domingo, 16 de mayo de 2010

El día más bonito del barrio





Tiene esta mañana de la Ascensión, sabor del barrio que vuelve a ser barrio, los vencejos ya vuelan por la plaza cuando apenas se han abierto las puertas de la Basílica y tras los muros de la Parroquia se respira el sabor de lo autentico.
La campanilla del muñidor ya avisa, los carráncanos toman por esas calles del barrio que sólo pisamos en este día y la banda de cabecera da el bando de la mañana.
En la Parroquia suenan solemnes los sones del organo mientras se celebra la solemne función tras la que Dios bajo palio llegará a los enfermos e impedidos.
La cera roja mancha la plaza, y como ayer aquellos que nos enseñaron a vivir y a disfrutar de esta mañana de la Majestad en San Lorenzo, cuando no había tantos chaqués y no por ello menos sabor en esta mañana, hoy nosotros tomamos ese cirio de la Sacramental de la Parroquia para acompañar a Dios por sus calles, esas calles que nos traeran recuerdos de nuestros años infantiles, esas calles que guardan también las leyendas de emparedadas y hombres de piedra y los versos de los poetas que siempre nos acompañan, esas calles en las que suena y de que manera la música de Font de Anta.
Ya la mañana tiene la luz plena del mediodia, cuando el cortejo vuelve a la Plaza, se ha cumplido el precepto de llevar a Dios a quienes no pueden llegar a él para cumplir el precepto de Pascua Florida y lega ese momento tan esperado del desfile de las bandas ante el Santísimo tras haber disfrutado de los sones de la Marcha Real por Tejera que suenan igual de bien cuando la entrada del palio de Subterráneo el Domingo de Ramos, cuando una Infanta de España ocupa el palco del Príncipe en una tarde de Maestranza o cuando el Señor salía y entraba de las casas que lo esperaban en esta mañana de la Ascensión.
Hoy el barrio de San Lorenzo, en el día de la Majestad, vuelve a ser aquel barrio que nunca dejó de tener  el sabor de lo autentico.