lunes, 10 de mayo de 2021

Nuevos hércules del toreo eterno

 

Hace justo dos años, estábamos en la Maestranza disfrutando de una gran corrida de Jandilla, que pasará a la historia, por ser el descubrimiento para muchos y la confirmación para otros, de un torero diferente que entroncaba con la mejor escuela sevillana que está salpicada de toreros que tienen en la naturalidad y la gracia sus señas de identidad.

Aquel día, Pablo Aguado, ponía a cavilar a más de una figura del toreo, galleo del bú incluido, y echaba un jarro de agua fría sobre otras figuras emergentes, mientras se subía por derecho propio al tranvía de los elegidos y cruzaba en volandas la Puerta del Príncipe para contemplar a hombros la caída de la tarde en nuestro barrio de Triana…Y desde entonces la Sevilla taurina lo espera, como se vió claramente en aquella ovación cerrada antes de empezar a torear en la tarde de aquel 12 de octubre en que se cerrarían las puertas de la plaza y de nuestras ilusiones taurinas por mor de la pandemia…

Casi a la par, surgió otro torero sevillano, Juan Ortega, que aunaba igualmente la naturalidad y la gracia con la pureza del concepto y que, tras un gran 15 de agosto en Madrid en la temporada de 2019, bordó el toreo en 2020 siendo el gran referente tras las faenas de Linares y Jaén, y que ayer en Leganés a través de la televisión fue capaz de emocionarnos, con lo difícil que es que eso ocurra a través de una pantalla.

Hoy la afición suspira por ver a ambos acartelados juntos, y que Ortega y Aguado se vean las caras en una plaza de toros, pero sorprende que aparte de los pospuestos carteles de Sevilla hasta septiembre, ningún empresario haya intentado citarlos en un mismo cartel, y es que la gracia es un don que sólo está en manos de elegidos, y cuando está en las muñecas de artistas, son fuente de inspiración para que le canten poetas, para que lo inmortalicen pintores y para que los que tengan la suerte de verlos en una tarde de toros, salgan de la plaza toreando por las calles, queriendo hacer fácil aquello que para los mortales sin gracia no es que sea difícil, es simplemente no puede ser, y como dijo el cordobés Rafael Guerra, “Guerrita”, lo que no puede ser no pude ser… y además es imposible.

Juan Ortega y Pablo Aguado son los nuevos hércules de las columnas -que rematan la gracia y la naturalidad- en las que habrá de sostenerse el torero eterno que emerge de las aguas del Padre Betis.


 FOTOS: @Arjona / @DelgadoRoig 

Del Cartucho de Pepe Luis en el programa Verde y Oro de Radio Betis 10/05/2021

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