miércoles, 6 de agosto de 2008

Frente a frente


Por milagro de la Plaza Real de El Puerto de Santa María, se verán frente a frente, en la puerta de cuadrillas, los dos conceptos de tauromaquias más importantes de nuestro tiempo, el valor y la entrega sin miramientos frente a la gracia y la inspiración. José Tomás frente a Morante de la Puebla.

A ambos, no le hace falta un tercero que los acompañe, pues con ellos mismos se bastan y lo que es más importante, hasta se complementan.

Son dos marginales del toro, porque ellos no se miden por estadísticas ni liderazgos en el escalafón, porque ambos hacen buena la sentencia del Divino Calvo de que “La verdad del toreo es tener un misterio que decir... y decirlo” ya que cada uno de ellos, en su estilo, hace de su toreo su verdad, y porque hoy día no hay dos toreros que sean capaces de llevar más partidarios a las plazas.

Sin dudarlo es el cartel del nuevo siglo, que nos emula a aquellos de José y Juan en la Edad de Oro del toreo y lo que nos sorprende es que no haya habido de momento más propuestas para repetir este mano a mano que no entiende de crisis ni de bolsillos.

Frente a frente, en el Puerto, el toreo frente al toreo, con la única esperanza de que se pueda vivir, porque como dijo José Tomás, “vivir sin torear no es vivir” y ambos toreros saben lo que es irse, por distintos motivos, y volver con la misma o más expectación aún si cabe...

De los elegidos del Puerto será la suerte de ver, frente a frente a las dos máximas figuras de la tauromaquia que vivimos.

2 comentarios:

Canónigo Alberico dijo...

ar finá nos conformaremos con ver las fotos, escucha las cronicas y ver lo poco que den las teles, estaria de dio

Anónimo dijo...

"Los dos conceptos de tauromaquia", sí, así es no lo dudo: Uno, que se arroja al toro como si la vida no tuviera sentido sin que le den fuerte y flojo y el otro...el otro, ay Dios mio! sin oxigeno!!!! Qué falta de respeto tan grande a tod@s aquell@s aficcionad@s que pagaron un dineral para ver a un torero que por lo visto y demostrado parece que no dá más de si... En fin! Pero nosotros seguiremos adorándolos como si de dioses se trataran.