sábado, 21 de junio de 2008

Huyendo del aire acondicionado...


Y no tuvimos otra ocurrencia que venirnos a Córdoba, ciudad entre cuyos encantos no está precisamente sus bajas temperaturas a las 15,00 horas...

Así que sólo nos quedó tomarnos un salmorejos y unos flamenquines y esperar a que Lorenzo se fuera para Sevilla en lanzadera, pero vaya si tardó en irse...

2 comentarios:

Canónigo Alberico dijo...

endeluego pare lo tuyo es pa matarte, huir a Cordoba pa evitar el caló......

Moe de Triana dijo...

Yo creo que por ver esa estampa que has colocao ahí, merece la pena pasar una mijila de caló.

Ahora que supongo que iriais en bermuditas fresquitas.