domingo, 24 de mayo de 2009

Volver


Cada 24 en el calendario es una fecha especial en nuestra vida marcada siempre por lo que aprendimos, pero cuandondo llega mayo, es volver al colegio, a las raices de donde venimos, al viejo patio, a oir la sirena de Básica, a los Buenos Días de cada mañana, a esas palabras que escuchábamos en fila y que por más que pase la vida se quedaron grabadas para siempre en nuestro día a día.
Es volver al día de nuestra Primera Comunión, volver a aquel campo de fútbol, al ambigú de Juan, la librería de D. Ubaldo o las novenas en el patio.
Como cada 24 de mayo, volveremos a revivir los momentos vividos, volveremos a reencontrarnos con quienes compartimos quizás aquellos años más importantes de nuestra vida, pues todo lo que vino después siempre vino marcada por aquella divisa de D. Bosco que sus hijos casi sin darnos cuenta nos grabaron: Ser honrados ciudadanos y buenos cristianos.
Pero hoy 24, tendremos un reeencuentro con esa Madre que siempre nos espera, esa que llegó a Triana y se sentó, para decirnos con ese gesto que era tan de nosotros como nosotros mismos, esa Madre que hoy saldrá a nuestro encuentro, echando de menos quizás aquellas otras veces en que cuando las cosas se torcían eramos nosotros los que ibamos a su encuentro, cruzando la puerta siempre abierta de su Casa. Por que pasará la vida y nuestros problemas serán tan distintos pero Ella y su Auxilio siempre permanecen, para recordarnos que en las horas de la luchas siempre será nuestro consuelo.
Hoy volveremos a Triana, para reencontrarnos con Ella, pero también con nosotros mismos, porque Ella siempre nos aguarda para ser nuestra Auxiliadora.

2 comentarios:

El Pasmo de Triana dijo...

...Hoy pasa lista nuestra mejor Profesora, aquella de la que aprendieron Doña Carmen, Poli, Ana, Pili...
Hoy, como siempre, es ella la que nos pone la nota de la vida, la misma que maneja con sus manos nuestro destino como una barquilla en pleno temporal.

Feliz día de la Virgen, compañero.

El Divino Calvo dijo...

... En las horas de la lucha, sé mi consuelo...