lunes, 23 de febrero de 2009

Propósito de enmienda


Hay veces en esta vida, que por mucho que no nos agraden como se resuelven las cosas a nuestro alrededor y como se cometen, a nuestro entender, errores que saltan a la vista, deberíamos de meditar muy mucho, ante esa imagen portentosa, pero llena de dulzura, del Nazareno del Valle, que vuelve a ofrecernos una vez más esa mano tendida, llena de concordia y de comprensión que se ofrece siempre, para a veces, darnos un golpe de atención y poner un poco de cordura en nuestras formas.
A veces ante los despropósitos de algunos, es aconsejable meditar en el poder de esa imagen y ponernos a nosotros mismos ese propósito de enmienda, que no es otro que el saber poner en esos momentos más difíciles, nuestra mano tendida, para que aunque no entendamos la manera de proceder, podamos poner la comprensión que casi siempre tanta falta nos hace.

(fotografía: Roberto Villarrica)

3 comentarios:

Edward dijo...

Que dificil pero que bello a la vez es tender la mano, aunque no compartas lo que este ocurriendo.

La imagen del Nazareno con la Cruz al Hombro...sencillamente portentosa.

Muy buena reflexión.

El Pasmo de Triana dijo...

Sé que en San Bernardo puedo contar con un compañero de categoría.

Muchas gracias

Fdo: Juan Belmonte, matador de toros.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Grandioso propósito el de la enmienda y las ganas de compartir la comprensión.
Por ahí, por ese camino, siempre se va bien.
Vamos a seguir siempre de frente, ¡miarma!