El triángulo formado por Alcalá, Utrera y Morón, ya no es lo que era, huérfanos del ganado de Bucaré de los Buendías, y del Toruño de los Guardiola, ahora se nos une el Cortijo de Arenales del Conde de la Maza. La tristeza nos embarga, quizás por que se cierran paginas de la cada vez más lejana juventud, aquella que inconscientes nos hacía tomar los trastos para emular aquellas tan inalcanzables cotas que veíamos tan fácil, en manos de quienes por algo serían figuras del toreo.
Decía el mallorquín, Guillermo Surera, en su excepcional obra Tauromagia, apoyándose en la conferencia de Federico García Lorca, que el toreo es ángel, musa y duende, y si alguien hemos visto en Sevilla, con ángel con musa y con duende se llama Oliva Soto.
Aún recuerdo aquel día de su debut de novillero en aquella novillada de Torrealta en la que aquel torerillo que repartía programas en la puerta de la plaza -a veces en nuestra Puerta 8- se encontraba aquella tarde de luces en la Puerta de Cuadrillas. la ilusión siempre embarga cuando hay un torero de Sevilla que sabemos de sus formas porque lo hemos visto o porque no lo han contado.
Recordamos aquella novillada de septiembre, dos orejas y a hombros, o aquella alternativa en uno de los días más hermosos que recordamos en la Real Maestranza o aquella víspera del día de la Virgen de los Reyes con una seria y tremendamente astifina corrida de Martín Lorca en la que estuvo enorme, en la que si ay la cruz de la espada, ese vinagre que le solía amargar la faena, y que como dice nuestro vecino de localidad, sin espada no hay paraíso, quien sabe si Oliva Soto aquella tarde no se hubiera ido por la Puerta del Príncipe viendo la alta noche de Triana y en lontananza el reflejo de su Camas, O aquel toro del Conde de la Maza, que lo puso en varios carteles y en varias ferias...
Van para siete años, que estamos sin Oliva Soto en Sevilla, siete años como siete puñales de Angustias gitana, sin disfrutar del torero que puede darle a esta afición estas formas y ese querer que sólo Sevilla sabe y quiere,...
Torero, no te podemos decir más, sabemos que cuando las madrugadas pasan, uno sólo puede aferrarse al toro de América para mantener viva la ilusión de sentirse torero. El año pasado nos regalaste 6 toros en Camas que aquello fue de lo más grande que hemos visto en mucho tiempo, y el clavo ardiendo donde aferrarnos para seguir creyendo en el torero que nos hizo soñar.
Sólo esperamos que igual que nuestro Betis se pasó siete años en Tercera, para volver a Segunda y después a Primera, como dijo Martínez de León por boca de su Oselito, Mil veces alanceado, más nunca muerto,..
Oliva, Sevilla te espera, y yo te espero...
Del Cartucho de Pepe Luis en el programa Verde y Oro de Radio Betis 19/11/18
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