domingo, 23 de marzo de 2014

Reencuentros

En Cuarentena...
Esta tarde de reencuentros del Zurraque a Monte Pirolo, toda Sevilla esperando desde Procurador a Alvarado, Alfarería, Antillano Campos... es una muchedumbre que espera, que  ay, cuanto necesitamos tu presencia y ha sido demasiada tu ausencia desde la última vez que te asomaste a tu trianera calle Castilla.
Y aquí estoy yo de nuevo, saliendo a tu encuentro, como cada mañana de Viernes Santo, cuando apenas se nota el cansancio de la Madrugada y aunque haya que cruzar Sevilla entera, Tú y yo sabemos que tenemos una cita en el Patrocinio.
Y te recuerdo, cuando me llevaban a verte cogido de la mano, cruzando calles que ya no existen, con casas que se perdieron, con aquel el humo de los tejares que eran las únicas torres que se alzaban al cielo de Triana desde la Vega y yo me quedaba ensimismado al contemplarte en la altura de tu paso o cuando clavaba mi mirada en tu mirada, la mañana del Domingo de Gloria.
Ya no soy el niño, ni siquiera el adolescente que descubrió tu blanca espadaña recien estrenada desde la celosía del patio de mi casa, pero soy el mismo que ante el Cahorro vuelve a quedarse ensimismado cuando lo veo pasar a mi vera, como esta tarde, en que he vuelvo a ser aquel, al que de la mano enseñaron a contemplar tanta vida en el último aliento del Dios trianero que habita en el Patrocinio.

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