Cuando aún andan los
alguacilillos, haciendo el despeje de plaza a este 2019 y en la oscuridad
tenebrosa de la Puerta Principal apenas se distinguen las primeras luces del
sol reflejadas en las figuras chispeantes que se lían en los capotes de paseo,
cuando el invierno se refleja en el penacho nevado de los alguaciles, es
buen momento para echar una mirada al continente americano, que es quien a
estas alturas de la temporada marca la hora de la Fiesta y más en estos días en
los que varios países han tenido marchas y actos multitudinarios en defensa de
la tauromaquia y las tradiciones en México, Perú o Colombia.
Y es que no debemos de
caer en ombliguismos, como los que contaba Chaves Nogales de la cuadrilla de
Belmonte, cuando en aquellas latitudes llevaban sus relojes con el horario que
marcaba el reloj de la Catedral o el de la Plaza Nueva, pues no podemos negar
las grandes figuras que a la tauromaquia ha brindado el Nuevo Mundo ni las
grandes faenas que los españoles han brindado en cosos como los de Acho en
Lima, la Belmonte en Quito-con su trofeo de Jesús del Gran Poder-, la Santa
María de Bogotá o la Plaza México.
América es el maná
taurino que alimentó a tantos toreros españoles hambrientos de oportunidades en
Europa y el ultramar nos devolvió toreros cuajados que allí forjaron el poder
darle la vuelta a la moneda.
En México, se fraguó
la base del toreo moderno, ese que ya había intentado Gallito, ligando tres
naturales, pero que Chicuelo, - de quien precisamente este año se conmemorará
su centenario de su alternativa maestrante- en el país azteca, con un
toreo de menos piernas y más cintura le pondría los cimientos con faenas
históricas donde revolucionaria las faenas de muleta y que tendría su cenit
años más tarde con la famosa faena de Corchaíto en Madrid.
Y es que América en
general y México en particular nos ha brindado toreros que bien parecieran
sevillanos, ahí están Armillita o Carlos Arruza y acogió a los nuestros con un
cariño y una admiración que bien nos sorprendería, así el caso de Cagancho y su
afición tan pasional, se ha entregado sin reservas al toreo grande.
América es en estos
días sin duda el centro del planeta de los toros y bien haríamos los
aficionados en acercarnos a la Fiesta que se ofrece en los pueblos hermanos.
Así igual, que un día
México acogió a nuestros Campeones del 35, aquellos que aprendimos de
carrerilla de boca de nuestros abuelos, Unamuno, Urquiaga, Areso, Aedo... hoy
nos brinda la oportunidad de hacernos disfrutar de verdiblanco y oro de los
primeros espadas del balompié azteca, Guardado y Laínez
Viva er Betis
manquepierda!!!!
Del Cartucho de Pepe Luis en el programa Verde y Oro de Radio Betis 14/012019