lunes, 4 de enero de 2010

Persia en San Lorenzo


El año nuevo ya es pura realidad en la ciudad y en San Lorenzo, en la casa de su Dios, se alza la magnífica arquitectura efímera de su altar de su Quinario.
Las nubes de incienso sevillanizan los muros inspirados en el romano Panteón, del que vienen a ser el mejor santuario donde reencontrarnos con nuestro Señor.
Hoy igual que ayer, suenan las aclamaciones de la tradición, recuerdo imperecedero de aquellas novenas que no conocimos en la Parroquia, pero que como entonces traen los recuerdos emocionados de quienes nos precedieron en la Devoción al Cisquero, y bien pareciera que al ambón de la Basílica, igual que ayer en los púlpitos de la Parroquia, volvieran a subir los beatos Fray Diego José de Cádiz y el Cardenal Spínola, para predicar la novena y recordarnos las virtudes teologales en cada día de culto.
Igual que entonces en San Lorenzo, suenan hoy en la basílica los sones de la capilla musical repitiendo las viejas estrofas de las coplas de Eslava, que bien pudieramos tener marcadas a fuego en lo más hondo del alma y que en nuestro interior diera un vuelco en estos días al reconocer los sones de El Lazo.
Y así, se nos muestra, Persia en San Lorenzo, aquel Dios honrado y fuerte al que rezaron las generaciones de sevillanos que nos precedieron y los que ya están en esta vida aprendiendo sin saberlo el legado de su Gran Poder, devoción que se hereda de padres a hijos, de un Dios que sale a nuestro encuentro y que en estos días, revestido por la purpura de su túnica de bordados persas, nos recuerdan en su guardilla, las coronas del Principe de su Imperio, el de nuestras vidas, allí donde es el Alfa y Omega de nuestra existencia.

1 comentario:

La gata Roma dijo...

Últimamente por otros motivos bastante diferentes Persia está más cerca de mí de lo que parece. Ahora tú me recuerdas esto, y me gusta reirme de estas paradojas de la vida.
Recuerdo a más de uno y una que que encuentra consuelo y respuestas en El que todo lo puede, y todo parece tener más sentido en estos días que no me gustan mucho…
Kisses