La verdad del toreo, no tiene porque encontrarse en La Maestranza o en Las Ventas, la verdad del toreo, desgraciadamente puede surgir en cualquier sitio ya sea en una plaza de primera, en una portátil o en una placita de tientas, incluso a campo abierto en una mañana de garrochas o bajo una noche de luna.
En estos días donde la resaca de los triunfos venteños de José Tomás han llenado las portadas de los periódicos nacionales e internacionales, donde los telediarios han dedicado más tiempo de lo habitual a un triunfo de la Fiesta, pués desgraciadamente lo habitual es que se hable de toros en los apartados de sucesos y más por festejos populares de toros en las calles, que por la soledad de quien se enfrenta cara a cara, con una muleta, con unas banderillas o un capote de brega, vistiendo el oro de la verdad, de quien se juega la vida.
La verdad del toreo, saltó hace unos días a un ruedo, en Torrejón de Ardoz, pero salvo en la prensa especializada, poco hemos leido sobre la evolución de Adrián Gómez, hombre de plata, tercero de la cuadrilla del Fundi, que actuaba como banderillero en la cuadrilla del prometedor novillero madrileño Ismael López, y que tras parear al quinto novillo de San Román sufrió una aparatosa voltereta de la que parece haber quedado tetrapléjico.
Ahí está la verdad del toreo, lejos de plazas de primera, de las cuatro orejas en Las Ventas, lejos de los brillos del papel couché y de las portadas de los periódicos y podríamos dar más nombres, quizás de más luces y más recordados por el gran público, pero tan toreros y tan de verdad como este padre de familia, al que la verdad de la fiesta lo ha mandado al Centro de Tetrapléjicos de Toledo.
Desde estas líneas le dedicamos un, ¡Suerte torero! al que tanto ha bregado con esos morlacos que ha toreado junto con ese ejemplo de profesional que es su jefe de filas, El Fundi, y que hoy le toca bregar con ese toro que no da la gloria pero que le ha dejado esa cornada de espejo que es la verdad de la fiesta.
En estos días donde la resaca de los triunfos venteños de José Tomás han llenado las portadas de los periódicos nacionales e internacionales, donde los telediarios han dedicado más tiempo de lo habitual a un triunfo de la Fiesta, pués desgraciadamente lo habitual es que se hable de toros en los apartados de sucesos y más por festejos populares de toros en las calles, que por la soledad de quien se enfrenta cara a cara, con una muleta, con unas banderillas o un capote de brega, vistiendo el oro de la verdad, de quien se juega la vida.
La verdad del toreo, saltó hace unos días a un ruedo, en Torrejón de Ardoz, pero salvo en la prensa especializada, poco hemos leido sobre la evolución de Adrián Gómez, hombre de plata, tercero de la cuadrilla del Fundi, que actuaba como banderillero en la cuadrilla del prometedor novillero madrileño Ismael López, y que tras parear al quinto novillo de San Román sufrió una aparatosa voltereta de la que parece haber quedado tetrapléjico.
Ahí está la verdad del toreo, lejos de plazas de primera, de las cuatro orejas en Las Ventas, lejos de los brillos del papel couché y de las portadas de los periódicos y podríamos dar más nombres, quizás de más luces y más recordados por el gran público, pero tan toreros y tan de verdad como este padre de familia, al que la verdad de la fiesta lo ha mandado al Centro de Tetrapléjicos de Toledo.
Desde estas líneas le dedicamos un, ¡Suerte torero! al que tanto ha bregado con esos morlacos que ha toreado junto con ese ejemplo de profesional que es su jefe de filas, El Fundi, y que hoy le toca bregar con ese toro que no da la gloria pero que le ha dejado esa cornada de espejo que es la verdad de la fiesta.
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