"O las coges o las dejas", dicen que le dijeron los responsables de la empresa Pagés, a Salvador Cortés cuando se negociaban los carteles del abono sevillano y veía que sólo le daban la corrida de Palha en el abono abrileño y la consolación de la corrida del Corpus.
Hasta esta tarde, el torero de la familia Mariscal llevaba once orejas como matador de toros en la Maestranza, dándose el caso de ser el único torero de a pie que ha cortado cuatro orejas en una misma corrida desde hacía un montón de años, por lo que el trato de la empresa en comparación con otros matadores de toros que incluso repiten cartel en farolillos sin demostrar nada en esta plaza se nos sigue antojando como injusto, pero bueno ellos sabrán que es lo que quieren para esta plaza.
Pero como el movimiento se demuestra andando, Salvador Cortés, alzó su voz hace unos meses para denunciar lo ocurrido y hoy, para demostrar su vergüenza torera, ha cortado la oreja número doce, que algunos dirán que se ha cortado de manera muy ajustada, pero que independientemente de ello, engrosa el número de las que como matador de toros logra en Sevilla.
Hoy nos hemos alegrado por este profesional al que tan injustamente se le trata, pero que su pundonor le hace saber que tiene la moneda en su mano para demostrar sobre el albero lo que otros le niegan en los despachos. Y en eso pocos hay que le superen.
La corrida de Palha, fue complicada, mala y peligrosa de solemnidad, cornadita de espejo incluida para el Fundi y el susto gordo, que no pasó a mayores con Sergio Aguilar. Tampoco debemos de olvidar los dos pares magníficos de Luis Mariscal pero sobre todo, estamos seguros que aún fue más complicada en el burladero de la empresa cuando Salvador Cortés volvía a pasear el albero con un apéndice...
Lástima que en el sexto, Cortés no haya sabido mantener la línea, porque él sabe perfectamente que debe de jugársela en cada toro, como si fuera el último que tuviera firmado, que es la mejor manera de tapar tantas bocas.
Y es que, igual que se toman las cosas, porque no hay más remedio, también él tiene en su mano la potestad, para hacer bueno ese refrán de donde las dan las toman.
Salvador Cortés volverá en el Corpus, si Dios quiere, pero nadie podrá negarle a este profesional su seriedad, su pundonor y su vergüenza torera para seguir demostrándole al mundo que su ilusión es ser figura del toreo, algo que sólo está en las manos de los elegidos y que el Mairena del Aljarafe hace meritos para serlo.
Fotografía: Matito / Sevilla Taurina
Hoy nos hemos alegrado por este profesional al que tan injustamente se le trata, pero que su pundonor le hace saber que tiene la moneda en su mano para demostrar sobre el albero lo que otros le niegan en los despachos. Y en eso pocos hay que le superen.
La corrida de Palha, fue complicada, mala y peligrosa de solemnidad, cornadita de espejo incluida para el Fundi y el susto gordo, que no pasó a mayores con Sergio Aguilar. Tampoco debemos de olvidar los dos pares magníficos de Luis Mariscal pero sobre todo, estamos seguros que aún fue más complicada en el burladero de la empresa cuando Salvador Cortés volvía a pasear el albero con un apéndice...
Lástima que en el sexto, Cortés no haya sabido mantener la línea, porque él sabe perfectamente que debe de jugársela en cada toro, como si fuera el último que tuviera firmado, que es la mejor manera de tapar tantas bocas.
Y es que, igual que se toman las cosas, porque no hay más remedio, también él tiene en su mano la potestad, para hacer bueno ese refrán de donde las dan las toman.
Salvador Cortés volverá en el Corpus, si Dios quiere, pero nadie podrá negarle a este profesional su seriedad, su pundonor y su vergüenza torera para seguir demostrándole al mundo que su ilusión es ser figura del toreo, algo que sólo está en las manos de los elegidos y que el Mairena del Aljarafe hace meritos para serlo.
Fotografía: Matito / Sevilla Taurina
1 comentario:
Si que fue pelín ajustada, lo cual no quiere decir que fuera inmerecida. En fin, lo mismo aún no se han dado por enterados, entonces cortará la 12+1, la 14, hasta que ocurra lo que me decía una profesora: o se aburre el tonto, o se acaba el camino… Alguna de las dos cosas pasará…
Kisses
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