miércoles, 11 de agosto de 2010

Madrugada en San Lorenzo


 La parrilla de la veleta apenas gira por la brisa caliente que busca sus alturas, el barrio de madrugada descansa plácidamente perfumado por los jazmines del Palacio de los Santacoloma mientras que el reloj de la torre deja caer solemnes sus campanadas cada hora.
La plaza duerme en sus bancos de piedra, ligeramente refrescados por los barrenderos que hace ya algunas horas la baldearon, mientras desde su hornacina de piedra, San Lorenzo vela con su parrilla el silencio de su plaza que en estas horas pero en otras fechas, son el clamor de los silencios rotos por la voz de una saeta que desafía al aire, como queriéndose bordar de oro fino en una túnica morada.
El barrio a estas horas de la madrugada, parece tomado por la gracia de quienes un día la habitaron y bien pareciera que alguna leyenda de Bécquer fuera a revivir por la cruz de alguna calleja de esas que conforman este damero que son las calles del viejo barrio, mientras algún grillo nos recuerda a Rafael Laffón y  con su canto desvela a algún pequeño, con el llanto de los nacidos que rompen la quietud de la noche.
San Lorenzo duerme esta madrugada de agosto, mientras lloran las estrellas a su paso, noche de perseidas, calor entre las cales, aromas de damas de noche... 

Y en los plataneros cantan ya los vencejos, sabedores de que ha llegado la hora, esa misma hora en que con la llegada el alba, de una amanecida que no es la de hoy, volverá la Dama Traspasada, mientras hoy sólo se escucha el silencio, el del callado llanto del barrio que un día pudo ser el mio.

2 comentarios:

La gata Roma dijo...

Todas las madrugadas son la espera, el preludio, el ensayo de esa que tú bien dejas entrever en tu texto.
A veces me encanta pasear por esos sitios que son bulla y confluencia durante la Semana Grande, en momentos como los de ahora, que son desérticos lugares. Los tomo como si por un segundo fueran míos, como si pudiera disfrutarlos yo sola sabiendo que hay una semana en primavera en que esos lugares son de todos.
Kisses

Reyes dijo...

Verdaderamente maravilloso.