezas y actuaciones, de la misa previa con el coro de Triana recordando el cirio blanco encendío que hace unas semanas iluminaba en las noches camperas la mirada de la Virgen Chiquita del Simpecado, de recordar con los amigos los momentos vividos y los que tendrán que venir, de organizar nuestro verano taurino planteando ir a ver a tal o cual torero al Puerto o a las Colombinas y entre cerveza y cerveza, papeleta de la tómbola que siempre toca, con esa gracia habitual, sal Chalupa y aceitunas, aceitunas y sal y cuando te toca otra cosa, va y pides que si te lo puede cambiar por la sal...
Arte, puro arte, el de la tómbola trianera de la Hermandad de la O, en la que siempre toca y se disfruta rodeado de amigos Rabanitos, trianeros de verdad, nada de importación, junto a la orilla del río en el paseo de la O.
PD: Este año, afortunadamente, nos volvió a tocar un kilo de sal.

domingo, 21 de junio de 2009

Triana con su Esperanza


Hace un cuarto de siglo de aquella efemérides de la coronación de la Esperanza y lo recordamos como si fuera ayer, cuando Triana la despedía en el Altozano aquella tarde nublada de Junio en el que de su mano cruzamos el puente junto a su paso o aquella vuelta de la Señora de la Arrogancia Coronada en aquella eterna madrugada de Triana con su Esperanza.
Veinticinco años después, la calle de Zaragoza, bien parecía una más del Arrabal, Puerta, Collación y Guarda, que de la collación de la Magdalena, sus balcones engalanados aguardaban a la Esperanza, que volvía tras recordar esa efemérides de su Coronación Canónica.
Desde un balcón, aguardábamos a nuestra Esperanza, y Ella, como una novia que sabía de la espera de su enamorado, retrasaba su llegada, quizás para llegar más guapa, quizás para mostrarse más bella en su arrogancia de niña guapa trianera.
Veinticinco años de espera, para volver a cruzar el puente de tu mano, venticinco años de espera desde aquella madrugada para volver a sentirnos tan de nuestro barrio como la Boca del León o el palo de la Cucaña...
Veinticinco años, toda una vida, cuando conversábamos con ese que hoy tan bien te conoce y te susurra al oído cuanto te quiere mientras te pone tan guapa, para que parezca que por ti nunca han pasado los tiempos y eres la misma rosa temprana que en San Jacinto se guardaba.
Como una riada de amor, llegó a nuestro balcón la Esperanza, llovieron pétalos del cielo y con los ojos cuajados de lágrimas abrazados a quienes tanto queremos te pedimos Spes Nostra, que así que pasen veinticinco años, nos reencontremos contigo y como entonces, hace cinco lustros y como esta madrugada, volvamos al barrio cruzando de tu mano el puente, cuando la brisa del río vuelva a darte en la cara y lleves delante a Sevilla entera, aunque no podamos verte de frente y como en el romancillo de Florencio, nos duela no verte la cara, per que más da, si el tiempo pasa, veinticinco que ya entonces, si Tú quieres, serán cincuenta, y en el río como hoy, y como ayer volveran a reflejarse la luces que dicen que Tú eres de Triana su Esperanza.

Al compás de tu latido


No has llegado aún, pero tu presencia ya se intuye entre nosotros, no hay conversación en estos días en que no estés presente ni momento en que no estés en nuestro pensamiento.
Hoy nos afanamos en buscarte el cochecito, que prometemos firmemente no sacar el Domingo de Ramos, en saber de ese vestuario lleno de lazos, que andan confeccionándote esos que tanto ya te quieren y que sueñan con verte crecer.
Sólo hemos escuchado tu latido y desde entonces toda nuestra vida gira alrededor de su compás, porque cuando este verano que hoy comienza llegue a su fin, posiblemente ya estarás con nosotros, llenando de dicha nuestras vidas.

miércoles, 10 de junio de 2009

Noche de mentiras efímeras


Ha llegado el día que precederá a la en otros tiempos noche de los escaparates y los altares, esos que cada día se ven menos, porque a un centro despoblado y sin vida al que se impide llegar al consumidor es complicado que exista ese comercio tradicional que engalana sus escaparates y las fachadas de sus establecimientos.
Pero a esar de ello, esta noche volveremos a cumpliar ese rito aprendido y heredado de tomar una cerveza helada en la Alicantina y su correspondiente tapa de ensaladilla.
Volveremos a esperar a la Hiniesta camino del Ayuntamiento y dejaremos pasar el tiempo, para cuando las calles estén con la calma recuperada en las horas ya de la madrugada, visitar esos monumentos efimeros que se levantan para que el Señor pase y reecontrarnos con esa ciudad perdida, que auardaba la hora para ver pasar la procesión, hoy insufrible del Corpus Christi.
Ya el aroma de la juncia y el romero nos aguardan, en esta noche que dejará paso al día que reluce más que el sol en la ciudad de las mentiras efímeras, con las que ella misma se engaña al llegar este día, cuando a esas mismas horas, ayer, las calles permanecían oscuras y solas.

viernes, 5 de junio de 2009

Adiós, tesoro marimeño


Atrás quedaron ya los cohetes, que anunciaban tu llegada por La Pañoleta, atrás quedó la Marcha Real a los sones de la gaita de Celedonio, que es marcha granadera que avisa que la Virgen Chiquitita nos va a pasar revista por Castilla y San Jorge.
Atrás quedó la primera de las últimas Salves en el Cachorro y los Vivas en La O al compás de las campanas, atrás quedaron ya los balcones engalanados y las petaladas, atrás se quedaron las miradas atrás con lágrimas en los ojos desde el Altozano a los momentos vividos durante siete días, y atrás quedó la Salve en la Estrella previo al adiós de sus carretas...
Ya el prioste, con la emoción contenida dio los últimos vivas al descender con cariño, delicadeza y esmero al Milagroso Simpecado desde la carreta de plata y las últimas sevillanas parecen resistirse a despedir a la Virgen en el umbral de su Capilla.
El Simpecado vuelve a Casa, ya suenan las guitarras y las voces trianeras cantan y nuestro alma llora por que "Te saludamos Blanca Paloma, te saludamos Madre de Dios...", y ya sólo quedan los recuerdos que durante todo un año nos acompañará y que pasan por nuestra cabeza mientras cantamos la Salve,"...si algún día tu senda dejamos, llévanos al redil con tus manos..." y sonarán los vivas de rigor, mientras nos acercamos a besar el Simpecado y suenan las voces trianeras que que cantan aquello de "Adiós Blanca Paloma, Adiós Tesoro Marismeño..."
Pero sabemos que el Adiós no será hasta el año que viene, porque ya esta mañana pasaremos por su casa para rezar el Ángelus al son de un Dios te Salve maría, Sol y Rocío y cada noche su medalla velará nuestros sueños a la espera de un nuevo Pentecostés...

Fotografía: J. Corchero

miércoles, 3 de junio de 2009

El Betis, el último romanticismo


Porque eres mucho más que alguien que vive en la calle Jabugo, porque eres mucho más que once tios vestidos de verdiblanco, porque eres mucho más que un descenso a segunda, porque eres mucho más que todo eso...
Porque eres mucho más que eso que nos hace ir a verte cada domingo al final de la Palmera, porque eres mucho más que aquellas lágrimas derramadas una noche calurosa de Junio en Madrid junto al Manzanares, porque eres mucho más que una bandera en el Gol Sur o el sentimiento que une generaciones que pasan de padres a hijos...
Ahora es cuando nos tendrás, como nos tienes siempre, porque serás cuando más nos necesites, apilados como balas de cañón, para animarte como te animaron otros ayer, mucho más que un Manque pierda o el Mucho Betis, porque eres mucho más que todo eso, siempre Betis, nuestro Betis, siempre.
Porque eres mucho más que un equipo de fútbol, simplemente porque tú siempre eres y serás mucho más que las cinco letras que nos ponen la carne de gallina cuando te vemos en cualquier lugar alejado de la ciudad, quizás porque tú eres el romanticismo hecho balompié...
Por todo eso y mucho más, aquí estaremos siempre para seguirte, porque tú simplemente eres eso que no se puede comprar con el dinero de un usurero, eso que no será nunca capaz de igualar los títulos de otros, y es que tú eres mucho más que todo eso, tú eres nuestro Betis y a veces no hay palabras para describir lo que se siente al ser tan tuyo como las trece barras, o el mostachón con las dos B de tu escudo.
Por eso estaremos el lunes en la Plaza Nueva, para demostrar que el Betis es mucho más que ciertas cosas, el Betis que nos legaron, el Betis que legaremos, que el año que viene jugará en la División de honor, porque ya es un honor para la liga Adelante o como se llame, tener al Betis entre sus equipos.

martes, 2 de junio de 2009

Un año en los carteles


Como pasa el tiempo, un año ya desde que nos sentamos delante de la pantalla del ordenador y decidimos dar rienda suelta a todo eso que un día callábamos.
Como pasa el tiempo desde aquel día, en que este aprendiz de novillero de tantas cosas, se presentó con la muletita muy planchada en el centro del ruedo de unas cuartillas en blanco con el firme propósito de publicarlas y citar con ellas al toro de la vida.
Es por eso que de espalda a la barrera, a la antigua usanza, brindo a todos aquellos que esperan mis letras cada día, a quienes disculpáis mis torpezas y hasta mis `espantás´, pues como dijera Rafael el Gallo, las broncas se las lleva el viento y las `cornás´ se las lleva uno, y es que a veces duele saber que puedes lastimar a personas que aprecias y quieres, por decir lo que consideramos nuestra verdad.
Así que no lo digo más, gracias a todos aquellos que me seguís, que no hay cosa mejor en esta vida que el sentirse correspondido y cada vez que leo un comentario o se que hay quienes entráis y comentáis que nos seguís, nos hacéis sentir, como si saliéramos por la Puerta del Príncipe.

Y llegaste


Llevaba tanto tiempo esperando ese momento, que cuando te vi acercarte entre la niebla y el rocío mañanero, sólo pude romper en sollozos...
Los trianeros aguardábamos junto al Simpecado y Tú, venías a lo lejos, vestida de sol, apartando las brumas, entre las tibias luces del alba que ya iluminaban los cielos ...
Cuanto soñaba volver a verte por Triana, cuanto tiempo había esperado tu llegada desde aquella ya lejana última vez, en que te vi volar, Paloma, por el Real.
Fue por ello que agarrábamos con fuerza ese cordón verde de nuestra medalla que es el nexo que nos une a ti en esas oscuras madrugadas, que cuanto sabe ese cordón de nuestras cosas, para que tu Rocío, nos empapara con tu luz.
Volvíamos a escuchar el sonido del campanil que te llamaba, rezábamos la Salve que Pablo, ese joven pastor que Tú pusiste un día en el camino de los trianeros, nos dictaba y el Simpecado aguardaba para traer a Triana la gracia de tu Rocío…
Tanto tiempo esperando que llegaras que cuando llegaste la emoción nos pudo y ya sólo sueño con volver a verte llegar, entre dos luces a Triana y enseñarle a quien viene, sangre de nuestra sangre, a quererte como un día aprendimos a quererte.

Fotografía: http://www.sienteconlamirada.com/