lunes, 2 de agosto de 2010

Una ovación y una media


Volver a Huelva, una ciudad por la que sentimos algo especial, siempre es un placer, y más para ver toros en la Merced, con un cartel de autentico lujo, quizás el más rematado de estas Fiestas Colombinas,con Morante, Juli y Perera.
Mucho podríamos contar de lo vivido y disfrutado en esta tarde de toros junto a la ría, desde el ambiente rodeado de buenos aficionados,  mucha gente de Sevilla en los tendidos, muchos aficionados portugueses,y extremeños y por supuesto gente de Huelva, una tarde de toros de las que sirven para fomentar y acrecentar la afición.
La corrida fue de más a menos, y podemos destacar la faena salpicada de detalles de Morante en su primero y la inolvidable media verónica del cigarrero, soberbio cartel de toros al cuarto que  justificó con creces el pago de la entrada y el viaje hasta la vieja Onuba.
Si bien, en nuestra opinión el autentico triunfador de la tarde fue  El Juli , tras la  sencillamente soberbia faena a su primero, en una faena que fue de menos a más, con un gran toreo al natural y una estocada que puede ser la estocada de la feria onubense.
Perera, que al igual que el Juli cortaría dos orejas a su primer oponente, tuvo en nuestra opinión un premio excesivo, por una faena fiel a su estilo, que culminó con un recuerdo a ese espejo en que parece mirarse el torero pacense y que no es otro que Paco Ojeda.
Pero independientemente de lo anterior, el detalle de la corrida fue cuando a mitad del paseillo, las cuadrillas pararon y Carlos Herrera empezó a leer el Manifiesto en defensa de la Fiesta Nacional y en contra de la prohibición de los toros en Cataluña, que se leyó en todas las plazas. 
Fue justo en el momento de recordar la prohibición del parlamento catalán, cuando el periodista fue interrumpido por una fortísima ovación con la plaza entera puesta en pie que duró más de dos minutos y que estuvo cargado de sensibilidad.

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