A la misma hora que cualquiera de estas mañanas anteriores, con las primeras luces del día, encaminé mis pasos por la memoria y tomé por la calle de la Mar, Alemanes y Matacanónigos, para, tras mirar hacia al cielo reencontrarme con la mirada de bronce de la Santa Juana, crucé seguidamente, sin prisas pero sin pausa, por la Puerta de los Palos, para como cada mañana volver a hincarme de rodillas ante la imagen de la excelsa Reina de los Reyes.
La única diferencia entre esta mañana y las anteriores, es que no he coincidido con ese señor mayor de la camisa de hilo, ni con esa señora del vestido de cretona con su abanico y ese perfume, que desprende un aroma de nardos y jazmines de tiempos pasados.
Hoy estoy en la distancia, lejos fisicamente de la Ciudad, pero no por ellos lejos de ella, pues como tantos otros sevillanos, nuestra sevillanía es parte de nosotros. En esta mañana, la mirada de la Virgen de los Reyes es la que aparece en la antigua fotografía de blanco y negro que aparece en el devocionario de pastas azul celeste donde se encuentra su novena.
Hoy, día séptimo, abro las páginas de fino papel, que diría que es de arroz, y allí están las mismas oraciones de siempre, y para terminar la oración hecha himno que nos recuerda aquello de "A tus plantas se postra Sevilla..."
Hoy desde la distancia, buscaré ese secreto azulejo sevillano que te recuerda para postrarme igual que estos días anteriores a tus plantas, ante tu paso de tumbilla echo altar, desde el que Reinas la Ciudad de nuestra vida.
PER ME REGES REGNANT
La única diferencia entre esta mañana y las anteriores, es que no he coincidido con ese señor mayor de la camisa de hilo, ni con esa señora del vestido de cretona con su abanico y ese perfume, que desprende un aroma de nardos y jazmines de tiempos pasados.
Hoy estoy en la distancia, lejos fisicamente de la Ciudad, pero no por ellos lejos de ella, pues como tantos otros sevillanos, nuestra sevillanía es parte de nosotros. En esta mañana, la mirada de la Virgen de los Reyes es la que aparece en la antigua fotografía de blanco y negro que aparece en el devocionario de pastas azul celeste donde se encuentra su novena.
Hoy, día séptimo, abro las páginas de fino papel, que diría que es de arroz, y allí están las mismas oraciones de siempre, y para terminar la oración hecha himno que nos recuerda aquello de "A tus plantas se postra Sevilla..."
Hoy desde la distancia, buscaré ese secreto azulejo sevillano que te recuerda para postrarme igual que estos días anteriores a tus plantas, ante tu paso de tumbilla echo altar, desde el que Reinas la Ciudad de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario