Te vi pasar como rumor viajero y desde entonces me quedé prendado de ti, desde aquella primera vez que te escuché en aquel bar de aquella calle que, lo que son las cosas de la vida, se convertiría años más tarde en mi calle.
Te escuché en la voz de aquel cantor que se acompañaba de su guitarra, en aquella esquina, casi en penumbras, al abrigo del primer aire fresco del otoño de la ciudad y desde entonces no te pude olvidar.
La sutileza de aquel sonido de cante de ida y vuelta, pasaje venezolano, se me grabó muy adentro y desde entonces, cuando escucho que alguien te nombra siempre, se me viene a la memoria aquello de:
Te escuché en la voz de aquel cantor que se acompañaba de su guitarra, en aquella esquina, casi en penumbras, al abrigo del primer aire fresco del otoño de la ciudad y desde entonces no te pude olvidar.
La sutileza de aquel sonido de cante de ida y vuelta, pasaje venezolano, se me grabó muy adentro y desde entonces, cuando escucho que alguien te nombra siempre, se me viene a la memoria aquello de:
Rosario,
toda la luz del mundo,
parece,
que se fundiera en ti...
toda la luz del mundo,
parece,
que se fundiera en ti...
Boomp3.com
4 comentarios:
Gracias a ti... ahora la conozco. Siempre he dicho que estoy aprendiendo muchísimo con ustedes.
Un abrazo amigo Pepe Luis.
Que grande eres pepe lui, y no porque seas mi amigo, sino porque eres un tio grande.
Un abrazo
Bellísima
Me parece preciosa tu entrada.
Enhorabuena. Un saludo.
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