miércoles, 29 de abril de 2009

Siete días en la gloria


Así reza una caseta, y así andábamos ayer por el Real, en la Gloria...
Pero la felicidad no era completa, y sólo nos faltaba a nuestra verita, esa que da sentido a nuestra vida, para que todo hubiera sido perfecto, para que llevándola del talle con su traje de lunares, nos hubiéramos sentido, como en aquella vieja fotografía, de quienes nos enseñaron a amar sus cosas, dueños de la ciudad que heredamos, esa que Los Remedios es un anexo que crece junto a la ciudad de los sueños.
Se que esta tarde, cuando el cielo se ilumine de farolillos, ya andarás conmigo del brazo, y entonces me quedaré tranquilo, brindaré al cielo con una caña de manzanilla y daré gracias, porque contigo a mi lado, rodeado de amigos, será estar en la gloria misma.

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