Ayer volví a tus calles, infancia trianera que no se olvida, volví a cruzar tus soportales y me crucé con chiquillos en bicicletas, igual que entonces, otros jugaban a la pelota en la plazuela , como siempre fue, como hicimos entonces y como también hacen ahora, que hoy también jugarán con la wii, igual que nosotros lo compaginábamos con el Comodore 64 o el Spectrum.
El colegio ha acabado, y hoy muchos de esos niños que juegan en aquel parque son los hijos de aquellos hermanos mayores que ya no jugaban con nosotros. Las calles recuperan la vida que rompe la monotonía escolar, los niños vuelven a las bicicletas y a las pelotas, se comen pipas en los bancos y sin saberlo disfrutarán de momentos que cuando pasen los años disfrutaran desde la nostalgia.
Hoy he vuelto a revivir aquella infancia trianera, que en nuestra niñez tenía el color tiznado del humo de los tejares y el aroma de la cocción en sus hornos, que se colaba por las calles de aquel Núcleo Residencial.
El colegio ha acabado, y hoy muchos de esos niños que juegan en aquel parque son los hijos de aquellos hermanos mayores que ya no jugaban con nosotros. Las calles recuperan la vida que rompe la monotonía escolar, los niños vuelven a las bicicletas y a las pelotas, se comen pipas en los bancos y sin saberlo disfrutarán de momentos que cuando pasen los años disfrutaran desde la nostalgia.
Hoy he vuelto a revivir aquella infancia trianera, que en nuestra niñez tenía el color tiznado del humo de los tejares y el aroma de la cocción en sus hornos, que se colaba por las calles de aquel Núcleo Residencial.
1 comentario:
Los recuerdos de la niñez son los aunque pasen los añós nunca olvidaremos.
Saludos
Publicar un comentario