miércoles, 16 de febrero de 2011

Unas manos unidas por un cordón


Hay nazarenos de Sevilla, que no lo son sólo el día que sale su cofradía, sino que incluso en la forma de ponerse un abrigo o andar por la calle reflejan sus formas, de tal manera que incluso cuando los ves revestidos con el hábito de su cofradía llegas a reconocerlos, pues no pueden negar que en su vida diaria son fiel reflejo de su cofradía en la calle.
Así hay nazarenos de ruán que al verlos pasar desprenden a su paso toda la elegancia mayestática de su cofradía silente y otros, que son capaces con un solo gesto de traerte el recuerdo de la elegancia popular de sus cofradías de capa, esas que engloban a todo un barrio, con la misma desenvoltura con la que lo harían   durante tantas horas bajo el anónimato del antifaz.
De esos nazarenos de cada día, siempre tenemos el recuerdo lejano de aquel profesor que cada mañana de nuestra niñez en aquellos Buenos Días tan propios de los hijos de Don Bosco, paseaba entre las filas de su clase con la elegancia de un nazareno del Lunes Santo, alguien que cada día lucía orgulloso el escudo de su hermandad en lasolapa, en aquellos tiempos en los que hasta en un colegio como el nuestro, los cofrades eran tachados de bichos raros si hablaban de cofradías fuera de la cuaresma.
Fue precisamente él, durante un recreo de esos que tenían el gusto inolvidable de una grande con sobrasada de Juan,  quien un día nos contó entre otras anécdotas del Amanecer de una Cofradía la  hermosa historia de un cordón prestado que ataban las manos de su Cautivo y que curiosamente lo unían para siempre con aquella devoción que eran puntal para tanta gente - ni que decir tiene que más de cuatro-, pues aquel era el cíngulo que un día llegó de San Lorenzo para unir las manos del Cautivo de Santa Genoveva. Aquel mismo cordón que años más tarde volvería a unir esas manos para reafirmar la unión de tantas cosas.
Por aquel entonces no llegabamos a comprender cuanto ese cordón y esas manos iban a unir tantas cosas de nuestra vida, y es que en ese cordón y en esas manos cautivas están unidas mucho más allá que las devociones de un barrio o de una ciudad.
Unidas por esos lazos se fortalecieron amistades, esas que se mantiene contra viento y marea mucho más allá del tiempo y de la distancia, amistades que se fraguaron lejos de aquel hoy ya viejo y casi extinto nuevo arrabal y de aquellas manos a las que los Lunes Santo seguía el barrio entero, pero que a pesar de la distancia estaban tan presente en aquellos recreos de los días de cuaresma en nuestro colegio trianero, con aquellas preguntas tan pueriles, si se quiere, de aquellos concursos de Semana Santa con los que tanto disfrutaba no solo el viejo profesor sino los imberbes alumnos.
Yo se que ahora, esas manos del Tiro de Linea están unidas por el cíngulo hermano del que Todo lo Puede, y así hoy, hay que buscar en ese nudo el consuelo y la misericordia de los duros momentos de la vida para  buscar en la mirada paciente del Cautivo la explicación para tantas cosas que duelen y de que manera, cuando se reabren esas heridas del alma que el tiempo apenas había empezado a cicatrizar.
Ya se sabe que la vida siempre marca sus pautas, como el redoble eterno de la caja en la marcha Amarguras, pero siempre nos queda, verdad Pablo, esa unión de un nudo, que en las manos de nuestro Cautivo estan llenas del Gran Poder de nuestra Esperanza.

5 comentarios:

Reyes dijo...

Precioso.

Eduardo dijo...

Precioso comentario dedicado a un hombre que ya no está entre nosotros,a un hijo José Maria y a una hermandad e impresionante en un nudo que en las manos de nuestro CAUTIVO estan llenas del GRAN PODER de nuestra ESPERANZA.
Casualidades del destino mis tres hermandades.Personas como tú hacen grande la Semana Santa y Sevilla.Un saludo
Eduardo Bonilla

Mª Angeles Borrego dijo...

Es lo más bonito que se podía decir en estos momentos.
Mª Angeles.

Anónimo dijo...

Precioso sin duda. Sin Duda alguna fue un gran hombre

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

Nota del autor:
Por una vez -dadas las especiales circunstancias que rodean este artículo- y sin que sirva de precedente se ha publicado un mensaje que no estaba firmado. Rogamos a nuestros amables lectores que deseen dejar sus comentarios que firmen los mismos.
Agradeciendo una vez más vuestra confianza y generosidad con este novillero de las letras.

Pepe Luis