lunes, 27 de diciembre de 2010

Saudade


Pasaron por el dietario de nuestras vidas  los días, las semanas, los meses e incluso los años intentando llenar el vacío de vuestras cosas, de vuestras ocurrencias y de vuestras historias con chispazos, retales o incluso retablillos que hacían tener el recuerdo de la nostalgia siempre encendido…
Sí, ya se que es ley de vida, y más en estas fechas cuando vuestro vacío se nota en nuestras mesas, aunque sin quererlo unos vamos tomando el lugar que un día ocupasteis y quienes sólo os conocerán por nuestros recuerdos se sentaran en aquellos lugares que nosotros ocupábamos entonces.
La vida pasa, pero el perfume de la flor de ausencia permanece, en quienes no sólo hoy os recordamos, a pesar de los días de luces que nos llenan de nostalgia y que nos traen el triste trino de los pájaros como dulce música de vuestra marcha.
En esta tarde fría nos hemos llenado de melancolía y hemos buscado en el solitario banco de la plaza eso que en Portugal (Estoril siempre de nuestras vidas...) definen como Saudade.

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