martes, 8 de julio de 2008

La naturalidad vuelve a vestirse de luces


La noticia nos llegó ayer, será en la bicentenaria plaza de Constantina, con un cartel de dinastías con tres apellidos míticos en un cartel que resume la historia de la tauromaquia del siglo XX. Cerrando el cartel el apellido Benitez, con Julio Benítez el Cordobés hijo, por otro lado Cayetano, ¿hay que decir más? y abriendo el cartel el torero del que cuentan quienes de verdad saben de esto, que desde Antonio Bienvenida no han derramado más naturalidad, aquel torero al que hay quien sigue por festivales y tentaderos, aunque sólo sea por ver como coge los trastos, quienpudo haber sido el torero de Sevilla, recambio natural de quien tomó el testigo dejado por su padre, y es que por sus venas corre la sangre del torero por excelencia de esta ciudad la del Sócrates de San Bernardo, sí amigos, el cartel lo abre un torero que es la naturalidad personificada, José Luis Vázquez Silva, en los carteles Pepe Luis Vázquez.

La cita será el 9 de Agosto, muchos se acercaran a ver a Cayetano, más yo os aseguro que con sólo ver la naturalidad con que Pepe Luis le anduvo siempre a los toros, me quedaré tranquilo, él nunca fue torero de recordarle faenas cumbres y no podemos negar que siempre esperamos mucho más de él, aquello que siempre nos recordaba aquel viejo aficionado de nuestra grada 4:
"- Ay, si, este niño tuviera un poco más de sangre..."

Pero tampoco podemos negar que Pepe Luis nos dejo grabadas para siempre en nuestra memoria quizás los más bellos naturales que recordamos, de las más bellas verónicas que templaron la feroz embestida de un toro de Miura, aquel cambio de mano o la naturalidad, siempre la naturalidad, que con pajolera gracia nos transmitia al salir de la cara de los toros tras rematar la suerte, lo que a veces hace preguntarnos porque no recordamos absolutamente nada de tantas faenas vistas a las llamadas figuras de hoy, con más renombre y cartel pero que nunca nos dejaron el recuerdo imborrable que nos dejó Pepe Luis en tantas ocasiones.
Esa es la gracia de Pepe Luis, a veces un instante, tan sólo un suspiro, pero esa gracia, esa naturalidad es la que ha quedado marcada en nuestra memoria para siempre.
En Constantina estaremos, torero, para esperar un chispazo de lo que tanto añoramos en otros toreros, con puros o sin ellos, la naturalidad, tu inigualable naturalidad.




No hay comentarios: