martes, 26 de julio de 2011

Simplemente una forma de ser



Para Diego, que no le gusta la Velá

Vuelve la vida a correr en estos días por el palo de la cucaña, buscando el premio de la bandera que un día ganamos, esa bandera que grita a los cuatro vientos cuanto somos de ti, cuanto necesitamos de la brisa que sube con la mareita a esa hora incierta en que el sol ya busca el cerro de Santa Brígida mientras deja sus últimos reflejos en el vidriado remate de tus azoteas, donde ondean las blancas coladas que antes huían del aroma y del humo de tus tejares, hoy dormidos para siempre y que sólo vuelven a humear en la letra antigua de la soleá del Arenero, con el sabor inconfundible del Zurraque.
En tus balcones cuelgan tus geranios, como en las cabezas de tus mujeres, vuelven a lucirse las moñas de jazmines, esas que hoy rechazan las más jovenes, pero que lucen con sapiencia, quienes saben rejuvenecer, como en otros días señalaítos, cuando heredaron la gracia de prederse una moña con la feminidad de lo cotidiano.
Y vuelves a cruzar las calles de tu niñez, las callecitas de tu juventud, aquellas en las que probaste el sabor del beso primero con la fragancia de una dama de noche, callejuelas tranquilas donde un día distes riendas sueltas a las pasiones primeras, allí donde sin querer empezastes a aprender el amargo sabor del amor y el hoy agridulce sabor del primer desengaño.
Todo siempre en tus calles, todo siempre en tu barrio, ese al que no mirabas porque era parte de tu vida y tu parte de su día a día y al que desde que marchaste, sin que nadie te expulsara, vuelves a buscar cada día, como nuestros primeros padres, soñando con volver al paraiso que al otro lado del río tiene un nombre que sólo decirlo te embruja y al que estás prendido como esos exvotos que cuelgan de las espaldas de donde tú bien sabes, porque allí entre aquellos cuatro puntales que lo sostienen, también se sostenía tu vida y se fraguaron nuestros años irreparables.
Por eso tú, sin saberlo, vuelves en estos días con esos jovenes a correr por el palo de la cucaña, sorteando el cebo que lo embadurna como se sortean los reveses de la vida, intentando conquistar el premio de tu bandera, pero sabiendo que aunque no lo consigas te esperan de nuevo las verdes aguas del Padre Betis para acogerte y no hace falta que presuma de ser de ti, porque tú y yo sabemos que somos lo mismo, amor indiviso que no entiende de mitades ni de cuartos como un cartucho de pescado frito (de San Jacinto, por supuesto), el mismo barro que un día tomo el Primer Alfarero para con sus manos modelar en el útero materno a tantos cacharros que una vez cocidos, brillaron a la luz del sol de este lugar que, no hace falta nombrar porque en sus seis letras se encierra mucho más que un nombre, mucho más que tantos tópicos adornados de falsas tamborerías, guitarras y panderetas, sino eso que lo hace ser sencillamente diferente... tú lo sabes, que no es ni mejor ni peor, por que es, simplemente, una forma de ser.

lunes, 25 de julio de 2011

Saldívar, el triunfador olvidado


Tras un fin de semana en que el empacho de información taurina ante la vuelta de José Tomás (JT) ha eclipsado a otras noticias de actualidad más que alejadas del planeta de los toros, con emisoras de radio dando la corrida de Valencia como en tiempos lejanos, con el twitter echando humo y la mensajería de los teléfonos contando al segundo todo lo que pasaba en la plaza, con imágenes de contrabando de la corrida y en donde afortunadamente, también hay que decirlo, se ha hablado y mucho del impacto económico que los toros con la vuelta a los ruedos del de Galapagar ha producido en la ciudad de Valencia, silenciando por algunas fechas a esas otras noticias relacionadas con el toro de cada verano con los heridos en encierros populares, de alguna aparatosa cogida en plazas de toros o para recordarnos que es posiblemente la última temporada en Barcelona.
Pero con tanta información sobre la vuelta de JT, incluida la polémica del palco, que permite que algunos puedan insultar al usía desde las páginas de un periódico de tirada nacional  y quedarse tan pancho, en el día en que como dicen mis amigos valencianos su plaza volvió a ser de primera, por no concederse una segunda oreja que hubiera vuelto a regalar la salida a hombros de un torero y a restar valor al premio de salir a hombros del coso de la calle de Játiva. (Esperemos que no quede en un espejismo de una tarde de verano aunque mucho nos tememos que todo volverá a ser lo que era, tras ver los premios de la feria, donde además de JT triunfa Ponce)
En una tarde en la que junto a JT, por cierto horriblemente vestido de malva y oro con un bordaro con medias lunas, no podemos olvidar que había dos toreros más, una terna que no estaban allí precisamente como meros sobresalientes o como convidados de piedra, si bien había un telonero a la medida, Victor Puerto, que entró para sustituir al herido Juan Mora y el mejicano, Arturo Saldívar, que como gallo en corral ajeno, supo aprovechar su oportunidad y ser el máximo triunfador de la tarde saliendo a hombros del coso, aunque claro de esto no se ha hablado, para que, lo importante eran los tres minutos de primer time de JT en los medios y el momento sublime en que el toro arrollaba al torero de Madrid.
Saldívar, con el lote más potable, salió a dar la cara ante sus dos enemigos, incluso sufrió un susto al ser cogido con violencia en su primero, no se amedrentó en ningún momento y fue a la postre el gran triunfador de la tarde. Desgraciadamente de Saldívar no habla nadie, en cambio de JT y del presidente que le negó el segundo trofeo corren ríos de tinta...

Fotografía: http://torosvalencia.blogspot.com //Paco Ferris

lunes, 18 de julio de 2011

Arza

Contaba mi abuelo que Juan Arza, llegó al Sevilla para hacer olvidar a aquella mítica delantera Stuka de los Torrontegui, López, Berrocal, Raimundo y Campanal, y que no sólo lo consiguió sino que se convirtió con creces en el mejor jugador de la historia del Sevilla, y que su espiritu seguía presente en Nervión muchos años después de que el mito colgara las botas.
Pero aquella leyenda del fútbol era mucho más, como tantas veces nos contaba nuestro abuelo, que una antigua gloria, y aquello lo sentíamos en aquellas tardes de fútbol, cuando nos llevaban al Pizjuán, y los antiguos, igual que otros hablaban en los metinderos taurinos de Manolete, Pepe Luis o de Ordóñez, seguían hablando de aquellas tardes lejanas de gloria en las que el Niño de Oro, era el espejo en el que se reflejaban los niños de la época, igual que nosotros y nuestros amigos, sin distinción de afinidades, nos mirábamos en aquel rayo verde de medias bajas que por aquellos tiempos corría por la banda del Villamarín.
Para nosotros, niños del Mundial de Naranjito, que suspirábamos por parecernos a aquel otro mito de la ciudad futbolística que se llama Rafael Gordillo, Juan Arza, era mucho más que aquella leyenda futbolística de nuestros mayores, porque era también el nombre de aquella tienda de deportes junto a la Campana que guardaba nuestro premio de cada verano, allí adonde llegábamos de la mano de nuestro abuelo y de la que salíamos con aquellas bolsas blancas con balones y letras en negro donde se guardaban aquellas equipaciones de nuestro equipo o de la Selección y aquellos balones de reglamento de nuestros veranos.
Y es que Juan Arza fue mucho más que el máximo goleador de la historia del Sevilla, mucho más que el mejor jugador de la historia de ese equipo, porque posiblemente será para siempre uno de los referentes de la  historia del balompié de nuestra tierra, que no tendría sentido sin su figura, porque tenía la admiración de unos y otros, y es que la calidad de los seres humanos no entiende de rivalidades y sí de señores dentro y fuera de los terrenos de juego.

martes, 12 de julio de 2011

Los encierros que no vemos


En estos días en que más de media España desayunamos frente al televisor para ver los encierros de Pamplona, sorpende y mucho que durante la retransmisión no se haga referencia de porque se hace este traslado público de los toros por las calles de la vieja Iruña y sí den sobrada información sobre el número de heridos de cada encierro o las absurdas estadísticas comparativas del encierro de cada una de las ganaderías en los años anteriores.
Y es que las retransmisiones de los encierros han perdido -además de los anuncios de espárragos de Navarra- la profesionalidad que en otros tiempos no muy lejanos disfrutábamos, ya fuera por las acertadas narraciones y  comentarios de Javier Solano o por la magnífica retransmisión que cada año nos brindaba el centro territorial de TVE en Navarra y que en los años que tuvieron la competencia de Cuatro con el equipo de Manolo Moles enfrente, supieron crecerse con la profesionalidad que les cararacterizaba cada mañana, a pesar incluso de no poder ofrecer imágenes del interior del coso pamplonica.
Ya el año pasado, vimos que con los cambios en plantilla la retransmisión no fue la misma, pero es que lo de este año con apenas tres cámaras en todo el recorrido que sólo emiten la cabeza de la carrera y poco más nos están privando de la emoción de los encierros, y así, sin ir más lejos, no pudimos ver como los mozos llevaron a punta de periódico a un toro descolgado por toda la calle de la Estafeta, quizás si el toro hubiera corneado a alguno de los que allí estaban bien que nos lo hubieran puesto, porque ya se sabe que el morbo vende y más en estas fechas.
Queremos escuchar menos estadísticas y menos entrevistas con "los divinos" y disfrutar del encierro en todo su explendor y por supuesto, recordar que cuando suene el clarín a las seis y media, esos mismos toros que iban arropados a la mañana entre el gentío, serán lidiados uno a uno por una terna de matadores en la soledad del encuentro real entre la fiereza y la razón, donde uno sólo expone la realidad del don más preciado que tiene un ser humano. 
Y por supuesto que si anuncián la repetición integra del encierro, no entre la sintonía del telediario cuando los toros apenas han llegado a la curva de Mercaderes con Estafeta...
(Fotografía: Carlos Arana)

martes, 5 de julio de 2011

El corazón cultural de Andalucía

Hay decisiones en esta vida que por mucho que la intenten justificar no tienen justificación posible y menos cuando las posibles respuestas pasan por el aro de la política, y así bien pareciera que la no designación de Córdoba como capital cultural para 2016 hubiera sido como un jarro de agua fría sobre tantas ilusiones que se habían forjado sobre un trabajo serio durante diez años que había calado en la ciudadanía.
Bien pareciera que a Córdoba, pero también a las otras ciudades candidatas, les hubieran robado la cartera
de la capitalidad cultural bajo la justificación de que la elección de San Sebastián, una ciudad que nos encanta todo hay que decirlo, pero que en las actuales circunstancias dudamos mucho que fuera el mejor exponente de la cultura española.
Pero volviendo a Córdoba, la no designación tira muchas ilusiones por el puente (romano) y deja un sabor agridulce de tanto como hasta la fecha se ha estado realizando, pero Córdoba es mucho más que una capitalidad cultural, mucho más que una marea azul, mucho más que el foco de referencia cultural que ha desarrollado durante estos últimos años, por eso hoy quitamos de nuestro balcón la banderola azul que tenía este blog apoyando la capitalidad cultural pero ponemos este corazón azul que tiene que seguir latiendo, porque Córdoba es mucho más que la capitalidad de un año, porque es la cultura misma que lleva el padre Betis saltando en sus aguas, la perla de las tres culturas que vió nacer bajo su cielo a quienes habrían de iluminar al hombre en su época y que hoy por los designios de la politica no puede ni debe dejar de ser ese corazón cultural de Andalucía que admiramos y sentimos como propio.

domingo, 3 de julio de 2011

Tiempo de silencio

Hay veces en la vida en la que aunque todo parezca sobre ruedas, debemos de tomarnos un tiempo de reflexión, o hacer bueno el nombre de aquella novela, barroca y complicada de Luis Martín Santos. Sois muchos los que os habéis preguntado por la falta de entradas en este blog, muchos los que me insistíais por la calle para que compartiera mis sensaciones sobre el famoso indulto de Arrojado en la Maestranza tras la faena de Manzanares; que os contáramos lo que vivimos la tarde del mano a mano de Morante y Manzanares en Jerez de la Frontera o los que echabais en falta los habituales comentarios del Rocío o del Corpus.
Hay tantas cosas que se han quedado en el tintero, desde los indignados del 15 M al triunfo de Juan Ignacio Zoido en Sevilla, desde el ascenso de mi Betis -campeonando en la división de honor donde ha militado estos dos últimos años, porque para cualquier categoría es un honor tener al Real Betis Balompié ya sea el primer equipo o el equipo de benjamines-, los venticinco años de un cantante que para quien esto escribe fue muchas veces más que un cantante de cabecera hasta esa última cántara que derramó agua sobre un jarrillo para beberse la vida... Tantas cosas hemos callado que hasta nos ha venido bien este tiempo de silencio.
Así que hoy, renovado con las ilusiones nuevas que florecen cada día, volvemos a abrir los viejos candados que cerraban los cancelines y volvemos a buscar la senda que dejamos esta primavera.