Pasan los años, doce ya Dios mio desde entonces, pero aquella esquina nunca olvida, y parece que aún está caliente la sangre derramada de unos padres, a los que un miserable sesgó la vida por pensar simplemente como pensamos la mayoría.
Pasan los años pero aquella calle, ayer y hoy de Don Remondo en el nomenclator de la ciudad, pero para muchos desde aquel triste día de enero llamada de la Muerte, sigue buscando una respuesta que nos consuelen por tan grandes perdidas, que la Ciudad ni puede olvidar ni perdonar jamás.
Pronto llegaran los días azules que nos harán cruzar esa esquina, en busca de tal o cual Cofradía, y como siempre volveremos a sentir ese escalofrío que a muchos a pesar de los años transcurridos aún le impiden cruzar por esta calle que no será nunca la calle del Olvido.
1 comentario:
Y pensar que algunos pasamos como cualquier jueves de tertulia por aquella esquina un rato antes...
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