Cuando el pasado Lunes Santo, tomábamos un tentempié, vimos por una televisión la cogida que había sufrido Uceda Leal en la corrida del Domingo de Ramos en las Ventas, pero alguien dijo en ese momento que eran imágenes antiguas, por lo que no seguimos echando cuenta.
Pasados los días en los que sólo tenemos tiempo de gozar de la ciudad en toda su medida y repasando la prensa atrasada nos encontramos con que aquella cogida era efectivamente del Domingo de Ramos y las circunstancias que rodearon al buen torero de Madrid en aquella tarde con el fallecimiento de su padre justo el día anterior.
Sabemos que los toreros son de una pasta distinta al resto de los mortales, pero este Uceda es especial y no sólo por esta ocasión, en que antepone su responsabilidad como profesional y tras hacer el paseillo se juega la vida, pagando con su sangre de torero de ley, el corte de una oreja de las de verdad, cuando otros un día así estarían escurriendo el bulto y mandando partes.
Esta es la vergüenza torera, de la que de verdad nos gustaría que hablaran algunos, del gesto de este torero de Madrid y no de las medallas y de las medias verdades que hemos tenido que escuchar días atrás.
El gesto de Uceda Leal, es de torero y de hombre de bien, y ante eso sólo podemos descubrirnos y dedicarle estas líneas en nuestro Soberao a la par que desearle una pronta recuperación que le posibilite triunfar en Sevilla el día del Corpus.
Mucho ánimo torero.
Pasados los días en los que sólo tenemos tiempo de gozar de la ciudad en toda su medida y repasando la prensa atrasada nos encontramos con que aquella cogida era efectivamente del Domingo de Ramos y las circunstancias que rodearon al buen torero de Madrid en aquella tarde con el fallecimiento de su padre justo el día anterior.
Sabemos que los toreros son de una pasta distinta al resto de los mortales, pero este Uceda es especial y no sólo por esta ocasión, en que antepone su responsabilidad como profesional y tras hacer el paseillo se juega la vida, pagando con su sangre de torero de ley, el corte de una oreja de las de verdad, cuando otros un día así estarían escurriendo el bulto y mandando partes.
Esta es la vergüenza torera, de la que de verdad nos gustaría que hablaran algunos, del gesto de este torero de Madrid y no de las medallas y de las medias verdades que hemos tenido que escuchar días atrás.
El gesto de Uceda Leal, es de torero y de hombre de bien, y ante eso sólo podemos descubrirnos y dedicarle estas líneas en nuestro Soberao a la par que desearle una pronta recuperación que le posibilite triunfar en Sevilla el día del Corpus.
Mucho ánimo torero.
Fotografía: Manon
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