miércoles, 18 de agosto de 2010

Ya sólo quedan dos



Han pasado los años, cinco ya desde aquella madrugada en que te acompañamos por los caminos polvorientos, cinco ya de la visión de aquellos lazos verde esperanza que te colgaban por la espalda, de tu carita de nácar y de los tirabuzones que asomabas bajo el sombrero, cinco años desde que te quitaron la corona y te pusieron un sombrero, cuando recorrías la aldea, entre salvas de las viejas escopetas y la de esos trabucos que salen cada siete años y que retumbaban nuestros oidos, ¿te acuerdas…?
Por eso, si Tú quieres Pastora, allí estaremos ese día, formando parte de tu rebaño, entre vivas y salves, entre salvas de escopetas y lágrimas, entre el polvo y el gentío, hasta llegar a Almonte desde la Aldea por los caminos.
Los años pasan, y como quien dice los siete años de la sevillana van pasando, han pasado cinco desde entonces y ya sólo quedan dos para volverte a ver como aquel día, Pastora de nuestras vidas.

martes, 17 de agosto de 2010

Mariscal, verdad y grandeza de la fiesta


 
En este verano en que la figura agigantada de Sanchez Mejías nos acompaña en los momentos de asueto y lectura, llegó a mis manos por casualidad la revista Leer que en su número de Julio-Agosto dedicado a la tauromaquia hay una supuesta entrevista de Victor Márquez Reviriego al torero protagonista del Llanto de Lorca.
Igualmente en la revista encontramos algunos interesantes artículos de otros autores, pero sin duda quedámos muy sorprendidos al leer el artículo del profesor de Filosofía  Jesús Mosterín, Farsa y mitos de la tauromaquia, en el que este señor demuestra tener un absoluto desconocimiento del toro bravo defendiendo unas teorias completamente inverosimiles sobre la docilidad del toro, lanzando gran cantidad de falacias, que han tenido respuesta y de que manera,por parte del escritor y matador de toros onubense Santi Ortiz quien ha retado publicamente al profesor Mosterín para demostrar sus teorias en el campo y ante un burel.
Viene esto a colación, cuando la sangre aún caliente de Luis Mariscal sigue empapando el dorado albero maestrante, en la cogida más importante de este año, y de los últimos años en nuestra plaza, que supera en gravedad a la sufrida en Aguascalientes por el semi-dios José Tomás.
Y es que aunque el señor filósofo quiera negarlo, los dóciles toros del señor Mosterín cogen a quienes les plantan cara, frente a frente, en una plaza de toros como en el caso del torero sevillano con el sólo engaño de unos rehiletes y el valor seguro de si mismo. 
En la cogida de Mariscal está la verdad y la grandeza de la fiesta, la realidad que algún filósofo no querrá ver porque se negará a la evidencia de que la tauromaquia está cargada de razón e inteligencia.
La sangre de Luis Mariscal, sangre de torero de dinastía sobre el dorado albero es la mejor respuesta para este señor y sus ilógicas teorías y el mejor recordatorio de que los toros hieren, porque nunca fueron dóciles, sino bravos, y su fiereza sometida por el hombre quien desde su inteligencia crea el arte de la belleza de ver su codicia y entrega al seguir los engaños. Y para el que no lo quiera creer, ahí están las dos cornadas y las cinco trayectorias en el muslo partido en dos de Luis Mariscal. 
Hoy nos gustaría haber contado de los olvidados 70 años de la alternativa de Pepe Luis vestido de purísima y oro cual seise de la Patrona, de la oreja de Vilches en el silencio de la noche maestrante y de la arrancada por Salvador Cortés, una más para seguir callando bocas, del muy serio encierro de Peñajara, en estos 15 de agosto de corridas duras que parece que estamos en otros sitios... pero todo queda eclipsado por la terrible cogida del hoy banderillero y ayer novillero de postín y matador de toros, que nunca volvía la cara y que tuvo la gloria de cruzar la Puerta del Príncipe.
Esperamos, que pronto Luis Mariscal, vuelva a pisar el albero de la Maestranza y a poner unos de esos pares que ponen a toda la plaza en pie mientras la banda de música rompe a tocar en su honor un pasodoble de ensueño.
Mientras tanto, mucho ánimo, Luis, mucho ánimo torero.    

miércoles, 11 de agosto de 2010

Madrugada en San Lorenzo


 La parrilla de la veleta apenas gira por la brisa caliente que busca sus alturas, el barrio de madrugada descansa plácidamente perfumado por los jazmines del Palacio de los Santacoloma mientras que el reloj de la torre deja caer solemnes sus campanadas cada hora.
La plaza duerme en sus bancos de piedra, ligeramente refrescados por los barrenderos que hace ya algunas horas la baldearon, mientras desde su hornacina de piedra, San Lorenzo vela con su parrilla el silencio de su plaza que en estas horas pero en otras fechas, son el clamor de los silencios rotos por la voz de una saeta que desafía al aire, como queriéndose bordar de oro fino en una túnica morada.
El barrio a estas horas de la madrugada, parece tomado por la gracia de quienes un día la habitaron y bien pareciera que alguna leyenda de Bécquer fuera a revivir por la cruz de alguna calleja de esas que conforman este damero que son las calles del viejo barrio, mientras algún grillo nos recuerda a Rafael Laffón y  con su canto desvela a algún pequeño, con el llanto de los nacidos que rompen la quietud de la noche.
San Lorenzo duerme esta madrugada de agosto, mientras lloran las estrellas a su paso, noche de perseidas, calor entre las cales, aromas de damas de noche... 

Y en los plataneros cantan ya los vencejos, sabedores de que ha llegado la hora, esa misma hora en que con la llegada el alba, de una amanecida que no es la de hoy, volverá la Dama Traspasada, mientras hoy sólo se escucha el silencio, el del callado llanto del barrio que un día pudo ser el mio.

martes, 10 de agosto de 2010

Torería

  
Pasan los minutos, las horas, los días y no conseguimos olvidar todo lo vivido la otra tarde en El Puerto, porque olvidar las obras de arte que sobre el albero de la Plaza Real realizó Morante de la Puebla ante sus dos oponentes no se pueden contar con palabras, y por eso por más que intentas buscar en las crónicas y en los vídeos todo lo que sentimos quienes allí estuvimos, no lo encontramos por ningún lado.
Podría contar de las tres verónicas cadenciosas y de las medias de ensueño del quite en su primero, podría hablar de la faena ante este toro, cargada de naturalidad en su toreo con la mano izquierda que aún fue más despacio cuando tomó la franela con la mano derecha y cuando con la insuficiente media estocada aún siguió toreando...
Podríamos comentar de la faena al segundo, del inicio al hilo de las tablas con la montera calada, del desplante eterno y del brindis al público a la antigua usanza, mientras la plaza rugía puesta en pie y sonaban palmas por bulerías... y dos matitas de romero caían a escasos centímetros de las zapatillas del torero. 
Podría hablar de todo aquello que vi y que aun fluye por mi cabeza, cuando en la faena al segundo empezó a torear de frente por naturales y sobre el albero derrochó todo el toreo barroco que soñarse pudiera.
Lástima que fallara la espada en ambos toros, porque posiblemente estaríamos hablando de una tarde histórica en El Puerto, y aunque salimos toreando de la plaza es imposible olvidar aquello que desplegó Morante en esta tarde veraniega, y eso no es otra cosa que torería, la palabra que realmente define aquello que vivimos la otra tarde en el Puerto de Santa María.

Fotografía: Antonio Flores/ Desde el Callejón

domingo, 8 de agosto de 2010

Su Majestad y la fiesta



Tras la tempestad de "agradaores" que en nombre de la libertad y con motivo de la prohibición catalana de las corridas de toros han salido en defensa de la fiesta, si bien muchos de ellos la detestan desde lo más hondo de su ser y en su ignorancia hasta alguno han descubierto en estos días que casi todas las plazas de toros son redondas y que muchos de  los toros tienen cuernos de verdad.
Es por ello que ha sorprendido y mucho las declaraciones de tres matadores de toros retirados; Camino, Capea y José Miguel Arroyo; quienes con mejores o peores formas han reclamado el apoyo de la Casa Real en defensa de la fiesta. 
Sorprende y mucho estas reclamaciones, con algunos argumentos en cierto modo subidos de tono como los del Niño Sabio de Camas, cuando los gestos tanto de Su Majestad el Rey, como de la infanta Doña Elena en defensa de la tauromaquia, no han sido precisamente disimulados. 
Y así, sin ir más lejos, el pasado mes de marzo, y sobre el propio albero de la Maestranza, el Monarca mostró su apoyo expreso a la fiesta de los toros, cuando se entregaron los premios universitarios y de triunfadores de la temporada taurina sevillana de 2009 y días más tarde la infanta Elena presenció una corrida de toros desde el Palco del Príncipe.
Desgraciadamente, los taurinos ahora piden reuniones con el Ministerio de Cultura y más de uno nos preguntamos donde han estado algunos durante tanto tiempo "calladitos" sin salir en defensa de esa fiesta a la que tanto les deben.

lunes, 2 de agosto de 2010

Una ovación y una media


Volver a Huelva, una ciudad por la que sentimos algo especial, siempre es un placer, y más para ver toros en la Merced, con un cartel de autentico lujo, quizás el más rematado de estas Fiestas Colombinas,con Morante, Juli y Perera.
Mucho podríamos contar de lo vivido y disfrutado en esta tarde de toros junto a la ría, desde el ambiente rodeado de buenos aficionados,  mucha gente de Sevilla en los tendidos, muchos aficionados portugueses,y extremeños y por supuesto gente de Huelva, una tarde de toros de las que sirven para fomentar y acrecentar la afición.
La corrida fue de más a menos, y podemos destacar la faena salpicada de detalles de Morante en su primero y la inolvidable media verónica del cigarrero, soberbio cartel de toros al cuarto que  justificó con creces el pago de la entrada y el viaje hasta la vieja Onuba.
Si bien, en nuestra opinión el autentico triunfador de la tarde fue  El Juli , tras la  sencillamente soberbia faena a su primero, en una faena que fue de menos a más, con un gran toreo al natural y una estocada que puede ser la estocada de la feria onubense.
Perera, que al igual que el Juli cortaría dos orejas a su primer oponente, tuvo en nuestra opinión un premio excesivo, por una faena fiel a su estilo, que culminó con un recuerdo a ese espejo en que parece mirarse el torero pacense y que no es otro que Paco Ojeda.
Pero independientemente de lo anterior, el detalle de la corrida fue cuando a mitad del paseillo, las cuadrillas pararon y Carlos Herrera empezó a leer el Manifiesto en defensa de la Fiesta Nacional y en contra de la prohibición de los toros en Cataluña, que se leyó en todas las plazas. 
Fue justo en el momento de recordar la prohibición del parlamento catalán, cuando el periodista fue interrumpido por una fortísima ovación con la plaza entera puesta en pie que duró más de dos minutos y que estuvo cargado de sensibilidad.