Allí os vi, salpicando la acuarela marismeña de aquel pinar infinito, como dos gotas moradas que salpicaban el verdor de un lienzo y os imaginé cual dos nazarenos morados del Jueves Santo que se transportaran a la canastilla de bronce y abebay a los pies de mi Virgen sin lágrimas, os soñé brotando entre un monte de claveles a los pies del Cristo de mi torero o siendo tapiz de mi Catedrático, ese al que adornaron de lirios tras salir al campo la víspera para adornar su cátedra de verdad...
Pero me acerqué a vosotros y vi para lo que Dios os puso allí, y tras acordarme de mi secreto escondido en el Arenal, siempre con lirios, os tomé con mis manos y los puse delicadamente allí, donde quizás mejor podíais adornar con vuestra belleza para exaltar a Dios y a su bendita Madre, a los pies de mi Virgen Chiquitita, y así os coloqué, mi ofrenda de lírios nuevos, como cada año por esas fechas, entre aquellas matas de romero junto a las jarras cuajadas de margaritas entre las que se ocultaba la historia de la flor de mi secreto
Pero me acerqué a vosotros y vi para lo que Dios os puso allí, y tras acordarme de mi secreto escondido en el Arenal, siempre con lirios, os tomé con mis manos y los puse delicadamente allí, donde quizás mejor podíais adornar con vuestra belleza para exaltar a Dios y a su bendita Madre, a los pies de mi Virgen Chiquitita, y así os coloqué, mi ofrenda de lírios nuevos, como cada año por esas fechas, entre aquellas matas de romero junto a las jarras cuajadas de margaritas entre las que se ocultaba la historia de la flor de mi secreto
1 comentario:
Ay pare no me pongas estas fotos y estos textos que estoy mu sensible.
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