lunes, 28 de septiembre de 2009

Daniel Luque roza la gloria


Que Daniel Luque quiere ser gente en esto del toro no es la primera vez que lo comentamos en este Soberao, pero en la última del abono sevillano dio un puñetazo sobre la mesa para decir a quienes aún no creían en él, que quiere y puede serlo.
Ante un buen ejemplar de Alcurrucen desmotró sobradamente sus cualidades, desde que lo recibió con unas ceñidas verónicas hasta que ya en la muleta, con un toreo poderoso y lleno de cadencia consiguió poner a la plaza en pie tras ligar lo que el diestro de Gerena ha venido a llamar la "Luquesina".
Aunque la espada cayó algo desprendida,el público se rindió al torero de la tierra y le pidió con mucha fuerza las dos orejas, que fueron concedidas por la sra. Presidenta y paseadas por el albero con gran efusión del respetable que ya veía entreabierta la ansiada Puerta del Principe.
Pero los sueños duran poco y con el toro aún menos, y así el sexto fue un manso descastado, muy protestado por el público que reglamentariamente fue mantenido en el ruedo para su lidia y muerte.
Así las cosas, y tras pasar un calvario para que entrara a los caballos, y desarrollar peligro en banderillas, lo que no fue obvice para que Curro Robles dejara uno de los pares no sólo del ciclo septembrino, sino de la temporada sevillana, Daniel Luque inició una interesante faena con momentos buenos hasta que un desafortunado desarme privó de más lucimiento a la faena y con ella se disiparan las posibilidades de la Puerta del Principe.
Aún así, Daniel Luque ha dejado plenamente sus credenciales en Sevilla , dejando claro que sus triunfos franceses no eran precisamente flor de un día y que cuando salgan los carteles del abono de 2010 su nombre debe de ser clave en las combinaciones, ni más ni menos que lo que se merece quien ha rozado la gloria.
El toro de la corrida en cambio, le correspondió al torero extremeño Antonio Ferrera, de nombre Amoroso fue corrido en cuarto lugar y fue un autentico carretón a la hora de embestir sobre todo por el pitón derecho, lástima que Ferrera no lo entendiera y que el público, quizás con ánimo triunfante le regalara una oreja de este toro que fue muy aplaudido en el arrastre.
Completaba la terna Talavante, que anduvo por la plaza con tristeza y del que sólo podemos destacar el inicio de faena a su primero, con varios estatuarios seguidos en los que ni se inmutó.
A la finalización del feste jo muchas despedidas entre los abonados, en un momento que nos recuerda la tristeza del Sábado Santo cuando se aleja el paso de la Soledad, despedidas hasta el año que viene, intercambio de teléfonos móviles y abrazos varios, aún quedán dos festejos en la Maestranza pero el público abonado no se interesa ni por el cartel que pone fin a la temporada en Sevilla, a lo que más de uno de los que ocupan los burladeros de la empresa y el palco de maestrantes debería de preguntarse si es que este merece la pena.
Cuando los abonados de grada vuelvan el año que viene, es posible que el sitio que ocuparon durante años ya no sea igual y quien sabe si podrán sentarse en la misma grada y bajo los mismos arcos en los que se sentaban hasta ahora.

Foto: MATITO sevillataurina

domingo, 27 de septiembre de 2009

Pino Zamorano no es Collina


A pesar de lo que le gusta dar el espectáculo, este mal arbitro, Pino Zamorano, al que hace un par de temporadas descendieron de categoría y que hoy ha demostrado que tampoco está preparado para pitar en la división de plata (léase de honor) del fútbol español, con fallos garrafales y perjudicando seriamente a un equipo, el Real Betis Balompié con alguna tarjeta rigurosa y con una expulsión, la de Carlos García que sólo vio su asistente.
El Betis acabó con nueve, frente al actual equipo revelación el F.C. Cartagena, y manteniendo un empate en el marcador, pero no es menos cierto que aunque el Betis mostró algunas carencias defensivas, en ataque se demostró porque Odonkor no es Messi y porque sigue jugando en el equipo de las trece barras y es que por mucho que corra, en sus botas estuvieron dos de las más claras oportunidades, y sólo hubiera bastado con que hubiera levantado la cabeza para centrar en vez de disparar sin sentido en sendos chut, que no vieron ni de cerca la portería.
Ni uno es Collina ni el otro es Messi, pero a pesar de ello el Betis supo aguantar y no perder y eso a estas alturas de la película es la mejor noticia, que nos pudimos llevar en la calurosa y soleada mañana que vivimos en La Palmera.
Por cierto, que quien un día más dio el mitin fue el de siempre, ese que no acude al campo a dar la cara, y que obliga a la afición por tercer partido consecutivo a abandonar el estadio, en el caso del Gol Norte, sólo por una escalera y una puerta por anillo, sin importar el importante número de personas, con una gran cantidad de niños, ocupan las localidades de este sector.
Qué lejos quedan aquellos días de vino y rosas en que se aseguraba que este estadio se podía evacuar en menos de cinco minutos, ver para creer.

Ni toros ni sensibilidad

Que en Sevilla se olviden los minutos de silencio en determinadas fechas no es nuevo, y en este caso los cinco lustros de la muerte de Paquirri no iban a ser una excepción a pesar de la que está cayendo mediáticamente por los de siempre, y que a veces el mundo del toro parece el más insensible consigo mismo. Quizás deberámos de preguntarnos adonde se ha ido la sensibilidad de esta plaza, que parece que se ha quedado ya sólo para sus silencios.
Así llevamos años viendo como se olvidan otras fechas más recientes de sucesos ocurridos en esta misma plaza como las de Manolo Montoliú o el pobre de Ramón Soto Vargas.
De la corrida de Parladé (Juan Pedro) más de lo mismo que en las últimas tardes en que se ha anunciado este ganadero en la Maestranza sólo nos hemos encontrado con toros chicos, enfermos, invalidos y descastados que imposibilitaban el triunfo de los diestros por mucho interés que estos pusieran.
Y es que sin toros, aunque sean más pequeños que los de las novilladas que hemos visto en los fines de semana atrás, nada es posible y la tarde, que tanta expectación había quedado entre los aficionados se queda en nada.
El cartel, por la lesión del Cid, se quedó en un mano a mano, en el que no disfrutamos de un sólo quite, donde no había ni atisbo de rivalidad.
Morante, impecablemente vetido de nazareno (de Gran Poder, dijo alguien en un tendido) y oro dejó algunos detallesen su primero, al tercero, con el que tenía prisas por pasaportar ya en banderillas, no lo quiso ni ver y ante el sexto, un toro con peligro apenas pudo hacer nada, sino demostrar que él estaba muy por encima de la res que en los medios no quiso ni atender a los engaños del cigarrero.
El triunfador de la tarde fue Castella, que se llevó, dentro de lo poco que vimos, el mejor toro de Parladé, al que resetó una faena marca de la casa, al que de no haber dejado el feo espadazo, hubieramos comprendido la oreja, que le fue concedida, pero que en nuestra opinión fue completamente exagerada tras el bajonazo.
Poco más, pudimos ver, si acaso la profesionalidad de Curro Molina, que siempre profesional bregó magnificamente en el primero de Castella y que fue obligado a desmonterarse tras un supremo par de banderillas.
Y es que sin toros, poco podemos contar de lo que vimos en el Baratillo en la primera de San Miguel.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Paquirri, toreo eterno


Han pasado veinticinco años de aquella tarde maldita de Pozoblanco y no ha habido ni uno sólo desde entonces en que en esta fecha no haya venido rodeada por la polémica de asuntos ajenos a la fiesta, pero aunque muchos lo olviden por completo, aquel día entró en la historia para siempre Francisco Rivera Paquiri, quien ya por entonces era una gran figura del toreo.
Y hoy, como en estos días nos volveran a bombardear con las más trágicas imágenes que mostraron la grandeza de la fiesta, aquellas que grabara en aquella enfermería Antonio Salmoral, hoy algunos volveran a lucrarse con su guerra particular de las audiencias en busca de un morbo asqueroso tras el que se olvida la torería de un diestro poderoso que dejó su vida sobre la arena, conocedor de los terrenos, lider por derecho del escalafón e ídolo de masas al que parecía increible que un toro pudiera quitarle la vida.
Recordamos a Paquirri en una tarde de toros en la Maestranza, a través de la televisión, sería principio de los ochenta, en el que bajo la lluvia cruzaba el embarrado ruedo hacia la puerta de chiqueros para dar lo que a los ojos del niño sería una una mágica larga cambiada a portagayola, pero el toro se frenó y lo prendió de mala manera, el torero con rostro dolorido apenas se mantenía en pie pero sacó fuerzas para darle una larga de rodillas al hilo de las tablas...
Aquel día salió por la puerta de la enfermería, pero justo el día antes, lo habíamos visto de la mano de nuestro padre pasar a hombros tras cruzar la Puerta del Principe.
Desgraciadamente ese Paquirri, máxima figura, al que alguien denominó gran poder del toreo, triunfador excelso en los ruedos, es el que no nos muestran en estos días del aniversario de su grandeza, y por eso hoy hemos vuelto a buscar en esa vieja caja de fotos antiguas y hemos sacado una vieja foto en la que podemos admirar la gloria de su toreo, eterno como ya lo es su leyenda, a la que no hace falta vestir de morbo, porque ya de por si él fue grande en la hitoria de la fiesta.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Las Mercedarias


Quizás nuestros primeros recuerdos, los más tiernos y pueriles, tienen mucho que ver con aquel colegio de la calle San Vicente, de las Madres Mercedarias de la Asunción, aquel donde un día llegamos tras una breve estancia de apenas unos meses en el de las Mercedarias de San José.
Hablar de los recuerdos de cuando tienes apenas tres o cuatro años de vida, cuando la educación hoy día, ha variado tanto de cuando entonces, no deja de traerme aquellos olores de la plastilina y los lapices de cera, aquella corbata de cuadros escoceses del uniforme, de las meriendas en el patio los juegos en aquella ojiva, escondida, portada que fuera sin saberlo de la Iglesia de Santiago de la Espada a la que recordamos en las tardes de los primeros días de mayo cuando entrábamos con flores en las manos y cantos de "Venid y vamos todos con flores a María..."
Quien nos iba a decir entonces, que nuestras devociones hubieran de tener cobijo en esa Iglesia como en otros tiempos lejanos ya estuviera nuestra Hermandad del Traspaso, y que el escudo mercedario iba a ir allí donde tantas veces llevamos nuestra mirada, como mejor agradecimiento de nuestra Virgen Dulce que allí encontró su morada.
Los recuerdos se agolpan por los momentos vividos entre aquellos muros, junto aquellas Madres Mercedarias que un día, porque las circunstancias lo obligaron, hubieron de salir de sus clausuras para dedicarse a la enseñanza y hacernos participes de aquella Sevilla oculta tras sus muros, como olvidar a la Madre Mercedes o a la Madre Trinidad, recuerdos inquebrantables de quienes entre juegos nos enseñaron las primeras letras, la vida pasa y hoy ese colegio cumple 50 años, y por aquello de que nunca podremos olvidar aquel niño que fuimos en este día de la festividad de su Comendadora, ponemos nuestro ramo a los pies de su Virgen fernandina ante la que tantas veces nuestra hermana, nunca olvidemos que este siempre fue un colegio de niñas, se encomendó antes de aquel temible examen que todos tuvimos algún día.

martes, 22 de septiembre de 2009

El fin del verano


Tan sólo nos quedan ya los recuerdos de este verano que como un abrir y cerrar de ojos hemos dejado atrás. Y es que este, fue un verano distinto, si ya se, que no hay dos veranos iguales, pero este ha sido tan especial, por todo lo que en él hemos vivido, tan diferente, que apenas ya nos quedan en las alpargatas restos de la arena de aquella playa del sur, donde clavamos la mirada disfrutando de tu inigualable atardecer, de la mano de quien un día elegimos para compartir nuestros sueños.
Se ha marchado el verano, y quien sabe si con él, hemos dejado atrás para siempre esa eterna juventud de la que no queríamos despertar, esa que seguíamos queriendo paladear como una copa de Viruta en cualquier taberna perdida del Barrio Alto, si bien ya hace un lustro que entramos en la treintena...
El sol, la playa, los paseos por la orilla al atardecer con la bajamar, se que ya no volverán a ser iguales, pero quien sabe, si antes de que el calor apriete, nos reencontremos frente a ti, y volveremos la mirada atrás para recordar con ternura aquel verano tan especial en que soñábamos cada minuto con la llegada de esa flor de otoño que para siempre permanecerá en nuestras vidas.
Aún así, como cada vez que volvemos a ti, volveremos a buscar ilusionados nuestras últimas huellas, aquellas que cuando niños, siempre soñábamos que nos aguardaban, hasta nuestra vuelta, tras el último paseo por la bajamar.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Un Erasmus aventajado


Estas novilladas de septiembre en la Maestranza siempre guardan secretos misterios que se repiten año tras años, los cabales, esos que cada corrida buscan el frecor que la grada ofrece por sus ojos de buey y que te confiesan sin rubor lo larga que se le hacen las tardes zahínas del invierno sin a lo peor un un mal festival de noveles con los que poder matar la afición ni tan siquiera una corrida por televisión de alguna feria americana que echarse a la boca.
Conversaciones, entre humo de tabaco negro en las que se habla en voz baja, para no pervertir el silencio sagrado de la Maestranza, palabras sentidas sobre toreros antiguos, tardes de gloria de aquel banderillero que recibía los toros a una mano, suertes perdidas donde relucía la plata de ley de los buenos peones, mientras los turistas nipones lo aplauden absolutamente todo, incluso cuando el banderillero que viste de azul y plata, ha medido mal en la cara del novillo y este tras echarselo a los lomos ha podido herirlo de gravedad.
Y es que la Grada 4 se reparte entre los cabales de cada domingo, esos que comentan sin rubor que a pesar del "cartel tan sevillano" fuera de abono que nos van a dar el 12 de Octubre; Cortés, Pinar y Tendero; ellos acudiran fieles a su cita, y los guiris que no repetirán en su vida una corrida de toros, pero que por suerte para la empresa, serán sustituidos por otros guiris, que como siempre ocuparan nuestras gradas en días de sol y moscas.
En la vecina grada 6 dos guiris, ella italiana seguro y el puede que también, quien sabe si serán los primeros Erasmus de este curso, están disfrutando de otra variedad de faena que la que se está jugando más abajo sobre el albero, cosas de la vida y de la inquietud templada de su juventud.
Mientras, en el ruedo, el francés Tomas Joubert, antes Tomasito en los carteles, bien pudiera ser también un Erasmus aventajado que ante sus dos oponentes dejó la firma de su personalidad, y eso hoy día ya es algo, aunque no todo, y de los espejos en donde se mira, su compatriota Castella y el mito de su casi tocayo, José Tomás.
Puede que con su actuación se haya ganado la repetición para la novillada de triunfadores, a pesar la vuelta al ruedo que se pegó por la cara, pero bueno, aunque no lo compartamos, a veces también hay que entender a estos chavales, que como el caso del francés volvía a vestirse de luces tras una grave cornada y en el que parece que ha puesto sus ojos el taurino Antonio Corbacho.
De Lechuga y Rey poco podemos contar, el primero se encontró con el peor lote de la tarde y el otro y el segundo demostró pundonor ante sus oponentes, y es que el encierro de Mª Carmen Camacho, descastado y sin fuerza, no ayudó para nada al devenir de los chavales.
Cuando la corrida acabó y mientras los cabales se tomaban sus cervezas en el Bar de Ventura, vayase usted a saber si los dos jovenes Erasmus que dieron el otro espectaculo en la Grada no terminaron poniendo un candado más en el puente de Triana cual si fuera el Puente Milvio, y de lo poco que recordamos de la novillada al irnos a la cama, era de la decisión de este novillero francés que sólo Dios sabe si llegará a ser gente en esto.

Foto: http://www.toroimagen.com/

lunes, 14 de septiembre de 2009

El atardecer prometido


Estoy completamente seguro que ninguno de los dos intuíamos siquiera lo que aquella noche guardaba para nuestras vidas, aquella noche, aún no era ni tan siquiera madrugada, tú con ese bronceado recién traido de Sanlúcar y yo, con el recuerdo imborrable de los últimos días de playa en El Portil, curioso verdad, a la bajada de aquel puente, camino de la celebración del santo de mi hermana...
Cuantas veces hemos cruzado ese mismo puente en estos años, ese que tantas veces se convirtió en nuestro puente, como aquella esquina de Alfonso XII se convirtió en nuestra esquina, y aquellas canciones tuyas y mías se convirtieron en las nuestras.
Aquella madrugada fue hermosa, paseamos por Sevilla incansablemente hasta que las primeras luces del día nos descubrieron besándonos en un banco de la plaza del Museo.
A la tarde fuimos a la Maestranza, en aquella tarde en que un novillero, Raúl Caricol, llorando de impotencia se cortó la coleta, mientras desde cierta grada nos vigilaban con unos prismáticos, que cosas tiene la vida.
Han pasado once años desde entonces, pero superando ausencias y desalientos, aquí estamos esperando que llegue el día en que venga quien dará desde ahora nuevos sentidos a nuestra vida, once años desde aquel primer día en que paseamos como novios por la ciudad domida, diez desde aquel nuestro mágico atardecer de Sanlúcar que prometimos seguir contemplando en estos días...
Por eso, por que me gusta cumplir lo que prometimos, te traigo hoy este atardecer sanluqueño para que no te falte este aniversario, sabiendo que la próxima vez que lo contemplemos, se lo enseñaremos por primera vez a la pequeña María.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Unidos ante su Dulce Nombre


El calor de estas tardes de Septiembre se saborea perfectamente en los bancos pegados al coro de San Lorenzo, suenan altos los sones del organo que toca su organista, Miguel Ángel García, salpicando con las notas de aquella marcha de Lerate que el propio maestro desgranara con su violín en aquellos lejanos días de cultos de nuestra niñez en la parroquia que es morada de la Hermandad de la Bofetá.
Primer día de tríduo en San Lorenzo, en el altar mayor nuestra Madre del Dulce Nombre en esa joya efímera que Álberto, su prioste ha creado para el que será sin duda uno de los días más felices de su vida, y que todos los que lo admiramos quedamos extasiados ante su belleza, y es que bien parece que el paso de palio de la Gracia, haya querido volver a a cobijarla en estos días de misas votivas por su festividad.
En los bancos traseros, casi no cabe un alfiler, y eso que hay sitio de sobra en los de más alante, la Puerta que da a la Plaza permanece abierta, si bien se hecha de menos aquellas cortinajes por los que entraba la brisa de la plaza en otros tiempos, cuando la puerta que daba a la calle Hernán Cortés también contribuía a refrescar los centenarios muros.
Todos unidos ante su Dulce Nombre, todos prendados de Ella, por que Ella es nuestro faro y nuestra guía, pronto, quizás cuando Ella baje de su altar para recibir el cariño de su gente, igual que entonces hicieron con nosotros, le presentaremos a una nueva vida, flor perenne de un ramo que un día como aquel quedó ofrecido a sus pies, y es que bajo el hechizo de su mirada morena siempre ponemos nuestras vidas, porque Ella es tan de nosotros que esa nueva vida que llega sólo puede estar bajo el patrocinio de su Dulce Nombre.

Imagen: SPQHIS

martes, 8 de septiembre de 2009

Sólo Larios para los guiris


Apenas mil almas ocupaban los tendidos de la Maestranza, mil almas, en su mayoría foráneas, muchas de ellas en la primera y única vez que pisaran un coso taurino en su existencia, y que sintieron en sus carnes lo que sufren, quienes cada domingo, desafíando a las calores, son capaces de sentarse en un tendido recalentado tras horas de sol, a las siete de la tarde.
La novillada de Cebada Gago, impecablemente presentada y de juego variado, mejor que muchas corridas de toros que hemos visto este verano, es siempre una lotería y más para los novilleros que se presentaban este domingo en Sevilla, con poco bagaje y oficio.
De la terna sobresalío el pacense Manuel Larios, que toreó con gusto con el capote a sus dos oponentes, en su primero, un manso rajado que buscaba las tablas, dejó detalles si bien su labor fue silenciada tras pasar un calvario con la espada.
En su segundo, quizás el mejor novillo del encierro, le permitió torearlo muy centrado c, dejando muletazos de bella factura muy templados en sendas tandas con la derecha, por el pitón izquierdo sólo pudo darle una, si bien hay que destacar los larguísimos pases de pecho con los que concluyó las series. Tras pasaportarlos con una estocada efectiva, paseó una oreja de peso, que debería de abrirle paso en este dificil mundo.
Los compañeros de terna poco podemos contar, el también debutante, Raúl Saez, demostró tesón y entrega, se las vio con todo un tío en su segundo, que lo puso en serios aprietos y en su segundo, más de lo mismo, demostrando estar verde para este compromiso y sufriendo una fuerte voltereta. Tuvo el feo gesto de dar uha vuelta al ruedo por su cuenta, que sólo le servirá para poner la foto en casa.
El portugués Joao Augusto Moura, ante el peor lote poco pudo hacer, destacando sólo algún muletazo con la derecha en su primero.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Utrera sin toros un año más


Un año más, y ya van unos cuantos, no habrá toros en Utrera por la feria y fiestas en honor de la Virgen de Consolación.
Y es que, desaparecida desgraciadamente la centenaria plaza del Arrecife, donde tantas buenas tardes de toros se vivieron, la nueva plaza de usos multiples sigue sin estar terminada, por lo que la que es denominada "Cuna del Toro Bravo", donde nacieron y se forjaron los tres principales encastes funacionales del mediodía; Vistahermosa, Cabrera y Vázquez; se quedará incomprensiblemente, sin tardes de fiesta.
Ya hace un año, desde este Soberao nos hicimos eco de esta circunstancia, lamentando que tras los fastos que se organizaron con motivo del año Jubilar, que llegaron a acercar la fiesta con gran exito, a la mismísima plaza del Altozano, donde hace siglos se corrieron toros, no se organizara ni un sólo festejo aunque hubiera sido en una portatil, al no estar incomprensiblemente la nueva plaza, de titularidad municipal, terminada.
Una vez más, nos volvemos a solidarizar con esos buenos aficionados utreranos, muchos de ellos compañeros de localidad en nuestra Maestranza, y volvemos a colocar en nuestro Soberao la pegatina que TauroUtrera, ha editado este año para reclamar la Plaza de toros y usos multiples en ese lugar, cuna del toro bravo que alguien llegó a llamar un día Taurasia, por su importancia ganadera.
Asimismo nos hacemos eco del manifiesto que la citada asociación, nos envía para su públicidad.
Pueden leer el manifiesto pinchando aquí

domingo, 6 de septiembre de 2009

Septiembre


Siempre fue septiembre el mes de volver a la ciudad, en otros tiempos aguantábamos en la playa casi hasta Regla, antes de sumergirnos en la rutina cotidiana de colegios y trabajos.
En septiembre, siempre volvíamos a la Plaza, con los cultos de nuestra Virgen Dulce, sones de capilla musical que Lerate desgranaba desde el coro de la Parroquia y que un día de septiembre sonaron lejos de su parroaquía en uno de los días más felices de nuestras vidas.
Septiembre, siempre vuelve a la plaza más bonita del universo, esperando quizás un otoño de hojas caídas, de tardes melácolicas con gotas de lluvia que resbalaban tras los cristales...Pasaron los años, y septiembre siempre se nos descubría con sensaciones y experiencias nuevas, con el mes noveno, llegaron las primeros salidas en pandilla, los primeros amores, quizás el primer paseo de la mano, el primer beso, pero también los primeros sinsabores, las primeras desilusiones por los amores que no fueron correspondidos o que cuando lo fueron se escaparon de nuestras manos, como se escapa el agua entre las manos, dejándonos el alma hecha jirones.Pero también fue un día de septiembre cuando encontré al que es el gran amor de mi vida y si por entonces el mes era especial en otros aspectos, desde entonces es el mes que colmó nuestra existencia, y ahora por septiembre llegará el fruto que madurará nuestras vidas.
Siempre que llega septiembre nuestra vida espera, y este septiembre, la vida llegará colmándonos de dicha.

martes, 1 de septiembre de 2009

Sangre de agosto


Agosto siempre se despide sangriento, sangre de otros tiempos no tan lejanos, que ahí está la sangre del principe Yiyo en la plaza de Colmenar Viejo, aquel penúltimo día de septiembre.
Sangre torera que inunda los cosos, en las calurosas tardes de agosto, sangre que cambió el rumbo de la historia consiguiendo la inmortalidad como la de Manuel Rodríguez, Manolete en los carteles, y la cita anual en Linares por la festividad de San Agustín.
Agosto siempre viene con sangre caliente de los novilleros que en estos días tuvieron su bautizo de sangre, tardes que rozaron la tragedia, con femorales partidas y traqueas sesgadas, que no salen en los medios de comunicación, porque más vende el otro toro del morbo y el famoseo.
Agosto se despide con cornadas en las figuras, ahí está la cornada de Morante, pero también en los modestos hombres de plata, esos que siguen vistiendo la ilusión de sentirse toreros con banderillas y capotes de bregas o con la cornada de ese alguacilillo al que cazó uno de Miura.
Agosto, el mes de las fiestas de los pueblos se marcha con el sabor de los triunfos y con el aromas de los ules, que la grandeza de la fiesta permite triunfar siempre saliendo a hombros por la puerta grande o llevado en volandas camino de las enferemerías.