jueves, 15 de enero de 2009

Beatriz de Suabia


Hoy hemos cerrado por última vez la puerta de ese despacho, al que llegamos desde el edificio Sevilla 2, con la ilusión de nuevas formas y nuevas maneras en aquel ya lejano inicio del verano de 2004.
Hoy, hemos sentido una sensación de cerrar una etapa de nuestra vida, cuando por última vez hemos girado la llave y nos hemos despedido de tantas cosas, de los sonidos de los perros de las casas vecinas, del panadero que venía de dejar el pan en el segundo, como siempre puntual a la misma hora, de las voces de los vecinos que coinciden en la planta baja al entrar en el edificio o en la puerta del ascensor y de los buenos días o las buenas noches de Rosalía al llegar los primeros o como casi siempre al salir el último del despacho, de aquellas conversaciones con Montilla (q.p.d.), de los trajes de flamenca de Pilar y de las charlas interminables con María…
Hoy cambiamos este despacho por otro en la Avenida de la Cruz del Campo, ganaremos cosas y perderemos otras que con el tiempo recuperaremos, pero no serán igual, porque ya nos habíamos acostumbrado al café del desayuno en el Toboso y a las conversaciones con el personal de nuestros equipos eternos, guasa sevillana que sabe ponerte un café y una tostada hablándote del partido del domingo y también echaremos de menos como no los cafés que nos ponía cada tarde Fali en el De Cañas de Manolo León.
Pero si algo vamos a echar de menos en estas primeras mañanas frías es nuestra visita a la Concepción, donde cada mañana nos esperaba el Santísimo y esa devoción tan arraigada de la gente de esta zona de Nervión, como es el Sagrado Corazón.
En todo esto íbamos pensando, cuando he recordado tantas cosas que se cerraban al dejar el portal y por última vez, en mucho tiempo hemos mirado el azulejo de la calle y hemos pensado cuanto sin darnos cuenta, cambió nuestra vida, en estos últimos cinco años.

4 comentarios:

El Pasmo de Triana dijo...

Muchas gracias por agregarte como seguidor de mi humilde blog, compañero de patio salesiano.
Un abazo y nos seguimos leyendo.

Reyes dijo...

Ya somos dos los que cambiamos de aires, aunque yo, siga, por motivos escolares, frecuentando esa calle.
Mucha suerte en la Cruz Campo, aún así, seguís teniendo cerca el Toboso y la Concepción...

Edward dijo...

Que los cambios sean para mejor. Es bonito crear arraigo a aquellos momentos que van conformando el día a día...otros nuevos esperarán ¿no?

Un saludo en mi primera visita a este rincón.

La gata Roma dijo...

Un final, que como todo buen final es un principio, mucha suerte con los nuevos bares, los nuevos vecinos, las nuevas llaves y todo lo demás.
Kisses