miércoles, 19 de noviembre de 2008

Entre olivares


Entre olivares me perdí, en una noche sin luna, buscando la luz de tus ojos, esos que saben llenar de ilusión mi vida, esos que saben poner la sal de mis días. Entre olivares centenarios te perdí, aquella tarde de noviembre, entre la bruma que asolaba los campos cuando volvían los aceituneros de sus labores, con las espuertas llenas de aquel fruto de la vida que floreció por primavera.
Entre olivares, mi Getsemaní particular, sentí el abandono de la vida y quise quedarme dormido para saber si todo aquello era un mal sueño del que despertaría, recostándome acurrucado en mi manta sobre la fría tierra fértil, que dio el oro de nuestra tierra al imperio, y que me despertarían tus caricias llenando mi vida entera de sueños e ilusiones al calor de tu reencuentro.
Entre olivares, espero de nuevo ver aparecer tu figura de aceitunera altiva, belleza agrícola que supo ligar su aceite con el carácter avinagrado de mi ser, para volver a sanar mis heridas, y a la vera del camino, esperando de nuevo tu regreso, como aquella última vez, aguardo de nuevo tu vuelta para volver a sentir de tus labios, el sabor del fruto del olivo que me haga renacer.

6 comentarios:

Canónigo Alberico dijo...

oju pare, mu bonito pero vaya tela. si necesitas algo, no te digo na

vicenteeldelasalmendras dijo...

Esos olivares, no seran de cordoba por casualidad?

Un abrazo.

Zapateiro dijo...

Precioso.¡Mucho ánimo!

Anónimo dijo...

Soñar entre olivares y esperar alli el despertar...

Adelante.

el aguaó dijo...

Nuestro tesoro natural... el oro líquido por antonomasia.

Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Sencillamente, hermoso.
Saludos.