Y que más da la túnica, si Él puede con todo, nos puede cada Epifanía, cuando en su Quinario lo adoramos, nos puede en Cuaresma, cuando de "moraito vestío" y con el cíngulo amarillo se nos muestra en su humildad, nos puede cuando en la nohe mágica de la víspera lo vemos de nuevo bajar hasta el suelo de Sevilla y cuando al día siguiente volvamos a ser incapaces de aguantarle la mirada mientras le besamos las manos, esas manos en las que está el Poder y el Imperio de nuestras vidas, su imagen al llegar cada Madrugada a su Basílica nos puede cuando hincados de rodillas le rezamos las preces y al levantarnos nos recuerda aquella misma imagen que verían nuestros abuelos cuando llegaban a San Lorenzo y lo encontraban en la magnitud de su paso vestidos con el mismo hábito con el que un día salieron a su encuentro, y con el que D.m. saldremos nosotros, nos puede su Gran Poder presidiendo la Basílica desde su paso en esa estampa de hace unos años acá que parece que lleva pasando la vida entera de su Gran Poder Resucitado, nos puede una mañana de mayo a primera hora para darnos los buenos días, o una tarde de agosto en la que nunca faltan sus devotos, nos puede siempre y nos podrá,
Este es el Gran Misterio de su Poder, que más da que vaya con túnica lisa o bordada, con la persa o la de los cardos, con
¿Qué más da la túnica si con sólo su Poderosa presencia nos basta?
miércoles, 21 de enero de 2009
Que más dá...
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1 comentario:
Pues si... ¿qué más da y El lo puede Todo con su sola presencia?
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