Aquel niño tímido, con aquellos comienzos tan parecidos a Pepe Luis, se apellidaba Puerta y tras una interesante etapa de novillero, tomó la alternativa hace cincuenta años en la Real Maestranza de manos de Luis Miguel, aquel día no tuvo suerte, pero la historia le aguardaba un encuentro con un toro de Miura llamado “Escobero”, para demostrarle al orbe taurino que el arte y la gracia sevillana vestida de luces, aquel día de blanco y azabache, anda sobrada de valor.
Diego Puerta tras brindarle la muerte de Escobero a Juan Belmonte, salió a morir frente a Escobero, resultando cogido en innumerables ocasiones pero resurgiendo de cada voltereta, con más valor aún, de ahí aquel sobrenombre que le pusieron de “Diego Valor”.
Al día siguiente, triunfador la tarde anterior, apareció vestido de rosa y oro en la Puerta Principal para tras cortarle tres orejas a los toros de Peralta cruzar a hombros la Puerta del Príncipe, desde entonces fue por derecho propio un figurón del toreo, con una vitola de arte y entrega y siendo triunfador en las principales plazas del toreo, donde no se dejaba ganar la pelea por nadie.
Se retiró del toreo con 33 años en la Maestranza, el 12 de Octubre de1974, cosido a cornadas, la última tan sólo tres días antes en Zaragoza, y aquella misma noche se le impuso la Medalla de la Beneficencia, pues siempre destacó por su labora altruista, anunciándose allí donde hiciera falta.
Cincuenta años de alternativa se merecen un homenaje por parte de esta ciudad que en otras ocasiones ha sabido estar al quite para con sus toreros, aún estamos a tiempo de que Sevilla sepa tener una deferencia con este torero que siempre llevó la bandera de su sevillanía con su arte y su valor y para que aquellos que no tuvimos la suerte de verlo torear podamos conocer mucho más de su vida, que aquello que nos cuentan quienes vieron aquella tarde de Abril, a Diego Puerta frente a "Escobero".
Diego Puerta tras brindarle la muerte de Escobero a Juan Belmonte, salió a morir frente a Escobero, resultando cogido en innumerables ocasiones pero resurgiendo de cada voltereta, con más valor aún, de ahí aquel sobrenombre que le pusieron de “Diego Valor”.
Al día siguiente, triunfador la tarde anterior, apareció vestido de rosa y oro en la Puerta Principal para tras cortarle tres orejas a los toros de Peralta cruzar a hombros la Puerta del Príncipe, desde entonces fue por derecho propio un figurón del toreo, con una vitola de arte y entrega y siendo triunfador en las principales plazas del toreo, donde no se dejaba ganar la pelea por nadie.
Se retiró del toreo con 33 años en la Maestranza, el 12 de Octubre de1974, cosido a cornadas, la última tan sólo tres días antes en Zaragoza, y aquella misma noche se le impuso la Medalla de la Beneficencia, pues siempre destacó por su labora altruista, anunciándose allí donde hiciera falta.
Cincuenta años de alternativa se merecen un homenaje por parte de esta ciudad que en otras ocasiones ha sabido estar al quite para con sus toreros, aún estamos a tiempo de que Sevilla sepa tener una deferencia con este torero que siempre llevó la bandera de su sevillanía con su arte y su valor y para que aquellos que no tuvimos la suerte de verlo torear podamos conocer mucho más de su vida, que aquello que nos cuentan quienes vieron aquella tarde de Abril, a Diego Puerta frente a "Escobero".
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