Viene el palio del Dulce Nombre, con su armonía de bordados, orfebrería y claveles rosas y de pronto uno de los manigueteros, te da una pequeña foto que acaba de sacar de debajo del manto azul con algún poema lleno de dulzura, es el mismo maniguetero que aquel Martes de Ramos, cuando iba el palio a revirar para
- Toca Virgen del Dulce Nombre, que se enteren que ya está aquí la Reina de San Lorenzo…
Fue, aquel su último Martes Santo de maniguetero, meses más tarde caería enfermo y no volvería a asirse a esa manigueta de su Virgen del Dulce Nombre.
Hoy muchos disfrutan de la marcha de López Farfán, muchos no saben cuanto era tu deseo de escucharla en la calle y cantar aquellas estrofas, que nos recitaba de memoria, porque muchos desconocen que fuiste el autentico culpable de prender la mecha para que algunos hicieran para recuperar esa marcha.
Hoy querido Agustín, sabemos que te habrás presentado ante tu Virgen y lo habrás hecho cantando aquella letra del principio de esa marcha de D. Pedro, “Ya está aquí la Virgen del Dulce Nombre”, contigo querido Agustín Carlos, se va la historia viva de la primera juventud de nuestra Hermandad, pero también aquellas Hojas de Archivo, con las que los Directores del Boletín tanto sufrieron, pero con las que los hermanos tanto disfrutarmos.
Hoy te hemos dicho adiós, pero sabemos que nos estarás esperando asido siempre a una de las maniguetas traseras, de tu Virgen del Dulce Nombre.
1 comentario:
Bueno simplemente unirme a este homenaje que brindas a este maniguetero, protagonista de momentos tan sublimes.
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