lunes, 21 de junio de 2010

Potente tu brazo


Canta la copla del Lazo, aquello de Potente tu brazo que al fuerte venció y que cuantas veces habrá sonado en aquellas Novenas en San Lorenzo, cuantas veces la habremos escuchado en  esas  noches frías de los primeros días de enero en el Quinario en tu Basílica y que hasta hoy Señor no comprendimos cuanta verdad tenía la letra de la composición de Eslava. 
Tanto que esta madrugada incierta, tan distinta de aquella otra Madrugada, (¡Oh coagulada sangre negra, gorda...) nos venían al pensamiento la letra del Lazo, en esa parte en que recuerda las maldades del hombre que carga nuestro Dios en su Madero cuando como un manso cordero va camino del sacrificio y eramos incapaces de quedarnos dormidos sabedores de que nuestro Padre, hueso nuestro y sangre nuestra, el que tiene en sus manos el Poder y el Imperio de nuestras vidas, estaba roto, ultrajado y dolorido.
Esta noche sólo sabíamos rezar por la imagen bendita a la que se aferran  y nos aferramos tantas generaciones, esas que llegamos a Él, desconsolados y abatidos buscando en la ternura de su mirada el Gran Poder de tu Verdad y la luz de tu caridad, porque cuando todos se han marchado Tú Señor, siempre permaneces.
Y es que hoy Señor, tu Potente brazo desprendido, ha vuelto a romper el lazo que nos une a lo mundano y aunque tu ausencia será breve has vuelto a recordarnos que sigues siendo la honra y el orgullo de esta ciudad que te tiene por su Dios.

3 comentarios:

๑۞๑ †COFRADE† ๑۞๑. dijo...

El velo del templo se rasgo
en tan hora fatídica
ese velo que te cubre
que es tu túnica.

Tu quisiste ser mutilado
ultrajado una vez más.
Cristo roto sevillano
tal vez el Padre Cue
profetizara tu estado

Lirio tronchado morado
es tu brazo, aquel que bendice
mas el que sostiene la cruz
aun lo tienes a tu lado

Y tu túnica como hace siglos
hecha girones
en un nuevo calvario
de insensatos

Más dolor sientes, Señor
cuando un niño queda mutilado
por una mina perdida,
escondida bajo la tierra
traicionera y miserable

Mi Señor sevillano
aquel que te alzo la mano
esta quiza mas herido
que tu brazo tronchado

Anónimo dijo...

Magnífico texto Pepe Luis. La verdad es que cuando la madrugada del domingo me llamaron para comentarme tan incomprensible y escalofriante noticia, me quedé perplejo y sin dar crédito.
Como si de un familiar o amigo se tratase.

Gracias a EL, hoy seguirá siendo el receptor de nuestras oraciones, peticiones y nos seguirá transmitiendo sosiego y calma.


Un abrazo




José ignacio Molina

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Es un dolor fisico que nos atenaza por que al fin y al cabo,han agredido a nuestro Padre y Señor.Que ese brazo arrancado siga bendiciendo tantas heridas como hay.En su perdon y en su amor es donde esta su poder.
Vuelve pronto Señor y mitiga tu ausencia.
Precioso texto y hermosos comentarios