El Arte viene buscando arte, para cantar, para herir, para sentir, para tallar, para pintar, para soñar...
Verónicas de cante grande, de cantes por tonás y soleares al son de vieja fragua, verónicas que buscan artistas, que con sus manos interpreten la plasticidad de quien con los pies asentados en la arena, llevaba embelesado a un torito en el capote con la gracia de sus muñecas, como hizo, el Arte, Morante, sobre un lienzo llamado Alboroto.
Verónicas que buscan poetas de arte mayor, para que le canten romances de valentía, a este nuevo rey de la torería, que trae hoy el aroma eterno del toreo de ayer y del toreo de siempre.
Pinceles que plasmen sobre el lienzo moreno la gracia de su galleo por chicuelinas, que pureza, que parece de la Alameda, que embeleso, que son , que torería.
Ahora por delantales, pies juntos, sabor de San Bernardo y la gracia de la media, no forzada... Y la plaza en pie que machada, cuando la muleta aún espera en la barrera, planchada.
Y ya inicia la faena, el burel viene al cite, vaya como va, que serenidad, como burla la embestida, será verdad o será mentira, que sinfonía…
Morante es el arte y por eso no le hacen falta medallas que nos hagan creer lo que no se cree, que nuestro dogma de fe, se hizo hoy realidad sobre la arena venteña, como ayer lo hiciera sobre el albero de la Maestranza y mañana quien sabe donde será…
Ahora ya son legión quienes creen en él, igual que desde que despuntaba de novillero ya creíamos sin ver, pero que más da si el arte no sabe de antigüedad...
¿Será por que Morante es el Arte, o quizás, por que el arte se llama Morante?
Verónicas de cante grande, de cantes por tonás y soleares al son de vieja fragua, verónicas que buscan artistas, que con sus manos interpreten la plasticidad de quien con los pies asentados en la arena, llevaba embelesado a un torito en el capote con la gracia de sus muñecas, como hizo, el Arte, Morante, sobre un lienzo llamado Alboroto.
Verónicas que buscan poetas de arte mayor, para que le canten romances de valentía, a este nuevo rey de la torería, que trae hoy el aroma eterno del toreo de ayer y del toreo de siempre.
Pinceles que plasmen sobre el lienzo moreno la gracia de su galleo por chicuelinas, que pureza, que parece de la Alameda, que embeleso, que son , que torería.
Ahora por delantales, pies juntos, sabor de San Bernardo y la gracia de la media, no forzada... Y la plaza en pie que machada, cuando la muleta aún espera en la barrera, planchada.
Y ya inicia la faena, el burel viene al cite, vaya como va, que serenidad, como burla la embestida, será verdad o será mentira, que sinfonía…
Morante es el arte y por eso no le hacen falta medallas que nos hagan creer lo que no se cree, que nuestro dogma de fe, se hizo hoy realidad sobre la arena venteña, como ayer lo hiciera sobre el albero de la Maestranza y mañana quien sabe donde será…
Ahora ya son legión quienes creen en él, igual que desde que despuntaba de novillero ya creíamos sin ver, pero que más da si el arte no sabe de antigüedad...
¿Será por que Morante es el Arte, o quizás, por que el arte se llama Morante?
1 comentario:
Siento contradecirte, pero si hacen falta medallas, medallas como las que sacamos de la plaza prendidas en el corazón. Eso no era torear, eso aún no tiene nombre. Y perdona lo que te voy a decir y es que en su día Madrid era casi más currista que la misma Sevilla, y espero que sea también más morantista. Bromas aparte, Sevilla y Madrid son, cuando ven torear de verdad, pura sensibilidad. Gracias por mandarnos a este chico que merece la pena ver desde que se levanta por las mañanas.¡Ole!
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