lunes, 17 de marzo de 2014

Saeta cordobesa

En Cuarentena...


La tarde tenía el aroma de día grande, de gran fiesta, con formas en cierto modo alejadas de nuestras formas y otras en cambio tan cercanas, tan nuestras, que bien parecieran las cales de las fachadas, el sonido de la música de Gámez y el aroma del incienso ser el preludio de lo que viviremos pronto, muy pronto, en una de esas calles que sólo recorremos en Semana Santa. Y es que ante este retablo de la belleza sólo podíamos dejarnos llevar y sentir como propio, aquello que era tan distinto, durante el traslado de esa Piedad de Juan de Mesa, que es la Virgen de las Angustias cordobesa, desde San Pablo a San Agustín.
La llegada a la plaza, nos trajo desde la distancia el recuerdo de otra Plaza, y aquella mezcolanza de tantas cosas, de tantos sentimientos a flor de piel, que fluían desde los sones de Farfán, mientras fluían saetas ahora por los balcones, ahora a pie de calle, mietras el paso avanzaba enre nubes de incienso dejándonos el recuerdo de otra Semana Santa mientras que la última luna llena del invierno iluminaba la tibia noche cordobesa.

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