lunes, 13 de diciembre de 2010

El clavo ardiendo


La noticia parece que es cierta, y quienes hablan de ella ya nos hace pensar que la lógica se ha impuesto a la cerrazón y la ganadería de Núñez del Cuvillo volverá a lidiar en la Maestranza, tras una ausencia tan prolongada como incompredinda por parte de los aficionados, pues no en vano, la última vez que los toros que pastan en El Grullo se lidiaron en el coso del Baratillo se cortaron cinco orejas, en aquella tarde inolvidable de Morante y  Talavante en que el segundo salió (o le regalaron) la del Principe y Morante, falto de cariño y dolido en su amor propio, le cortó dos orejas, (en nuestra opinión debía de haber sido sólo una), tras haberse ido a portagayola y haber hecho una de esas faenas inolvidables que no rubricó con la espada... 
Pero aún así, desde aquel lejano lunes del alumbrado de 2007, es muy injusto, razones aparte, que la ganadería que más y mejor ha lidiado en las últimas temporadas no viniera a Sevilla.
Aunque como no es la primera vez que nos dejan con la miel en los labios, quizás sería conveniente poner una vez más pondremos esta noticia en cuarentena...
O quizás no, porque puede que esto de Cuvillo, como hace algunas fechas fue el anuncio de Dolores Aguirre, es el clavo ardiendo que nos quiere mostrar la empresa Pagés para quemar el cartucho de la credibilidad y demostrar que aunque muchos podamos pensar lo contrario, en Sevilla, cuando se quiere,  también  se pueden hacer las cosas bien, y quien sabe si  junto con el anuncio de la ganadería de Vejer no vendría acompañada de la vuelta a la Maestranza de José Tomás... 
Un sueño, o quizás una realidad, porque podrá parecer una quimera, pero la fiesta en estos momentos necesita de ilusiones, y ver en un cartel unidos a José Tomás, Morante y el Juli, podría ser un revulsivo para una afición a la que aún le duelen las heridas del pasado San Miguel. 

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