jueves, 13 de noviembre de 2008

Corazones traspasados


Mañana, fijaos bien en esos nazarenos que a cara descubierta, portan los cirios blancos que tras el Señor, anteceden a su Madre.
Fijaos bien, porque muchos de ellos, son quienes la escoltan en la Madrugada, nazarenos de ruan con cirio en alto, parejas nombradas, cruces tras su paso, diputados, canastillas…
Ahí están, los que acompañan cada día al Traspaso de María, podríamos decir sus nombres casi de memoria corrida, devoción que traspasa el alma de padres a hijos, devoción callada de quienes llegan buscando al Señor y se encuentran con nuestra Virgen Dulce y Pequeña, como un día la llamara Ernesto Juliá.
Fijaos bien, en el traslado, porque entre sus cirios va la semilla de quienes buscando al Gran Poder fueron traspasados por la espada del amor de su Madre, los que se saben de memoria el pliegue de su manto en la Madrugada, los que escuchan y no ven como se acerca la Madre Dolorosa, los que no se quedan tranquilos hasta que los cuatro zancos de su paso no se han posado sobre el mármol de la Basílica.
Tras el Señor siempre viene su madre y con Ella los corazones traspasados que son legión callada del día a día de la vida interna de esta Hermandad y que tienen grabada a fuego en su alma la marca más secreta y hermosa de esta Cofradía, esa que se repite silenciosamente en sus varas o en los lugares más secretos y hermosos de su Basílica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Allí estaremos las que vamos tras Ella entremetidas entre los que escoltan su manto.

@ManoloRL dijo...

Extraordinario Pepe Luis...
Y como de traspasado se nos quedó el alma, al verla llegar, silente, despacio, casi sin querer asomarse con su serena belleza, asumiendo su dulce papel, de Madre Amable.
Qué Bella estaba anoche la Madre, de vuelta a casa

Anónimo dijo...
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