lunes, 29 de septiembre de 2008

La lluvia los devolverá

Como cada año por Septiembre, las primeras lluvias me han traído tu recuerdo, recuerdos colegiales de los primeros días de uniforme, recuerdos que no se borran porque las primeras lluvias del otoño están por siempre ligadas a ti, en aquella vuelta del Colegio, en los que yo iba a ver a alguien y me encontré por casualidad contigo, como olvidarlo aquel día en que cruzamos más de las cuatro palabras que acostumbrábamos…
Recuerdos aquellas gotas de lluvia que caían por los tejados de tu casa directamente a mi cabeza, ¿quién sería el arquitecto, verdad? De aquella conversación de mil chorradas, de aquellas carpetas forradas con papel de Maspapeles de la calle Zaragoza, de aquella foto del Calvario, de aquella Giraldilla, de la palma en tu balcón, de aquella conversación en los escalones, de aquel poema de "La Calle de Placentines , estrecha y larga parece..." de mi camisa de rayas completamente empapada.
Como olvidar aquella gran mojada que me acercó a ti, y la letra de aquella canción de Duncan Dhu escrita en un separador de la carpeta ¿te acuerdas como yo de aquello de la lluvia cae sobre el suelo gris… y del aroma de los mojados plátanos de indias de tu calle?
Como han pasado los años y hoy cada uno anda por su lado, quien sabe donde andarás, son las cosas que nos depara la vida, pero las primeras lluvias del otoño, han vuelto a golpear este año, como cada año, los cristales de mi alma, y me han traído como cada Septiembre tu recuerdo que viene asociada con ellas…
El recuerdo del primer gran amor, ese que no se olvida, ese que un día te hizo llorar y reír, ese que un día fue una herida que sangró tanto que casi se te iba la vida por ella y que hoy, con el paso de los años es simplemente una cicatriz, casi inapreciable de la que te ríes al contemplarla desde la distancia del tiempo.
Las primeras lluvias otoñales golpean en los cristales de casa, suena el viejo disco de Duncan Dhu, y te sonríes pues al final ves que aquella canción llevaba razón, la lluvia te devuelve los recuerdos de aquellos buenos tiempos…
Llueve en Sevilla, y el agua salpica los cristales de las ventanas de mi casa, mientras suena aquello de:
"Pero espera, descuida, y ya verás.
Los buenos tiempos volverán.
Pero espera, descuida, que ya vendrán...
la lluvia los devolverá"

Por San Miguel, suspensiones...


Si no tuvimos bastante con las tres suspensiones por el estado lamentable del albero de la pasada feria de Abril, escándalo incluido con el cese de un Presidente que veló por los intereses del público por encima de la intención de los espadas de tirar para adelante con el paseillo, el remate de la temporada lo han sido las suspensiones de los dos festejos mayores del abono por el mismo motivo que en Feria y que como ya ocurriera en la novillada suspendida en Abril, la autoridad para salvaguardarse y que no le ocurriera lo que a Pulido, lo remataron con el paseo de la tradicional tablilla con la siguiente leyenda “Por unanimidad de los espadas, Suspendida”.
Seis suspensiones en Sevilla por la misma causa, son muchas suspensiones en una temporada y a pesar de las promesas de que se arreglaría durante los meses de verano, está muy claro que no se ha hecho absolutamente nada.
Ahora nos sacan el comentario de que los plásticos no daban resultado, cuando realmente lo han dado toda la vida, porque efectivamente antes se colocaban y sólo había que tapar algunos charcos que se podían arreglar con unos cuantos operarios, los mismos que ahora son completamente incapaces de arreglar todo el barro que provoca todo un día y una noche de lluvia.
Pero en el fondo de la cuestión también anda la existencia de un seguro que antes no existía y que ahora cubre las suspensiones, con lo que en parte se asegura el desaguisado de la devolución de las entradas.
En otro orden de cosas tampoco debemos de olvidar que los carteles de San Miguel se programan en Febrero y llevamos años con sustituciones, que aunque en esta ocasión se han rematado con calidad, Morante por el enfermo Manzanares, otros años nos hemos tragado sustituciones que sobre el papel no eran ni mucho menos comparables.
Pero como aficionado, a pesar de nuestro malestar con la empresa y con la propiedad del coso por el asunto del mal estado del piso de la plaza, debemos de quedarnos con lo único que nos ha satisfecho este fin de semana y es con el excelente toreo que el palaciego Pepe Moral le recetó al magnífico novillo de Guadaira en la novillada del pasado viernes.
Esperemos que la oreja, que bien pudieron ser dos de no mediar la defectuosa colocación de la espada, le sirvan para que este buen novillero pueda volver a ser ese torero en que tantas esperanzas se pusieron cuando el pasado año fue el máximo exponente de la novillería con vista a un próximo doctorado que bien pudiera ser en Sevilla y en plena feria de Abril, esperemos que esta vez sea sin lluvias ni suspensiones.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Nocturna de Rinconcillo


Con la ilusión de un novillero, volví anoche al Rinconcillo, para volver a reencontrarme con pavías y coroneles, bacalao con tomate y espinacas con garbanzos… Allí en un cartel al que se había apuntado mucha gente sólos, cual tres mosqueteros sin D'Artagnan, brindamos, coroneles en altos y una compañía de soldados sobre la caoba churretosa, el ilustre Canónigo, el Guardián del Postigo del Aceite y este modesto matador.

Allí reímos y soñamos cuando nuestra pasión verdiblanca supo acallar a todo un gran campo frente al equipo de la Ciudad Condal, aquella que aún sigue soñando con el apasionado idilio entre su afición, Idilico y José Tomás, lástima que al final brindáramos por el manque pierda con coroneles llenos de Valdepeñas…

Así pasó la noche, hablando de todo y por todo, desde Roma y el Trastevere, de la naturaleza muerta de quien se deja los pavías a medio comer y las tortillas a medio empezar, de los fantasmas de esta ciudad, los que se pasean por sus calles y los que se pasean por las casas de algunos encendiendo y apagando luces de garajes y poniendo y quitando aparatos de radio y televisión para canguelo del personal, de los carteles que se cobran y de las fotografías que no, tanto que al final terminaron los coroneles multiplicándose en los espejos mientras a nuestro alrededor daban cuenta de esparragos rebozados…

Del establecimiento varias veces centenario, salieron los tres actuantes por su propio pié, lo que no es un milagro pero sí una pequeña odisea, pero eso ya fue harina de otro costal, costal de manta de viejos costaleros de la Puerta Osario de los que se reunían en El Punto con Vicente Pérez Caro antes de sacar a Santa Lucía.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Escuchando a Manuel Vallejo


Paseando por la calle San Luis, casi llegando a San Marcos, me encontré con el azulejo de Manuel Vallejo en su casa natal de la calle Padilla y por aquello de la Bienal de Flamenco y de sus recorridos culturales me vinieron a la memoria los sonidos de aquellos viejos discos de flamenco de mi abuelo, donde primaban sobre todo los de Vallejo junto con aquellos otros de El Carbonerillo o los de Manolo Caracol…
Manuel Jiménez Martínez de Pinillo, en los escenarios Manuel Vallejo,perteneció a la denominada Opera Flamenca dentro de la Edad de Oro del flamenco, y tras obtener la Copa Pavón en 1925 recibió la II Llave de Oro del cante de manos del mismísimo Manuel Torres un año después, en plena polémica con Centeno.
Pero para muchos aficionados, Vallejo fue mucho más que los datos anteriores, fue el espejo donde se miró una generación de cantaores, ya fueran profesionales o aficionados, en Vallejo se vertían las enseñanzas aprendidas en la Alameda en el kiosco del Pinto o en los cafés cantantes.
Vallejo modernizó la bulería, dándole el canon actual, si bien fue por seguiriyas el cante que mejor y más sentía como propio y la saeta su estandarte.
Devoto del Señor del Gran Poder, mi abuelo nos contaba de aquel año en que por circunstancias de la época no hubo Cofradías y cumplió su promesa de cantarle al Señor aquella saeta que está ya grabada a fuego en mi memoria:

«Descubrirse, hermanos míos,
vamos a hincarnos de rodillas,
que ahí dentro está el Gran Poder,
honra y gloria de Sevilla,
que no nos lo dejan ve!».

martes, 23 de septiembre de 2008

La coherencia de Ricardo Suárez


Sabíamos que Ricardo Suarez era consecuente con sus ideas, y lo sabemos sobradamente y hasta en carne propia, por eso cuando conocimos la noticia de que había rechazado el cartel de la Semana Santa sevillana por que no había remuneración no nos sorprendimos, ni mucho menos.
Lo que realmente nos ha sorprendido, quizás es el hecho de que el Consejo no hubiera tanteado previamente al pintor, como si hicieron los anteriores Consejos en casos como los de Carmen Laffón o Teresa Duclós, o el sofocón de algún consejero ante la negativa de Santiago del Campo, cuando ya había sido publicamente nominado, aunque la sangre finalmente no llegó al río, (y eso que estaba bastante cerca...), que nadie hubiera recordado las multiples declaraciones de Ricardo Suárez en este sentido, (será que en este consejo no hay quien confecciones dosieres), demuestra que este Consejo aún está muy bisoño en ciertas cuestiones, y sorprende aún más porque este Consejo está más que próximo a gente que conoce perfectamente al pintor con estudio en la Puerta Real, el cual siempre ha defendido que el cártel tuviera una mínima remuneración.
Desde nuestro Soberao felicitamos y aplaudimos a Ricardo Suárez por su coherencia y le deseamos lo mejor al elegido, el profesor Huguet Pretel.
Curiosamente la clave del cartelista ha estado muy cercana a la Plaza del Museo...

lunes, 22 de septiembre de 2008

Campanas de boda


Hay veces en la vida en las que todo aquellos que has aprendido y vivido junto a tu familia parece pasar ante ti, como si fuera el AVE. Eso nos pasó el pasado sábado, porque ante nuestros ojos pasó la historia de nuestra vida, esa de la que mis hermanos son parte inseparable.
Pensamos, cuantas veces a lo largo de nuestra vida hemos pasado por la puerta de ese Colegio de niñas de Triana, cuantas veces nos cruzaríamos con esa niña de uniforme que lucía blanca y radiante, todo eso y mucho más, mirabas a tu alrededor y veías a las personas queridas, esas con las que compartes la sangre, las ideas y los sentimientos, allí estaban todos, incluso los que ya no están físicamente con nosotros, allí estaban sus amigos para acompañarlos y la vida entera pasó ante nosotros…
Catorce años en esta vida, son toda una vida, por eso cuando mis hermanos se unieron ante Dios para formar un proyecto de vida en común, tras entrar del brazo de nuestros padres en aquella Capilla, muchos recuerdos se agolparon en nuestra memoria, en la que repicaron campanas de boda, cuando ya convertidos en marido y mujer salieron a la calle San Jacinto.

Enhorabuena y pasadlo bien en Nueva York…

viernes, 19 de septiembre de 2008

Tu última noche

Esta noche, querida habitación, será la última en la que alguien de nosotros dormirá en ti, a partir de mañana, ya nada será igual, como dejó de serlo hace ya casi dos años...
Esta noche será la última para ti, en ti hemos compartido sueños, juegos, estudios, esperanzas, discusiones, abrazos, lágrimas, risas, canciones, ordenadores... tantas cosas desde aquella primera noche de la que ya casi ni me acuerdo en que me depositaron en ti, y a la que poco tiempo después llegó quien hasta esta noche será tu último morador.
A partir de mañana ya nada será igual, en tus rincones estaran siempre los juegos de aquellos niños, en tus paredes quedaran siempre los agujeros de los posters y los cuadros, esde tu ventana veremos siempre el atardecer de nuestros sueños.
A ti querida habitación hoy te dedico mi soberao, por que esta noche vivirás la última noche en que uno de nosotros dos, tus únicos moradores, dormirá en ti, hace dos años me despedí de ti y mañana él, como yo entonces, lo hará también.
Ya nada será igual desde mañana, es ley de vida, pero para siempre serás en casa, la habitación de los niños y para nosotros dos nuestra habitación.

Arte en Espartinas


Tres toreros, tres conceptos de arte, tres cuerpos cosidos a cornadas, cornadas de las de verdad, de las que buscan al Pater para dar los dantos oleos, tras partirse los muslos y algo más al pasarse los toros más cerca que nadie, tres toreros de verdad, tres toreros capaces de volver loco al personal con sólo un trincherazo o un quiriquiquí o un molinete, para llenar el orbe taurino de carteles…

Que no me cuenten milongas ni historias raras, tres toreros como Ortega Cano, Pepe Luis y Julio Aparicio en un cartel pueden desparramar maestría, naturalidad y arte sobre el albero de Espartinas, y algunos me diran, - y miedo mucho miedo… Pero es que el miedo es innato de los humanos y el arte es sólo propiedad de los artistas.

Esperemos que el tiempo no impida la corrida y que si la impide nos permita eso ya tan complicado, por causa de los seguros, de que la aplacen para que podamos disfrutar de la terna en Espartinas.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Silbadores

(Fotografía: Antonio Sánchez)

Acudimos el pasado sábado a ver a la Virgen de la Luz de San Esteban en ese momento magnífico en que el cortejo buscaba tomar la calle Calería por la calle Imperial. Interpretaba tras el paso,la banda de las Cigarreras, La Macarena de Emilio Cebrián y parecíamos volver a otras épocas cuando el paso avanzaba entre nubes de incienso junto a los muros de la Casa de Pilatos, nos separamos un poco para ver aún mejor el trabajo de los que venían y podían con ese magnífico paso de Castillo Lastrucci, que al contemplarlo nos trae recuerdos de otras obras donde estuvo la mano de tan prolífico autor, pero toda aquella suntuosa belleza, toda aquella maravilla que traía la Virgen de la Luz con su manto de tisú celeste, se nos vino abajo, entre los dieciocho fotógrafos que cual bosque de ciriales de la Sagrada Mortaja dificultaban la visión y sobre todo con los que han tomado la moda de tatarear o silbar al compás la marcha, y es que como exclamaría un castizo, ahora autodenominados rancios, ¡Hay derecho a esto! Entonamos nuestro mea culpa particular porque puede que alguna vez inconcientemente hayamos podido tatarear mentalmente la marcha en la cabeza pero, no es menos cierto que estas formas sólo sirven para preguntarnos a que van algunos, de otros por sus condiciones ya sabemos que van a ver a si se convierten en judios como cada fin de semana, pero imaginaros por un momento que vais a la Opera y el tío de al lado se pone a cantar o a silbar lo mismo que interpretan en el escenario, la verdad es que la cosa pierde, y con estos silbadores perdemos todos.

martes, 16 de septiembre de 2008

Sentencia


La otra mañana por motivos estrictamente profesionales tuve que acudir a la calle San Fernando y a la vuelta sentí necesidad de entrar en la antigua Fábrica de Tabacos, y en una de las paredes de la Facultad de Derecho, encontré esta sentencia de leguleyo que me trajeron recuerdos de otros tiempos, de aquella carpeta de sabor taurino, de aquellos apuntes, de ella y de sus paranoias, de aquel Aula Magna, de aquella niña que me huía con su carpeta cofradiera, de aquella otra con la que crucé tantas miradas sentado en aquella Biblioteca del Rectorado y con la que jamás cruzamos una palabra, de las tertulias taurinas, de los cafés en Derecho o en Guadalprado, de Alfredo y sus historias de tuna, las ocurrencias de Guillermo, de mi compadre y sus cosas del Betis y San Isidoro, de volver a casa con Ramón comentando mil historias... de un plumazo recordé tantas cosas y pensé si realmente entonces fui yo, quien había perdido el juicio…

Gracias a mi Catedrático, hoy se que la vida sigue y no se para, y que por mucho que te estanques y entonces perdieras el juicio, siempre se abren nuevas puertas y oportunidades en la vida que te demuestran a ti mismo lo que puedes llegar a valer.

lunes, 15 de septiembre de 2008

El fin de la frivolidad veraniega


Con el 15 de Septiembre, vuelven los uniformes y los colegios, vuelven los atascos de quienes han tenido la suerte de apurar sus vacaciones, vuelve la rutina cotidiana a la ciudad de los madrugones y el café bebido y retomamos las costumbres que muchos dejaron el ventitantos de junio…

Como nosotros no íbamos a ser menos, al caer en el calendario el día de hoy, nos hemos desprendido, más bien rasurado, de eso que cierto amigo denominó frivolidad veraniega, capaz de llenarte una muñeca de pulseras, andar durante estos meses, cuando las circunstancias lo requieren, en zapatillas de esparto y camisas por fuera o guardar cuando llegó Junio el reloj en la mesilla de noche...

Así que ya sabéis, hago público que esta mañana puse fin a mi frivolidad veraniega, esa que de haberme colocado una tiara en la cabeza, podía haber terminado formando parte de cierto sanedrín de un paso de nuestra Semana Santa…

domingo, 14 de septiembre de 2008

Un cuento Bofetero


Erase una vez un Martes Santo, un día radiante, en que la Plaza de San Lorenzo estaba llena de alegría, la cola del besamanos del Gran Poder, era inmensa y el paso de palio de la Virgen del Dulce Nombre, parecía esperar impaciente las horas para echarse a la calle, aquello era una felicidad increible, los hermanos comentaban lo vivido en los días anteriores, algunos se saludaban después de un año de no verse, en los corrillos que se formaban en la plaza se vivía la inmensa felicidad de una mañana de Martes Santo...
De pronto, el cielo azul se cubrió de nubes y el viento trajo las primeras gotas de fría lluvia de primavera, con ellas se fueron las caras de felicidad de quienes aguardaban en la Plaza y algunos, esos hermanos de todos los días, para quienes su trabajo era la superación para merjorar cada año el patrimonio y las formas de sus Cofradía, rompían a llorar... si amigos todos lloraban, y con la lluvia nuestra alegría se tornaba en angustia y en tristeza, así andabamos cuando las primeras noticias del resto de las Hermandades empezaban a ser bastante pesimistas, ya el Cerro se volvía sobre sus pasos, Los Javieres y San Benito decidían no salir, San Esteban pedía prorroga, Los Estudiantes se quedaban en el Rectorado y así una a una el resto de las Hermandades del día...
Se acercaba el momento de vestirnos de nazareno y nuestra felicidad anual, se tornaba en desgana, la tristeza golpeba el cristal del parabrisas y la ilusión la perdíamos al ver llorar incesante al cielo de Abril, llegamos a San Lorenzo y las caras eran un autentico poema...
Entonces salió nuestro Hermano Mayor y tomó la palabra para tranquilizarnos y decirnos que había un rayo de sol dando sobre la veleta de la parrilla de San Lorenzo, aquello fue un rayo de esperanza al que agarrarnos que se transformaría en jubilo inenarrrable cuando se abrieron las las puertas de San Lorenzo y salió la Cruz de Guía, si bien nunca podremos olvidar aquellas palabras del Mayor que momentos antes pedía tranquilidad, y tras asegurar que no iba a llover, hizo la ya aquella histórica muletilla de: "pero si llueve el agua sólo moja..."
La luna de Parasceve parecía brillar con más fuerza, y tras salir junto a Jesús ante Anás tomamos la calle y allí aguardamos ese momento en que palio abandonó la plaza a los sones de Virgen de las Aguas... así salió el Martes Santo de 2003, quizás uno de los días más felices de nuestras vidas, y colorín colorado, este cuento hecho realidad se ha acabado...
Esperamos que como a nosotros entonces, este final os haya gustado...

Coda final: Durante tres días y un epílogo hemos escrito este triduo a nuestra Hermandad con motivo de sus cultos a la Virgen del Dulce Nombre, van dedicados todos ellos a los hermanos que nos precedieron, a los que hacen la Hermandad del día a día, pese a las diferencias y a los que vendrán.

Nazarenitos Bofeteros


(A mi hermano,
nazareno del Dulce Nombre)

Hoy como ayer, pero también como mañana, ellos volveran a ese tramo del que tú y yo un día formamos parte, en sus caras está la alegría de saberse de la Bofetá, algunos de ellos, ya lo sabes, se pelearan con sus madres, al igual que tú y yo hicimos, porque no quieren que le pongan los imperdibles al capirote, (por que así nunca irá un nazareno de Sevilla), unos no llegaran casi a la Gavidia y otros se enfadaran con sus padres porque los sacaran de la cofradía al llegar a las sillas y a regañadientes veran pasar esa Cofradía de altos nazarenos negros a la que llaman Santa Cruz.

A algunos no le encenderán el cirio para que no se quemen y otros buscaran las vueltas a sus padres, al diputado y a quien menos te imagines para empinar su cirio al del nazarenito de atrás para encenderlo, e iran, como tú o como yo entonces, poniendo perdido de cera a media cofradía, otros iran con sus varitas, esas varas heredadas que un día salieron de un arca de la Orden Tercera en San Antonio y que ya usaran aquellos primeros nazarenos de la Bofetá...

Y no te podrás olvidar de los caramelos, de las estampitas y hasta del bocata de jamón de la abuela...

Ahí teneis al futuro de nuestra Hermandad, nazarenitos y navetas, algunos aún ni andan, de ellos es nuestro futuro, ellos son los herederos de ese patrimonio material e inmaterial que un día nos legaron, y del que sólo podemos esperar estar a la altura para saberlo transmitir.

De ellos será un día ese sitio qúe hoy nos toca cada Martes Santo, ellos son hoy esos niños que un día fuimos en aquel primer tramo, y algún día, esperemos que muy lejano, cuando ya no estemos en el San Lorenzo de aquí abajo, nosotros saldremos con ellos, pues ellos seran los portadores de aquello que un día les legamos, amaran a su Hermandady enseñaran a sus hijos aquellos que un día nos enseñaron y que no es otra cosa que lo importante que era el sentirse y ser de la Bofetá.

(Nota: Este mensaje debería de haberse subido ayer día 13 pero Blogger no nos dejaba)

viernes, 12 de septiembre de 2008

La mudá


Aún estaba fresca en las calles la cera que regaron los nazarenos y los neumáticos de los 850, los 127, el Simca 1000 y los R4, chirriaban igual que chirrián ahora los de los coches de hoy.
Era el sábado de la semana más triste de la ciudad, y tocaba hacer la mudá del paso y allí estaban todos, al igual que en aquellos tiempos en que la gente de la Hermandad se iba del banco para La Torrecilla en Triana y acompañaban a la mole del paso desde San Antonio.
Ya se había acabado la mudá y alguien dijo"-ponerse, que vamos a echar una foto..." y quedó para siempre el recuerdo de aquel día en que para siempre me quedé con el costal puesto...
Ahí están reflejados muchos de los que fueron la Hermandad de mi más tierna infancia, desde Enrique a Jesús, pasando por Manolo, Juan Antonio, Nicolás, Antonio Urbano, Nacho, Paco Carreño, Juan Reina... y ese aguaó de arte, con su cantaro y sus jarrillos que era el Canario, y por su puesto, mi tío y mi padre, y junto a mi, mi hermano, el otro costalerito bofetero...
La vida pasa y muchos ya no están con nosotros, pero siempre nos quedará el recuerdo de aquel día de la mudá que quedó inmortalizada para siempre, como para siempre quedará en nuestra memoria aquel comentario tan cariñoso de Nicolás cuando nos acercabamos a sus casa de la calle Alcoy y siempre nos decía, "-Niño, dile a tus amigos que tú estás en esa foto..."

Ante ti


¿Cómo fue aquella primera vez que estuve ante Ti? ¿Qué sintieron mis padres cuando me alzaron ante tu imagen, en la más bella ofrenda que unos padres ofrecen a Dios? Estas son sólo dos preguntas, que como tantas otras podría hacerme ante tu hechizo moreno…
Sólo se, que yo soy tuyo desde aquel día, pero que desde aquel mismo día formaste a su vez parte de mi, como la sangre que me corre por las venas, sangre roja sobre el azul de pureza, que como cruz trinitaria ya luciera en mi esclavina de naveta de las sobras de aquel terciopelo azul sobre el que se pasó tu manto.
Soy tan tuyo, que aún recuerdo aquellas lágrimas de emoción cuando cumplí aquel sueño de convertirme en tus pies para que derramaras con tu palio, toda esa gracia sevillana, del barrio de San Lorenzo, que tan bien atesoras, o aquellas otras lágrimas más amargas cuando no comprendía tus designios.
Pero eres mucho más, melodía de violín de Luis Lerate, que repite el Ave María, con sus sones, para recordarnos siempre que tu Dulce Nombre nos espera en San Lorenzo, y es que somos de esa generación que no concebiríamos ya verte en otro lugar que no fuera siempre en tu Parroquia o en tu Plaza.
Eres tan de mi casa, que lo primero que entró en ella, fuiste Tú, para que tus ojos velaran el hogar que iniciábamos, eres tan mía y de mi gente, que sólo hay que ver los nombres de las mujeres de la familia, para darse cuenta de cuan importante eres para nosotros. Has estado siempre tan ligada a mi que aún recuerdo aquellos cuentos que me contaban de un Martes Santo en la que la lluvia parecía querer desbaratar el día más bonito del año, pero que siempre, para tornar las lágrimas en la sonrisa, acababan como aquel Martes Santo de 2003, (quien me iba a decir a mi, que ese cuento un día se haría realidad), fuimos tan tuyos desde siempre que ya en el Colegio nuestros nazarenos, en clase de trabajos manuales eran de cola de papel blanco, frente a aquellos tan vistosos de capas de colores hechas de papel charol.
Hoy 12 de Septiembre, día de tu festividad, mi modesto Soberao se llena con tu Dulce Nombre y como cada día, vuelve a mi cabeza la melodía de esa leyenda que a manera de divisa llevamos grabada en nuestra alma:
“Dulce Nombre de María, se la salvación mía”

jueves, 11 de septiembre de 2008

Curro


La tarde septembrina va cayendo lentamente tras el humo de los tejares de la Vega de Triana, las vísperas de la vuelta a los colegios se respira en este año diferente y es que en unos días todo será distinto, pues ya no volverás a ir con tus hermanos a ese Colegio al final de la calle San Vicente, pues ya eres mayor y vas a entrar en el mismo colegio trianero en el que un día estudiaron tu padre y tus tíos, ese Colegio al que pronto te acompañará también tu hermano y del que nunca olvidas aquella cita de D. Bosco que has hecho emblema propio de “Ser buen cristiano y honrado ciudadano”.
Esta tarde de Septiembre, no es como las anteriores, pues es el primer día de Triduo de la Virgen del Dulce Nombre, y mientras los mayores atienden al culto, os han dejado salir a la plaza para jugar con algunos de los que de momento son aún tus compañeros de las Mercedarias.
Ahí estáis de nuevo corriendo alrededor de las palmeras de la plaza, Pablo, Juan Carlos, Currito, Enrique y tú, en la felicidad febril de vuestra corta edad, bajo la siempre atenta mirada de las madres que se sientan en los bancos de piedra de la plaza más bonita del universo.
De pronto la sed os llama, y como no tenéis edad para entrar en el Sardinero a pedirle a Juan un vaso de agua, hay que buscar a alguien para que os solucione el entuerto, y es en ese momento, que tras de las cortinas rojas de la Parroquia, salen los sonidos del órgano con esos sones de una marcha de Lerate, es la comunión y Curro, eterno capillé de tu Hermandad, esta sentado dentro del casinillo, la capilla encendida, las telas azules y granas, los candeleros de promesa del Mayor Dolor, la Cruz de guía en el altar central de la Capilla supliendo la ausencia de tu Virgen Dulce…
Entras con el respeto que siempre te enseñaron, y que aún hoy, pasados los años conservas, y tras una genuflexión rápida ante la Capilla Sacramental, buscas a Curro y le pides que te de agua, contigo vienen tus hermanos de la mano, y ahí de la pileta toma Curro unos vasos, que enjuaga primorosamente y os da de beber… Que bien sabe el agua dentro del casinillo, entre aromas de incienso derramado, cabotes de cera y cuadros con fotografías sepias que muestran la Cofradía por la calle Santa Ana...

Hoy, primer día de triduo en San Lorenzo a nuestra Virgen del Dulce Nombre, al entrar en San Lorenzo, creeremos sentir de nuevo, como siempre, la presencia de Curro y recordaras aquellos buñuelos que tanta fama tenían en las fiestas de los Santa Coloma, que un día probaste recién salidos de sus manos, recordaras sus gracias y volveras a ver su sombra reflejada en los azulejos de la Capilla, mientras una devota le ponía al Cristo del Mayor Dolor unas velas en aquellos cereros de promesa...
Hoy, en nuestra memoria, arde una votiva de ánimas a los pies del Mayor Dolor.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sabor de infancia


Hoy he cruzado tus puertas, buscando reencontrar aquel dulce sabor de mi niñez, ya nada es lo mismo, desde aquel día en que ¡oh, casualidad?, las llamas devoraron tu obrador y perdimos irreparablemente para siempre aquellos olores, aquella foto de la titular de esa casa de nazarenos de las Siete Palabras, aquellas maderas de tu vestíbulo y el recuerdo imperecedero de aquellos días en que esperábamos a que se acercara papá de su oficina en la cercana calle Rivero.
He vuelto a entrar, como tantas veces y no he podido dejar de mirarte, he visto en tus moderno velador como una niña se tomaba un batido y no he podido resistirme, tanto que he cruzado tus puertas y me he sentado en una de las mesas que dan a la calle Cerrajería, quizás donde Ochoa sigue siendo más Ochoa en la planta baja y sin pensármelo le he pedido al camarero un batido de caramelo, sabor de infancia, que he recuperado durante ese tiempo, tan corto, como el suspiro de saborear todo la esencia helada que ascendía por la cañita.
Hoy por unos minutos he vuelto a ser ese niño de ayer que hoy disfrutaba de su batido de caramelo, el mismo batido del Ochoa de ayer, que en el Ochoa de hoy, era el mismo batido de caramelo de siempre…

lunes, 8 de septiembre de 2008

El toro de fuego

La otra noche, en Carrión, volvimos a vivir la suelta de un toro de fuego, cuantos recuerdos de aquellas veces que en Umbrete o en Villalba corrimos delante de esos artilugios donde se unía toda la pasión por la pólvora de los pueblos del Aljarafe.
Cohetazos iban y venían al contemplar la traca de bengalas y petardos de esos toros que a algunos gustan esperar casi a portagayola y correrlos cual peculiar encierro de otras latitudes.
Ante el toro de fuego iba toda una chavalería sorteando sus cornadas de cohetes y bengalas que podrían quemar las camisas pero no las ilusiones de la chavalería, aún recuerdo aquella noche que en Umbrete algunos se encomendaban a San Bartolomé al más puro estilo de San Fermín, y cuando llegaba ese momento final en que el toro de fuego suelta el rabo, con las últimas descargas, el goce era indescriptible.
Momentos inolvidables que no se olvidan, el del olor de la pólvora y el del sonido inconfundible del estallido de las ratillas…

La Virgen de Septiembre


El ocho de Septiembre, festividad de la Natividad de Nuestra Señora, es raro el lugar donde no se celebra la fiesta de la Patrona, día de pueblos vestidos de gala y balcones engalanados, día de gente arreglada y procesiones de patronas bendiciendo a sus gentes, días de calles alfombradas y de aromas de nardos entre nubes de incienso.
Así hoy encontramos devociones tan ancladas en sus gentes como Setefilla en Lora, Gracia en Carmona, Consolación en Utrera, Estrella en Coria, Loreto en Espartinas, Granada en la Puebla, Guaditoca en Guadalcanal, Aguas Santas en Villaverde… Y no podemos olvidar de la Cinta en Huelva o de Regla en Chipiona…
Devociones antiguas, de azulejo en las casas, de la foto en las cabeceras de los enfermos, de medallitas al cuello de los niños, ante quien un día se cristianaron, ante la que un día se dijeron un -Sí, quiero..., devociones que lo acompañaron hasta cuando los despidieron y la pusieron de cabecera en la fría lápida de aquel camposanto rodeado de olivares y cipreses que cortaban el viento.
El ocho de Septiembre, vas y contemplas las devociones de tantos pueblos, vuelven con ramos de flores para la Virgen, vuelven porque quieren volver a revivir aquello que un día, desde no saben cuando, por primera vez vivieron, de trajecitos nuevos y primeras pinturillas, como si de un domingo de ramos, como si de un día del Corpus, día grande para tanta gente que vuelven a donde un día salieron, en aquella esquina, junto a aquella casa, donde un día por primera vez la luz vieron, gentes vestidas de azul, madres que se llaman como sus nietas, abuelas que se llaman como sus hijas, nombre que dicen de donde eres y de donde provienes, aromas y sabor de pueblo viejo que reverdece cada ocho de septiembre al paso de una devoción que no cambia por mucho que cambien los tiempos.

jueves, 4 de septiembre de 2008

El mejor equipo de la historia


El otro día, en unas declaraciones del máximo accionista del Real Betis Balompié, con motivo del anuncio del fichaje de Sergio García, comentó que el equipo confeccionado para la presente temporada era “el mejor equipo de la historia”, eso como todos comprendemos está por ver, pero a día de hoy me parece aventurado hacer estas declaraciones, tras los tres años de fatiguitas que hemos pasado, desde que tocáramos la gloria con los dedos en 2005 con la consecución de la Copa del Rey y la clasificación para la liga de Campeones.
Creo que hacer este comentario no deja de ser un brindis al sol que además sirve para tensar la cuerda contra el entrenador Paco Chaparro, el cual desde el primer día ha luchado contra viento y marea, para hacer una plantilla interesante.
Pero si nos remontamos a la historia del Real Betis Balompié, deberíamos de ser justos y momentos de euforia aparte, hacer un recorrido por las grandes plantillas que ha tenido durante su historia esta ya centenaria entidad, debemos así reconocer como en las plantillas que jugaron las tres finales de la Copa del Rey hay jugadores que ya han pasado, de motu propio, a la historia del Olimpo de Heliópolis con letras de Oro, y así recordar aquellas alineaciones que generaciones de aficionados han aprendido de memoria como los de los héroes del 77 con Esnaola, Bizcocho, Sabaté, Biosca, Cobo, López, Alabanda, Cardeñosa, García Soriano, Megido y Benítez, a los que hay que unir los nombres de Rogelio y Gordillo, la alineación de las lágrimas de 1997 con Jaro, Jaime, Vidakovic, Ríos, Merino Finidi, Alexis, Nadj, Jarni, Cañas y Alfonso o la de la final de 2005, con Doblas, Melli, Juanito, Rivas, Luis Fernández; Arzu, Varela, Assuncao, Joaquín, Edu, Dani y Oliveira…
Pero si hay una alineación que por historia, merece ser reconocida como la mejor de la historia centenaria del Real Betis Balompié, está claro que es sólo una, la que campeó aquella Liga de 1935 que tantos sevillanos se saben de memoria de escuchársela recitar a tantos aficionados al Balompié con independencia de filialidad, y que formaron Urquiaga, Areso, Aedo, Peral, Gómez, Larrinoa, Saro, Adolfo, Unamuno, Lecue, Timimi y Caballero.

Aventurarse a hablar y a llamar a una plantilla en ciernes, como la actual sin conocer lo que ocurrirá en el campo, como la mejor de la historia es sin duda una temeridad,sobre todo conociendo como sufrimos con nuestro equipo cada domingo, al que han llegado jugadores con la vitola de figuras del fútbol y que no han rendido como se esperaba de ellos.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Las ferias de Septiembre


Con Septiembre, siempre llegan las ferias de nuestros pueblos, fiestas patronales por la Virgen de Septiembre en sus advocaciones clásicas de Loreto en el Aljarafe con Espartinas a la cabeza y de Consolación de Utrera, las ferias de Écija o Marchena, las ferias agrícolas del verdeo en Arahal o la magnífica de Morón, la feria de Camas o la feria de Coria con su sabor a albures en adobo…
Y en todas ellas, nosotros para disfrutarlas, aún recuerdo aquel año en que mi padre amenazó con montarnos un puesto de turrón, porque no nos dejabamos ni una sin recorrer, era curioso como de feria en feria coincidías con los mismos camareros en las distintas casetas, con aquellos que, cual nómadas, hacen su vida de feria en feria al calor de las luces y los farolillos, con sus calecitas y cacharritos, con sus caballitos ponis y su canguro, con sus turrones y sus garrapiñadas, el coco y las manzanas acarameladas y el gofre… que arte era que ya terminabas saludándolos semana tras semana y no había ni que decirle lo que tomabas porque te veían de lejos y ya te tenían el copazo puesto.
Pero de auténtico arte era, cuando hacíamos la turné por la feria, y como siempre parábamos en los mismos puestos de turrón, comprábamos el kit de John Wayne y nos dedicábamos a la caza de alguna pieza del lugar, con las debidas precauciones con los lugareños,y es que algunos ya llevábamos más ferias y tiros dados que algunas de las escopetas ‘arreparás’ de los feriantes…
Hoy he visto en el soberao la vieja placa y las esposas de una noche dedicada a Corrupción en Miami en cierta feria de Septiembre de la que prefiero no acordarme en su caseta del Casino, y me ha llegado el aroma de los turroneros y los algodones dulces, el recuerdo de aquellas copas de al son discotequero del ritmo de la noche en la caseta de tal Hermandad para que restauraran a la Virgen antes de que se les cayera a trozos y como los montaitos los tomábamos en la caseta de la otra Hermandad para que no se quejaran los del otro bando…
Ya ha llegado el verdeo a los olivares y la uva espera que llegue el momento de ser recogida antes de ser pisada en el lagar, llegan las ferias de Septiembres, con sus toros de fuego y sus mil historias distintas, para disfrutarlas como ayer, para disfrutarlas como siempre.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Volver

Y ahí estabas tú, en mi dulce letargo, volviste a romper el momento en que soñaba que estaba con los pies desnudos a la orilla del mar, al alegre son de tu trompeta, maldito despertador de cada mañana, al que por suerte la última vez que escuché tus sones no fue enlatado en el N70 entre sábanas calientes de un despertar agosteño, y si en vivo, en aquella plaza de toros rodeada de olivares...
Esta mañana has sonado para recordarme que tocaba volver a la rutina diaria, rutina de despacho, que me espera Eduardo Dato arriba, casi en la Gran Plaza...
Pero bajo la ducha recordé aquellos otros amaneceres de este mismo día, vísperas de exámenes en la vieja Fábrica, cruzar al Rectorado bajo la puerta del ángel de la Fama, rutinas de bibliotecas y cafeterías, el son del antiguo reloj en aquel viejo patio, el Ducados apoyado en la fuente, el pasillo de Elaborados, la tertulia hablando del Betis, los chismes playeros en Guadalprado o en el Cristina, la cerveza en la Moneda, la libertad de nuestros veinte años... y por supuesto el ratito a solas con nuestro Catedrático en su despacho.

Hoy he vuelto a la Ciudad, pero también me reencontrado con tantas cosas... entre otras, que curioso, también contigo, viejo ángel trompetero que anuncias la Fama que nunca se alcanza, ahí estás para anunciarme, que tendré un reencuentro con Él, a la luz del atardecer, cuando los rayos de este ya sol de Septiembre, busquen cobijo tras el cerro de Santa Brígida y el cielo se vista de mágicos tonos malvas y dorados, cuando el parque traiga los aromas de sus sombras verdes, en ese momento, se que echaré de menos aquel aroma de picadura de tabaco que la nueva fábrica nos regalaba, (¡ay Altadis, guardián y carcelero de nuestras Cigarreras!) para que no olvidásemos nunca el suelo que pisábamos, todo eso y mucho más, nos espera, pero nada será comparable con el reencuentro secreto que nos aguarda, nuestro viejo y fiel Catedrático, que siempre espera, con su lección eterna, en su despacho de la calle San Fernando.